—Cariño, espero que esta vez Alexander, si te haga feliz porque si es cierto que conocerá a Petter Williams, te juro que no volverás a pasar nada sola mientras tu madre y yo estemos con vida, eres nuestro mayor orgullo junto a tus hermanos, eres mi pequeña y recuerda que te amo hija mía —comento papá abrazándome.

—Te amo tanto papá, no pude tener mejor papá que tú, siempre has estado para mí apoyándome y dándome lo mejor de ti desde antes de nacer, nunca nos faltes por favor —respondí sollozando mientras me aferraba a él con fuerza.

—Nunca te dejaré sola mi pequeña y si me fuera el aire de las copas de los árboles caerán sobre tus mejillas en forma de caricia para que sepas que estoy contigo en todo momento —respondió mi papá con una gran sonrisa.

Recordé el poema que mi padre me había escrito cuando era una niña por si algún día moría y no estaba junto a mí, unas lágrimas cayeron por mi rostro y las seque, mi papá me extendió el ramo de rosas blancas y la entrada nupcial comenzó a sonar, mi papá me guio hasta la entrada el cual estaba adornado con luces navideñas y un gran arco de rosas blancas mezcladas con otro color beige y la alfombra blanca. Alex aún no volteaba y miré que hablaba con Paul, sentí una punzada al ver que él no volteaba, mi papá comenzó a caminar y junto a él mis pies, mire a todos los invitados y me miraban, mi mamá sollozaba al igual que Anny, pero mi vista seguía frente a mí, al ver llegar a medio camino Alexander volteo su rostro y estaba llorando.

Caminamos y mi papá me entrego a Alexander, él me levanto el velo y lo miré atenta, su rostro estaba un poco triste, aún no entendía qué le pasaba, así que decidí preguntarle, ya que me estaba preocupando de que no estuviera seguro de querer casarse conmigo.

—Alex, ¿qué sucede? —cuestione nerviosa y tenía ganas de llorar por lo que fuera a decir.

—Kay es solo que —artículo el bastante nervioso, pero lo interrumpí abruptamente.

—¿No estás seguro de querer casarte conmigo?, si es así lo entiendo, créeme que no pienso obligarte —dije, pero fui interrumpida, ya que él puso su mano sobre mi boca.

—Contigo estoy seguro de todo, es solamente que estoy así porque jamás pensé que llegara este día de nuevo en el que te pudiera tener de nuevo a mi lado, fui un idiota y sé que lo que hice no se borra tan fácil y que me toca hacer todo para recompensarte, pero créeme que cada día agradezco que te tengo a mi lado y seré el hombre que tú mereces —respondió él tomando mis manos con delicadeza.

—Fuiste un completo idiota, pero eres mi idiota y no sigas tocando más el pasado, ahora iniciaremos una nueva vida junto a nuestro hijo —dije mirando a mi mamá con Jacob en brazos, el cual chupaba su manita y mi madre nos brindó una sonrisa; —el destino se encargara de que olvidemos todo lo que paso y comencemos un nuevo camino para ser una familia plena, los Harrison Williams —respondí con una sonrisa y las lágrimas no tardaron en salir.

Él solo me abrazo y correspondí a su abrazo con fuerza, después de separarnos todos nos miraban con una gran ternura, Alexander tomó mi mano y el sacerdote comenzó hablar para dar el gran inicio a la ceremonia.

—Queridos hermanos, estamos aquí reunidos para celebrar la unión de Kaylee y Alexander, ¿están ustedes aquí por voluntad propia? —cuestiono el padre con una sonrisa.

—Sí, padre —respondimos los dos asintiendo mientras mirábamos al padre.

—Hijos míos han dado la palabra para seguir con esta ceremonia, proseguimos con sus votos y después con la ceremonia —culmino el sacerdote dándonos una ceña para que comenzáramos.

—Kaylee desde que te conocí hemos pasado muchas cosas en mi vida, eres la mujer que amo y con la que siempre quiero estar, llegaste cuando jamás pensé que llegarías y me has dado lo mejor que he tenido en la vida, nuestro hijo, te amo y quiero pasar el resto de mi vida contigo —dijo Alex mirándome con una sonrisa a lo cual yo sonreí.

SIEMPRE TUYA ©Where stories live. Discover now