[27; Primer regalo]

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*Narra Justin

Me encontraba ya dentro del auto rumbo a la casa de Demi. Estaba a mitad de camino y me detuve al ver a un señor vendiendo flores en el parque. Me bajé rápido del coche y corrí hasta él, creo q lo tome por sorpresa y creyó que le robaría o algo así. No sabía cuál era la favorita de Demi pero elegí un ramo de rosas. Corrí nuevamente hacia el coche y esta vez conducí directamente hasta su casa.

Al llegar estacioné y tomé la bolsa donde tenía el obsequio para Demi, la pequeña bolsa donde estaba la ropa del bebé y el ramo de flores. Caminé hacia la entrada con tranquilidad ya que todas las ventanas de su casa estaban con las cortinas extendidas.

Antes de tocar timbre dejé las bolsas en el suelo a un lado mío y oculté las rosas detrás de mi espalda. Ahora sí, con mitad de nervios y mitad de seguridad, toqué el timbre. Se oyó un "ya va" al otro lado de la puerta y pasos que se acercaban hacia mí. Se abrió la puerta dejándome ver a una Demi completamente hecha un desastre, un desastre lindo de todas formas. Estaba despeinada y con el maquillaje algo corrido. Tenía los ojos hinchados y rojos como si hubiera estado llorando.

— Justin, ¿Qué haces aquí? — susurró atónita al verme.

— Vine a pasar la tarde contigo, como habíamos quedado. ¿Puedo pasar?

— No, te he dicho que no vengas.

— Por lo que veo Miley no está.

— Está por llegar, será mejor que te vayas.

— Me quedaré hasta que venga. —le sonreí.— ¿Me dejas pasar o tendré que darte el regalo aquí parado?

— ¿Qué regalo? ¿De qué hablas?

— ¿Puedes cerrar los ojos? —dudó un segundo pero lo hizo, di unos pasos para acercarme a ella.— Ábrelos. —pedí ya con el ramo de rosas entre nosotros.

— ¿Q-qué es esto? —preguntó asombrada.

— Feliz primer mes, Demi. —le sonreí e hizo lo mismo. Besó mis labios y le correspondí el beso.

— Crei que no te importaba... Gracias. —hizo media sonrisa.

— ¿Cómo no me importaría? Esto no es nada, tengo algo más. Pero necesito que entremos. — Demi asintió emocionada.— Espérame en la sala.

Caminó hacia la sala y yo tomé las bolsas del suelo. Cerré la puerta y fui hasta ella. Me senté a su lado en el sofá y Demi ya tenía una enorme sonrisa al ver las bolsas.

— ¿Es para mí?

— Por supuesto princesa. Todo para tí, bueno mejor dicho, una de las bolsas es para tí.

— ¿Y la otra?

— Ya lo verás, ahora abre la tuya. —le entregué la bolsa y Demi la abrió.

Al hacerlo ella cubrió su rostro con sus manos. Reí. Demi se abalanzó sobre mí abrazándome por el cuello y luego besó mis labios brutalmente.

— Te adoro, gracias, me encanta. —me besó nuevamente.

— Denada, me alegra que te guste. Necesito vertelo puesto.

( Foto en multimedia )

— Ya lo usaré... Y, ¿La otra bolsa? —preguntó impaciente.

— Esto no es para tí. —dije tomando la bolsa.

— ¿Y para quién es? —me miró con sus ojos entrecerrados.

— Para mi pequeña princesa o mi campeón en camino. —dije mirando su panza y Demi rió.

— ¡Quiero verlo!

— ¿Te gusta? —pregunté al ver que Demi no hacía reacción alguna

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— ¿Te gusta? —pregunté al ver que Demi no hacía reacción alguna. Por momento creí que no le había gustado para nada.— Sé que es tu banda favorita y al verlo creí que te gustaría...

— Justin, es... perfecto. — tenía sus ojos cristalizados y la ropa en sus manos.— Es tan pequeño... —vi caer una lágrima por su mejilla y enseguida se la quité.

— No llores, Demi —supliqué preocupado por su reacción.

— Lo siento, es que...nunca creí llegar a este momento, el tener un bebé, el tener ropa y cosas relacionadas a él.

— Lo entiendo, cariño. —besé su mejilla y la abracé por la cintura. Demi dejó caer su cabeza en mi hombro todavía observando la pequeña prenda.

— ¿Te imaginas tenerlo en tus brazos? —susurró.

— A cada instante. No veo la hora de que sea realidad.

Demi levantó su vista y me observó con una tierna sonrisa. Luego besó mis labios dulcemente y se abrazó a mí.

— ¿Sabes? Yo también tengo un regalo para tí. —la miré sorprendido.

— ¿Y qué es? —pregunté ansioso.

— ¿Mmm recuerdas el partido de hockey del que me has hablado hace una semana?

— Sí, al que moría por ir pero te había dicho que no podría porque se habían agotado las entradas, ¿Qué con él?

— Bueno... digamos que me he movido un poco con mis contactos y logré que me dieran entradas e hicieran lugar en una parte especial...

Quedé en shock por un momento. Ese partido era muy importante para mí, jugaría mi equipo favorito y moría por ir. No podía creer que Demi haya hecho eso.

— ¿En serio has hecho eso, Demi? —sentía como mi corazón se aceleraba cada vez más de la emoción y alegría.

— Sí...¿No quieres ahora? —preguntó con algo de nervios en su mirada.

Antes de poder pronunciar palabra tomé su rostro con mis manos y junté nuestros labios. La besé descontroladamente, era la única forma en la que podía expresar mi felicidad en este momento. Quería pegarla a mi lo mas que pueda.

— No te das una idea de cuánto te agradezco esto, bebé. —la volví a besar.— Me haces tan feliz en este momento. Te quiero, Demi. —sonrió enormemente e igual yo, volvimos a besarnos y esta vez la abracé de la cintura.

— Te quiero mucho más,
Justin...

Lo que nos une - [CANCELADA]Where stories live. Discover now