Demi Lovato, joven de 25 años, asiste a la fiesta de cumpleaños de su mejor amiga Miley Cyrus. Entre los invitados se encuentra un chico atractivo llamado Justin Bieber, con el cual se le van las copas de las manos y terminan envueltos en la fría sá...
Ya nos encontrábamos desayunando con Demi, cuando sonó mí celular. Una llamada de mi madre.
Llamada
— Hola, mamá.
— Hola, cariño. —saludó en un tono tierno.
— ¿Cómo estás?
— Muy bien, ¿Tú? Hace mucho que no me visitas, ya hasta te has olvidado que tienes una madre. —reí levemente.
— Claro que no, eres una de las mujeres más importantes que tengo en mi vida. —sonreí aunque no pudiera verme y dirigí mi mirada hacia Demi, que me observaba con una pequeña sonrisa.
— ¿Una? ¿Hay alguien más que está a punto de reemplazarme? ¿O ya lo ha hecho y no estoy enterada? —dijo y mis nervios aparecieron, mi mamá soltó una risa.— Ya hablando de este tema...¿No tienes nada que contarme Justin? —dijo en un tono extraño, y sí, efectivamente era ese tono, ese tono el cual ya conocía, ese tono el cual usaba cuando quería sacarme la verdad a través de la mentira, cuando ya sabía lo que sucedía pero insistía en escucharlo de mi boca.
— Como tú has dicho...tenemos mucho de qué hablar. Y hoy mismo nos pondremos al día, llevaré a alguien muy especial conmigo. —dije mirando a Demi y ella me miró sorprendida con sus ojos bien abiertos.
— Está bien cariño, te espero...a eso de las cuatro ¿te parece bien?
— Me parece bien, nos vemos. Adiós, te amo.
— Yo igual, te espero...
Fin de la llamada
— Justin... —me llamó y sonreí.
— Tranquila, ya verás que mi madre te amará. —dije acariciando su mano sobre la mesa.
— No lo sé... podrías ir a visitarla tú, y más adelante vamos ambos y le contamos sobre el bebé. —dijo nerviosa. Tomé su mano haciendo que se parara y la acerqué a mí, abrí mis piernas para dejar que se metiera entre estas y la abracé por la cintura. Besé su mejilla.
— Demi, eres encantadora y te ganaras el amor de mi madre apenas sonrías. Todo saldrá bien, lo prometo.
Demi se abrazó a mi cuello pegando muestras frentes.
— Confío en tí. —sonreímos.— ¿A qué hora iremos? —preguntó y miré la pantalla de mi celular, eran las tres de la tarde.
— En una hora.
— Pido la ducha primero. —dijo alejándose de mí rápido y caminando hacia las escaleras, reí y corrí tras ella.
Demi se duchó y luego yo. Al salir del agua me vestí con una playera negra algo ajustada al cuerpo, con un jean gris. Salí del baño y vi a Demi frente a su espejo.
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— Estas preciosa. —dije abrazándola por detrás, besé su mejilla y luego apoyé mi rostro en su hombro. rió un tanto sonrojada.
— Tú igual. —se volteó todavía entre mis brazos y me dió un beso en los labios.— ¿Vamos?
— Vamos.
Bajamos y salimos de casa. Subimos al auto de Demi, manejé yo. Conducí hasta la casa de mi madre, durante el camino escuchábamos música y Demi estaba con su celular en snapchat e Instagram tomándose fotos. Comenzó a grabar y mover su boca al mismo tiempo que la canción de la radio, se acercó a mí, todavía grabando, y besó mi mejilla. Luego nos enfocó a ambos en la pantalla y sonreímos.
— ¿Lo subirás? —pregunté.
— ¿No te molesta si lo hago? —me miró y le di una mirada rápida sonriendo.
— Claro que no, ya es tiempo de que lo confirmemos...
— Tienes razón, pero primero quiero que lo sepa mi familia.
— Está bien...
— De todas formas subiré el vídeo porque me gustó. —dijo y reí asintiendo.
Al llegar a casa de mi madre, estacioné el auto y bajamos. Tocamos timbre y esperamos a que abriera. Noté los nervios de Demi así que tomé su mano para que se tranquilizara. Se abrió la puerta permitiéndome ver a mi madre con una gran sonrisa, nos abrazamos fuertemente por casi dos minutos.
— Te he extrañado mucho cariño.
— Yo igual mamá. —nos separamos. Dirigió su mirada hacia Demi y levantó ambas cejas con asombro.
— Hola. —la saludó Demi con un beso en la mejilla.
— Hola, tú eres... —dijo esperando a que Demi contestara, al contrario, me miró nerviosa y ahí fue cuando supe que debía interrumpir.
— Mamá, mejor pasemos y dentro hablamos mejor. —sugerí y asintió.
Pasamos a la sala y nos sentamos en el sofá.
— ¿Cómo es tu nombre linda? Siento que te vi anteriormente. —dijo mi madre y Demi sonrió.
— Seguramente...mi nombre es Demi. —dijo y mi madre asintió lentamente observándola.
— ¿Quieren algo? Cualquier cosa, algo para beber o comer. —ofreció mi madre.
— ¿Demi? —pregunté mirándola y negó.— ¿Segura? —asintió.— Estamos bien así.
— Bueno, y...¿De dónde se conocen? —preguntó y miré a Demi, sus nervios se notaban a más de dos km así que decidí hablar yo.
— Demi, era...la mejor amiga de una ex novia, mamá. —dije y asintió como si ya la hubiera reconocido por mis palabras.
— ¿Selena? —preguntó, asentí incómodo y miré a Demi quien estaba con la cabeza gacha.
— Pero eso es parte del pasado y ya no importa.
— ¿Y se supone que ustedes son amigos ahora? —preguntó en un tono extraño. Sabía que mamá le tenía un gran cariño a selena aún.
— Demi se ha convertido en algo más que solo una amiga, y en poco tiempo le tome un gran cariño... —dije tomando su mano, mi madre clavó su vista en nuestras manos entrelazadas.
— ¿Qué quieres decir, Justin? —preguntó seria.
— Demi es mi novia, mamá...
No hizo nada más que solo mirarla seria. Sin pronunciar palabra alguna, eso me preocupó