Lo que nos une - [CANCELADA]

[8; embarazada]

*Narra Demi

[CONTINUACIÓN]

— LOCA SI CREES QUE DEJARÉ QUE HAGAS ESA ESTUPIDEZ DEMETRIA. —Dijo Miley y me dió un leve golpe en el brazo. Sirah asintió mirandome enojada.

— Demi, miles de cantantes siguen su carrera estando casadas y con hijos. —dijo Sirah.

— No me casaré.

— Es una forma de decir. —rodó los ojos.

— Tampoco tendré a este bebé. Puede ser que mucho cantantes lo soporten pero yo no soy como ellos. Es mi cuerpo y yo decido qué hacer.

— También tiene el derecho de decidir el padre. Será tu cuerpo pero no es solo tu hijo Demi. ¿O acaso te embarazaste sola? — Miley habló obvia.

— Será mejor que lo hables con Justin y te calmes. Fue una sorpresa y entiendo que te sientas y pienses así pero no significa que lo tengas que abortar. Tómate el tiempo que necesites para aprender a aceptarlo, porque no dejaremos que hagas esto. —dijo Sirah.

— Y si el estúpido de Justin no quiere hacerse cargo, a la mierda con él. Eres fuerte, luchadora, y esto no será un obstáculo en tu vida ni en tu carrera, sé que podrás con esto, con Justin o sin él. —dijo Miley mirándome fijamente a los ojos y la abracé a igual que a Sirah.

— Gracias por apoyarme siempre, las quiero. —dije y volví a llorar.

— Ay Dios, no es para tanto. —dijo Miley y reí.

— Ahora entiendo porque comías tanto hoy. —reímos junto a Sirah.

— Y ahora...supongo que mañana mismo hablarás con Justin. —dijo Miley y asentí soltando aire.

Luego de eso seguimos disfrutando de lo que quedaba de la tarde y dejé a Sirah en su casa para luego ir a la mía. Al llegar me tiré de un salto a la cama y tomé mi celular. Agendé el número de Justin y le escribí un mensaje.

« Justin, soy Demi. ¿Podemos hablar? »

Lo envíe en este momento aprovechando que estaba en línea. Lo vió y estaba escribiendo.

« Claro, Demi. ¿Qué sucede? »

« Prefiero hacerlo en persona. ¿Podrías venir a mi casa mañana por la tarde? Es urgente. »

« Iré pero, ¿Tú estás bien?

Pásame la dirección. »

Le envié mi dirección y dejé mi celular ya bloqueado sobre mi mesa de noche.
Mañana sería el día en que le diría a Justin sobre el embarazo.

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[Al día siguiente]

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Ya era de día, estaba despierta y acostada en la cama mirando la tv. Me había despertado demasiado temprano ya que me dieron unas inmensas ganas de vomitar, estuve por cinco minutos metida en el baño. Esto de estar embarazada apesta.

Estuve en la cama todo la mañana, de lo que he vomitado se me quitó el hambre por eso es que no desayuné. Tampoco me podía mover mucho ya que los dolores corporales volvieron, me dolía el abdomen y los pechos horriblemente, y al moverme demasiado eran más fuertes.

Miré una película tras otra hasta que se hizo la hora en la que habíamos acordado con Justin. Rápido me levanté al darme cuenta que no tenía mucho tiempo para arreglar el desastre que estaba hecho. Abrí mi clóset y busqué una playera, opté por una blanca lisa pegada al cuerpo y un Jean negro con sandalias blancas que apenas tenían taco.

No me maquillé ya que el tiempo no alcanzaba, solo me arreglé el cabello y bajé a la sala. Me recosté en el sofá ya que por todos los movimientos que hice los dolores volvieron y aún más fuertes. De un momento a otro pude escuchar mi estómago rugir, tenía hambre pero ahora no podía cocinar ni comer. Al instante escuché el timbre, me levanté del sofá y caminé hacia la puerta nerviosa.

— Hola, Demi. —saludó Justin, con una sonrisa.

— Hola, pasa. —dije haciéndome a un lado para que entre. Así lo hizo, antes besó mi mejilla y le sonreí nerviosa. Fuimos hasta la sala.

— ¿Qué era lo urgente que me tenías que decir? —dijo directamente, creo que decírselo sin dar más vueltas será mejor.

— Acompañame.

Caminé hasta las escaleras y subimos juntos. Llegamos a mi cuarto e hice que se sentara en mi cama. Me miró confundido y luego sonrió. Espero que no crea que lo llamé para eso porque sería el colmo.

— ¿Por qué me has traído a tu cuarto? —seguía sonriendo y rodé los ojos.

— Cuando lo sepas se te quitará esa sonrisa de idiota. —me crucé de brazos observándolo.

— Que tierna eres. —rió.— Ya, dime. —tomó mi mano, lo miré frunciendo el ceño y me solté.

— Demasiada confianza, ¿No crees? —dije y rió asintiendo.

¡¿Es que no se cansa de sonreír y reír cada vez que hablo?!

— Lo siento, ahora dime qué era lo urgente.

— ¿Recuerdas la llamada de anoche? —asintió.— Y, ¿La pregunta que te he hecho? —asintió nuevamente y entré al baño. Tomé la prueba y salí con ella oculta en mis manos. Me miró confundido.

— Ya que me lo dices, ¿Por qué fue la pregunta? Ya ha pasado más de un mes de que lo hicimos. —dijo, me senté a su lado, bajé la cabeza mirando mis manos, respiré hondo cerrando los ojos, al abrirlos lo miré fijamente. Ya era el momento.

— Justin yo... —tragué saliva fuertemente, tenía un nudo en la garganta y los nervios me impedían seguir. Él puso una mano sobre mi pierna.

— Tú ¿Qué?....tranquila seguro no es nada malo, solo, suéltalo. —sonrió para calmarme y por alguna razón lo logró.

— Estoy embarazada.

Lo dije, sentí un gran alivio al decírselo. Pero mis nervios volvieron al ver su cara. Tenía miedo de su respuesta...