Simplemente Tú, Mi Profesor

Capítulo 37 ''Por favor no me dejes más''

Larina

Veo como se separa de mí, veo como su mirada se torna fría y mis peores miedos relucen de la nada.

-¿Qué..pasa?- le digo mientras trago saliva y muevo las manos con exasperación y con más nerviosismo de lo necesario. Me muerdo las uñas sin parar pero sin darme apenas cuenta me insta a que me siente junto a él.

-Haber Larina, como te lo digo- se levanta de mi lado y camina de un lado a otro poniéndome cada vez más los pelos como escarpías; y eso solo significa una cosa.

-¡Por favor dilo de una vez!- grito al cabo de lo que parece una eternidad, me levanto y me pongo delante de él como los brazos extendido y empujándole suavemente mientras le grito aún más- ¡No seas un cobarde!  ¡Dilo de una puta vez!- noto como se toca el pelo con exactitud y  cuando me doy la vuelta dándole la espalda noto su mirada penetrante, se perfectamente que me está mirando porque mi cuerpo me lo dice a gritos; todo mi ser lo dice a gritos. Cuando me doy la vuelta para mirarle pongo los ojos como platos al ver tanto odio en su mirada eso significa que... Trago saliva mientras oigo como respira hondo y empieza hablarme.

-Hace dos semanas aproximadamente recibí una noticia algo abrumadora- me da la espalda y se sienta en la cama mientras agacha la cabeza y se agarra los muslos- para mí no sería tan abrumadora si hubiese sido con la mujer que habría deseado hacerlo.

Se da la vuelta y me mira a los ojos lentamente y vuelvo a tragar saliva mientras doy un paso adelante- ¿y qué pasa...?- cierro los ojos cuando vuelve a coger aire y me dice bruscamente.

-Larina esto no puede seguir, yo tengo una esposa que mantener y no me odies por ello, porque me seguiría hasta el día de mi funeral. Quiero lo mejor para ti  y yo no te lo voy a dar creeme...

-¡¿CÓMO QUE UNA ESPOSA?! ¡¡EXPLÍCATE JODER!!- Me llevo una mano al pelo y  le miro con la mirada más fría que tengo; que es la de la indiferencia aunque en verdad me esté muriendo por dentro.

-Larina mi ex novia está embarazada y yo no voy hacer como mi padre, no voy a dejar que la madre de mi hijo crezca con su hijo sola- Cuando le miro tengo todas las respuestas de golpe.

-¡ESTO NO PUEDE SER! ¿LE HAS PEDIDO MATRIMONIO?- le miro y noto como las lágrimas bajan lentamente.

-No, Larina... Yo me había casado con ella hace dos años. Lo dejamos por muchos problemas, pero nunca nos llegamos a divorciar y ella me está diciendo que tengo que estar con ella para poder ver a mi hija- me mira y noto sufrimiento en su mirada que siempre ha sido como un libro abierto- y si me tengo que arriesgar y quedarme sin la cosa más bonita que me ha pasado en la vida... Lo haré Larina- cuando termina siento como todo el aire se hubiese esfumado; como si ya no pudiese respirar y créanme cuando digo que creí desfallecer en este mismo suelo barato de este cobarde, eso es lo que es. No tiene otro nombre.

-Eres un cobarde- le digo mientras lo echo a un lado y salgo a coger mis cosas.

-Siempre lo he sido. Entiéndeme esa niña me necesita Larina razona un poco, tú lo deberías sabes mejor que nadie ¿no crees?- se que lo dice para hacerme daño, se que no las piensa de verdad y lo más importante se que este capullo me quiere de verdad. No soy hipócrita,ni mucho menos.

¿No dicen que el amor verdadero solo llega una vez en tu vida? Pues ahí está ¡ha eso me refiero!

Se que hemos salido poco pero cuando hemos estado bien ha sido todo tan diferente a lo que siempre he estado aconstumbrada. Se que es él. Lo supe el primer día que me dedicó esa sonrisa que solo dedica a las mujeres. Lo supe cuando me preguntó ''¿Te importo de verdad? ''

Lo supe cuando me hizo el amor por primera vez. Lo supe cuando me di cuenta de que por muchas chicas que hubiesen a mi alrededor que solamente se daba cuenta de que solo estaba yo. Lo supe cuando una noche me vio llorar y me cogió a pela y me puso delante del espejo y me susurró en el oído mientras ponía su preciosa mirada en mí ''Nena nadie merece tus lágrimas, ni tú misma las merece''

Veo como se aleja de mi pero sin pensarlo dos veces voy corriendo y me subo encima de él y le digo al oído- Por favor, no me dejes más- en menos de un segundo me da la vuelta y se muerde el labio mientras me mira atentamente, noto su pulso acelerado a través de la camisa.

-Eres preciosa, lo siento por todo nena, no te lo mereces- susurra antes de posar sus suaves labios encima de los míos y cuando eso sucede siento que ya nada jamás podría ser más perfecto que esto.

-Por favor no te alejes de mí, no me importa que tengas un hijo, podremos cuidarlo y ayudar a la madre si hace falta. Pero por favor no me dejes, no sé si podré soportar más este dolor- digo mientras le quito las lágrimas.

-No es tan fácil, ella me quiere a mi. Sigue enamorada de mi Larina- cierro los ojos y cuando vuelvo a abrirlos veo como baja la cabeza avergonzado.

-¡Y YO TE AMO A TÍ! ¿Acaso eso no importa?- me muerdo el labio con rabia por no volver a echarme a llorar como una idiota, que es lo que soy.

-Claro que importa nena. Pero tienes que entenderme, es mi hija- dice mientras mira mi vientre, por un segundo pienso que ojalá yo también querría estar embarazada, así se quedaría conmigo y me cuidaría como se que hará con esa mujer... ¿Pero qué cojones digo?

-Vale- suspiro- ¿entonces vas a volver con ella?

-Necesito un poco de tiempo, ella sigue enamorada de mi, pero yo de ella no. Solo tengo miedo de que me quite a la niña- agacha la cabeza- y tengo que dejarlo todo atrás; incluso lo que más adoro.

-Haz lo que quieras- lo miro con las ideas claras de una vez por todas- te doy dos días para decidirte; ni uno más ni uno menos, si no elijes dentro de dos días entonces ya sabré la respuesta.

Me voy cuando veo que asiente con la cabeza.

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