Simplemente Tú, Mi Profesor

Capítulo 34 ''Ella no puede enterarse de esto ¿Entendido?''

Alejandro

Ya hace una semana desde que no veo a Larina.

Abro los ojos y los vuelvo a cerrar. El sol que entra por la ventana me enfoca directamente en la cara. No recuerdo haberme dejado dormir en ningún momento. Me levanto y miro a mi derecha ya que yace un cuerpo a mi lado; es un cuerpo menudo y de piel cálida.

-¿Larina?- susurro lentamente en su cuello, huele a ginebra... Larina siempre olía a vainilla.

Me sitúo delante de ella y abro los ojos y me  tapo las manos con la boca ¿Cómo me he podido acostar con ella? Joder, esto no puede ser.

-Hola cariño- dice y yo me visto lo más rápido que puedo ¿qué coño hice anoche y porque no me acuerdo? Esto no puede ser verdad ¡Joder!

-¿Qué coño haces aquí? ¡Lárgate ahora mismo!- le digo mientras le lanzo la ropa que anda desperdigada por el suelo.

Oigo su risa y veo como se va acercando a mi mientras dice- eso mismo no me lo decías anoche mi amor, se que esa chica no es nada para ti, es solo un juego como todas ¿verdad?- cierro los ojos y me vuelvo a sentar en la cama con ambas manos en la cabeza.

-No me acuerdo de nada de anoche, ella no puede enterarse de nada de esto ¿¡Entendido?!- Noto su risa y noto como mi corazón late desbocado, por favor quien estés ahí arriba ayúdame, no me jodas más la vida.

-Demasiado tarde- dice ya vestida y agachándose para coger el bolso y me pica el ojo mientras se acerca a mi e intenta darme un beso en los labios, yo no quiero nada de ella ¡por dios!  la aparto rápidamente y le grito que se marche, ella me mira con cara maliciosa y ahí me doy cuenta de que algo malo está tramando, algo que puede joderme más la vida de lo que me jodido ya.

-¡Ella no puede enterarse de nada eh! No te lo vuelvo a repetir, como se entere por tus medios iré a tu busca y yo mismo haré que pagues todo el daño que ya haz echo. Como vuelvas a hacer que me comparta como un idiota te juro por dios que no me aguantaré ni una sola vez- digo poniéndola en la calle, ella se gira y mientras me dedica una sonrisa tranquila y falsa me dice:

-Ya no hay vuelta atrás, date cuenta de una vez que todo esto es por el bien de ella, ella no te merece porque al fin de cuenta ¿a cuantas haz querido de verdad?- la miro y aprieto el puño hasta que se me quedan blancos- Al ver mi silencio más se ríe- Pues por eso hice todo esto Alejandro, porque eres como todos y nadie se merece tener en su vida a una persona como tú; a una persona que solo piensa en si mismo, en su bienestar. Eres egocéntrico y te crees el centro del mundo, crees que todos te esperaran todo lo que tu quieras ¡pero la vida no es así imbécil! Yo te quería y de verdad. Yo siempre te quise ¿Y tú que hiciste? Reírte de mi, humillarme y hacer que llore durante meses por pensar que tú valías la pena y que yo era la que de verdad no valía nada. Cuando me quedé embarazada tú me obligaste a abortar ¿Por qué querías que abortara a un ser que no tenía la culpa de lo imbécil que era su padre? ¿Qué culpa tenía esa personita que nos unía de los errores que cometimos?- Se limpia las lágrimas mientras se cruza de brazos- Cuando ella se quede embarazada ¿vas a ser lo mismo?- solo en pensar en tener un hijo se me eriza la piel ¿Cómo una persona como yo iba a tener a una personita?- Yo se que sí, ella no te merece hazme caso. Es una cría y tú tienes mucha más experiencia que ella, no seas egoísta. Yo no lo hago para joderla, ni mucho menos. Lo hago por su bien ¿Crees que ella se merece que cuando quiera tener hijos y casarse y tú le digas que no buscas eso? ¿Quieres ver su cara de desilusión mientras ve pasar a parejas cogidas de la mano de un bebé?- niego con la cabeza, lo peor de todo es que tenía toda la razón- yo ya hice lo que tenía que hacer, se irá más lejos que nunca de tí, ya nunca más volverá a tu vida, buscará a alguien que de verdad quiera un futuro con ella, alguien que cuando la vea sonríe y suspire. Que le haga el amor pensando en un futuro y suspire por el dulce olor que desprende- cierro los ojos con fuerza y aunque intente no llorar, lo intento en vano porque una miserable lágrima baja por mi sien. Ya hacía años que no sentía esta sensación de angustia. Pero lo peor de todo es que se que todo lo que ha dicho, en nada se ha equivocado- Aléjate de ella, es por su bien, recuérdalo siempre.

-Tienes razón, me alejaré de ella, aunque mi vida dependa de ello. Haz lo que tengas que hacer.