Capítulo 28 ''No me importa tu pasado amor''

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Larina

Alejandro lleva toda una semana pendiente a mi, no se porque, no se porque pone esos ojos como platos cada vez que intento levantarme y me dice que me acueste. No entiendo porque vino de repente en mi vida, y he dejado que de nuevo irrumpa en mi mente como la primera vez que le conocí. Aunque no haya podido, lo hubiera intentado con todas mis fuerzas. Pero con él es tan complicado, nada es como debería, nunca pensé en esto, nunca pensé enamorarme de un profesor que me saca mas de diez años, pero que no me importa. No me importa la edad,ni la distancia... esas cosas solo son cosas. Mi corazón le pertenece desde la primera vez que entré en su clase y me miró con esa cara tan profesional que me puso el vello de punta, la primera vez que me habló cordialmente mientras me daba cuenta de que todas las chicas le miraban con esperanza de que estuviera algún día dentro de sus bragas, ahora que lo pienso me encantaría ir a por ellas y restregarles que él es solo mío, de nadie más. Pero no es día de estar con tonterías, lo peor es que les miren con sus caras super maquilladas y él sonría. Odio ver como cuchichean entre ellas por su sexy ropa, que vale que se que está para comérselo con helado... pero no me gusta que le hagan eso, no me gustan que le miren así. Admito que me pongo muy celosa y que cualquier día les tiraré algún que otro zapato a la cara, pero bueno tengo que controlarme, por el bien del universo.

-Hola amor- miro a la puerta y me veo a Alejandro en la puerta con una rosa roja en la mano, se acerca poco a poco a mi y me da un casto beso en los labios, sonrío y le cojo la rosa, la pongo en la mesilla de noche y le vuelvo a besar, pero esta vez más suavemente, algo mucho mas íntimo como si el mundo se acabara dentro de una hora y este fuera nuestro último beso... Él sonríe y me coge por la cintura hasta que me acuesta a horcajadas encima suya. Nos seguimos besando y me quita la camisa de mickey mouse, amo esos dibujos animados, son mis favoritos. Miro sus brazos tatuados y sonrío, es tan perfecto.

-Hola mi vida- le contesto mientras ahogo un pequeño gemido dentro de su boca, nos besamos más fuertemente y yo le acaricio el pelo. Me mira y se acuesta a mi lado después de haberme dado un pico en la punta de mi nariz- ¿por qué paras nene?- le digo mientras le acaricio el vientre, me encanta el tatuaje que tiene de una pluma por encima de su cadera ¿por qué se la habrá echo? sin pensarlo dos veces le pregunto mientras sigo acariciándole-¿Por qué te hiciste la pluma Alejandro? es muy bonita- miro sus ojos y veo como abre los ojos como platos, de repente me agarra de la muñeca y me quita la mano del tatuaje, arrugo la nariz y me pongo a mirar al techo, odio cuando no me cuenta sus secretos... No se casi nada de su vida, nunca me quiere decir nada y eso me cabrea- pues nada, haz lo que te de la gana idiota- me levanto y me pongo las cholas y voy camino a la puerta, cuando me giro lo veo detrás mío y con una mirada triste, no le reconozco en absoluto, este no es el Alejandro del que estoy acostumbrada- ¿qué pasa, por qué me apartaste así?- se toca el pelo con nerviosismo, me da la mano y hace para que me siente a su lado, me mira a los ojos y solo puedo percibir una palabra de sus ojos; dolor.

-Haber nena... yo em...- se toca las manos con desgana y se levanta de la cama y empieza a caminar por todo el cuarto, una y otra vez, lo repite un par de veces y me dice en voz bajita, apenas audible- yo no he tenido para nada una buena infancia, a mi madre casi nunca la veía y mi padre siempre aparecía borracho. Yo viví solo desde los ocho años, menos los fines de semana que era cuando mi madre venía de trabajar y me daba para comer, aunque no me daba ni para dos días ya que mi padre todo me lo quitaba, menos lo que me escondía dentro del zapato. Cuando iba al colegio los niños se burlaban porque decían que era raro, ya que mis padres nunca venían, ni me podían pagar las excursiones, año tras año lo mismo... y me pasó una cosa tan mala, tan mala- miro sus ojos y veo como le cae una lágrima, me levanto rápidamente y le abrazo fuertemente, quiero que sepa que estaré allí, que siempre estaré a su lado.

-Amor tranquilo, no me cuentes lo que no quieras- me aparto y veo como mira el suelo, mientras las lágrimas le siguen cayendo- mírame, amor- me mira y le digo con los ojos rallados- que sepas que te quiero, que te quiero con tu pack completo, que sepas que lo que quieras me lo puedes contar, que siempre me tendrás por mucho que me cabree, siempre te amaré Alejandro, estoy destinada amarte, a estar loca por ti, el mundo es así amor. Algunas veces puedes tener una infancia hermosa, pero otras veces horrorosas... te quiero amor, no llores por favor, porque si no lloro yo- sonríe y me abraza y me susurra cuantas veces me quiere y palabras que no consigo escuchar bien.

-Pero fue algo tan horroroso Larina, no quiero que te alejes por lo que hice por favor, prométemelo- yo le acaricio y le digo en un tono tranquilo, aunque me sienta de todo menos tranquila.

-Recuerda siempre que te querré con tu pack completo, no me importa tu pasado amor, siempre te querré- me mira y sonríe... Este chico es una caja de sorpresas, pero sinceramente muero por conocerlas todas.

Simplemente Tú, Mi ProfesorWhere stories live. Discover now