10.

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–¿A qué edad es adecuado masturbarse?– lanzó la pregunta el pequeño Simon al aire, obteniendo como respuesta que Raphael se atragantase con su Bloody Mary, y, que Isabelle le mire con los ojos muy, muy abiertos.

–¿Por qué lo preguntas, chiquitín? – preguntó Izzy, una vez se recuperó de su letargo.

Simon se encogió de hombros –Curiosidad, digo, tengo quince años, siempre me pregunté a que edad sería correcto hacerlo.

Raphael, atónito a lo que escuchaba y pensaba que era suficiente, palmeó suavemente el muslo de Izzy –que se encontraba sentada en su regazo– para que se levantara y así, él podría dejarlos hablar de ello, pues, notó, la Lightwood estaba interesada en el tema.

Al pequeño Simon le encantaba la pareja que formaban Isabelle y Raphael, y viéndolos como estaban hace rato, él sentado en un sillón con apariencia de trono y ella sentada en su regazo, les daba la pinta de pareja de la mafia rusa –o mexicana, dado las raíces del vampiro–.

Ellos eran su pareja favorita, claro, después de Magnus y Alec. Pero eso no se los diría, pues, sabía que con ello el ego de Magnus se elevaría por los aires. Ya se lo imaginaba diciéndole "Por supuesto que somos tu pareja favorita, por favor, somos nosotros."  Y no, él no quiere ser parte de la gente que hace hinchar el ego de Magnus.

–¿Simon, acaso ya te has masturbado?– preguntó Izzy, trayéndolo del mundo que eran sus pensamientos. La miró, la muy cínica tenía una sonrisa pícara de oreja a oreja. Él se sonrojó.

–N-no. No lo he hecho.

–¿Te has puesto caliente?– volvió a preguntar, con la misma cara de sádica.

–Ahm, no estoy seguro, digo. He despertado por las madrugadas algo... ¿Alegre?– frunció el ceño por la tarugada que soltó, aunque, al parecer Izzy captó la tontería que dijo.

–¿Y qué haces para calmarte esa alegría? – levantó sus cejas.

–Ahm, bueno. Alec me dice que me dé una ducha con agua fría, así que lo hago.– se encoge de hombros.

–¿Qué?– parpadeó perpleja. –¿Alec sabe de tus alegrías?

–Pues, sí. Es a él a quién recurro cuando pasa. Me manda a bañar con agua fría mientras él me prepara leche tibia con miel para que vuelva a dormir.

–Aw, qué tierno de su parte. – dice. – ¿Pero, por qué no te dice que te estimules?

–Pues, Alec es algo reservado con estos temas, aparte de que no puede decirme que hacer porque está ocupado traumatizándose porque sabe qué me hace alegrar .

–¿Y cómo sabe eso?– preguntó curiosa.

–Se lo he dicho.

–¿Y por qué? 

–Es que, le tengo mucha confianza a Alec. Yo le contaba absolutamente todo a mi madre, y desde que ya no está conmigo, Alec se ha convertido en mi confidente. – dijo nostálgico.

Izzy le dio un apretón suave en la mano –Alec es el mejor hermano del mundo.

–Lo es. – confirmó.

–Aún así, creo que deberías empezar a estimularte para liberar ésa tensión. – retomó con una sonrisa.

El pequeño Simon se cubrió la cara con sus manos por el bochorno que le daba la tranquilidad con la cual Izzy soltó aquello.

Dirty Thoughts.Where stories live. Discover now