Capítulo 35.

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La noche había sido bastante larga, pero logre dormir de los nervios que tenía, el día inicio la luz del sol atravesaba las ventanas de mi habitación, me levante de la cama, tendí esta y abrí las cortinas, el cielo estaba despejado, así que realmente amaba los días así, mire el reloj, eran las 11:00 A.M., al fin había llegado el gran día de la boda de Aliah y Paul.

Termine de acomodar los cojines sobre la cama, entre a ducharme rápido, ya que Benjamín dijo que vendría por mí a esta hora, me mire al espejo y mi cara era un espanto, me despoje de mi ropa y entre a la ducha para bañarme con agua tibia, salí corriendo envuelta en una toalla y camine hacia la habitación, busque algo de ropa, opte por un vestido de flores y unos zapatos con un poco de plataforma.

Me vestí rápido y sonó el timbre, maldije por lo bajo, corrí abrir para ver a Benjamín del otro de la puerta con una gran sonrisa, estaba con un polo azul marino y un jean casual, se veía bien a mi parecer, pues siempre lo veía en traje en la empresa.

—Te ves fatal Kaylee —comento él riéndose de mi aspecto.

—Cállate idiota, solo me falta maquillarme y cepillar mi cabello para poder verme como una embarazada genial —comente fulminándolo.

Volví a la habitación y termine de maquillarme para después cepillar mi cabello, estaba lista, así que tome mi maleta junto a mi bolso y salí a la sala, Benjamín estaba en la isla tomando un vaso de agua, al verme únicamente se quedó callado unos segundos.

—Estoy lista, nos vamos —espeté riendo al ver su rostro.

—Se nos hace tarde Kaylee, vamos que el vuelo sale en una hora —me recordó él sonriendo.

Tomo mi maleta y salimos del apartamento, lo cerré con llave y bajamos al primer piso del edificio, esta vez nos iríamos en el auto de Benjamín, agradecía que no iríamos en el mío, emprendimos viaje hasta llegar al aeropuerto, una vez llegamos bajamos del auto y entramos al lugar, me estrese un poco porque estaba lleno de gente por lo que solo me limite a mirarlo.

—¿Sacaste el permiso de tu obstetra para poder viajar? —cuestiono Benjamín sacándome de mis pensamientos.

—Sí, lo pedí la semana pasada que tuve control prenatal —asentí levemente mostrándolo.

—Está bien, supongo que no has comido nada, así que comemos algo rápido y nos vamos para poder abordar el avión —comento el burlón tomando mi mano para llevarme a comer algo.

El muy idiota tenía razón, moría de hambre y me comería un león entero, caminamos hasta la plazoleta de comidas y pedimos algo de comer, moria por un arroz oriental, así que comimos en un restaurante oriental.

Nos sentamos en una mesa y nos atendió una chica, pedimos la orden y nos sentamos a esperar unos minutos hasta que llego el pedido, un delicioso arroz oriental con verduras, pedí una botella con agua y Benjamín una soda, después de terminar de comer, pagamos todo en el restaurante y emprendimos camino a la sala de abordar.

Esperamos unos minutos, Benjamín coloco música en su celular, lo miré un poco raro, ya que nunca lo había visto poner música en su celular, hablaron por el megáfono de la sala de abordar, así que apague la música.

—¿Por qué lo apagas? —cuestionó el serio cruzándose de brazos.

—No dejas escuchar con tu música, es hora de abordar idiota —respondí sonriendo.

—Entonces hablemos de cosas triviales topo —espeto el pícaro, cosa que me dio gracia.

Reí por lo bajo y comenzamos a debatir de muchos temas mientras el avión despegaba, hablar con Benjamín era muy cómico, él es un gran sujeto y merecer ser feliz con Sarah, solo me quede dormida, después de una hora de viaje tenía sueño, quería dormir todo el tiempo, sentí unas manos moverme y me levante rápidamente.

SIEMPRE TUYA ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora