¿Puede ser posible?

Cap. 10 Percanses

El avión se detuvo en el aeropuerto de Los Ángeles porque hacía mal tiempo. Realmente estábamos cerca de Pensilvania (nuestro hogar). En este momento nos encontramos intentado encontrar un hotel porque todos estaban llenos. Inicialmente la profesora nos había conseguido uno y luego esta se retiró a casa de unos familiares. Pero sobrevendieron las habitaciones y mi habitación con Nashla y la de August y Joseph fueron ocupadas por otros turistas. Nos molestamos y pedimos nuestro dinero. Ahora estábamos el equipo completo buscando otro hotel. Los demás chicos vinieron con nosotros también, porque no nos querían dejar solos.

-Pero vamos para una posada, justo hay una cerca- Dice Miguel.

-Vamos- Le contesta Lorena.

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Al llegar a la posada se encontraban disponibles 3 habitaciones. Lo complicado es que solo caben 3 personas por habitaciones. A eso se le agregaba el miedo que teníamos porque habían muchas personas extrañas ahí. Entre todos decidimos que lo mejor era que haya un hombre en cada habitación.

-Yo me voy con Nashla- Menciona August y en seguida abraza a la rubia.

-Yo con Lorena y Lola- Habla Joseph y era de esperarse, pues se trataba de su novia y su mejor amiga. Tal parece que ya él y Lorena habían conversado.

-Bueno yo me iré con August- Dice Miguel.

-Oka, pues en la otra vamos yo, Mónica y Gaby- Habla Kevin.

Ya estábamos divididos, cada quien caminó hasta su habitación. Al llegar a la mía vi que solo había una cama, ahí cabían hasta 4 personas de lo grande que era. Suspiro estresada, porque no tenía ni idea de como ibamos a dormir. La única respuesta sensata es que todos durmieramos en la cama y eso no me agradaba mucho.

-Entonces..- Digo mordiéndome el labio inferior de los nervios y tocandome un mechón del pelo.

-¿Cómo lo haremos?- Continuo.

-Yo duermo en el medio- Dice Kevin y yo me limito a asistir con la cabeza. Ni modo, eso era lo que había.

Luego de unos minutos, nos acomodamos los tres. Cada quien se puso su pijama, yo me puse la más decente que tenía. Nos encontrábamos en la cama, habíamos puesto almohadas para dividir el espacio de cada quien. Mis ojos empezaron a pesarme y los fui cerrando hasta caer en un profundo sueño.

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Las almohadas no habían funcionado de nada, ya que Kevin tiene una pierna encima de mi y sus brazos me rodeaban. Despertar al lado de él me hacía sentir segura y confiada. Me quedé mirando como dormía por unos segundos, era perfecto.

-Kevin- dije, dándole pequeños toques en los brazos.

-Mmmm- hizo un extraño sonido que me saco una sonrisa. Intenté incorporarme y le dije:

-Despierta, tenemos que alistarnos- dije, logrando apartarme de él y parándome de la cama.

-Tal vez, si me das un beso puedo pararme más rápido- Él se giró y me sonreía con picardía.

¿En qué momento esto había cambiado tanto?

Después de insistirle un rato en que se parara para arreglarse, se paró y fue directo al baño. Mónica aún seguía durmiendo. Yo ya me había dado una breve ducha y ahora me encontraba arreglándome. Luego de unos minutos Kevin salió del baño vestido y le dio unas palmadas a Mónica para que ésta se parará.