—Te ves muy linda Kaylee, el embarazo te asienta perfectamente —confeso ella sonriendo.

—Gracias, tú también te ves linda Allison —respondí apenada.

Me acerqué a ella y comencé a maquillarla, al terminar ya estaba bastante linda, no muy exagerada, pero si había quedado muy hermosa, el maquillaje nos hacía sentir un poco más empoderadas, de eso se trataba.

—Listo, te ves hermosa —comenté mientras me levantaba del sillón negro.

—Gracias, estaba que ya no podías más con eso, no aguanto el maquillaje —respondió ella haciendo muecas de estar muerta.

Reímos y tomé mi bolso de la mesa, salimos del apartamento y bajamos por el elevador, al llegar al auto subimos y emprendimos camino, una vez en el lugar del evento, vimos que había fotógrafos y sacaban fotos de todos los invitados, trague en seco, puesto que temí que me tomarían una foto en mi estado.

Bajamos del auto y el chico del valet parking se lo llevo, por suerte habíamos bajado rápido sin ser percibidas por los fotógrafos, mientras entramos al gran lugar, miramos a todos los invitados que estaban muy elegantes, nos adentramos al lugar a buscar al Sr. Blair, lo encontramos junto a Benjamín y otros socios de la compañía hablando animadamente.

—Buenas noches, Sr. Blair —saludé amablemente.

—Buenas noches, Kaylee, te ves bien —respondió sutilmente.

—Concuerdo con mi padre, te ves muy hermosa Kaylee —agrego Benjamín sonriendo.

—Gracias, ustedes se ven muy elegantes —respondí sonriendo agradecida.

Después de charlar con la madre de Benjamín, la cual se llama Odette y es una gran mujer, nos sentamos en una mesa junto a otros invitados de la fiesta, el Sr. Blair comenzó hablar y presentar a su familia, nosotros solo estábamos en silencio escuchando todo.

Luego de que comenzaran todos los donativos, los cuales fueron bastantes, dieron paso a la cena, menos mal porque moría de hambre, dieron un pequeño coctel, pero por mi embarazo no pude tomar, así que tome limonada en una copa mientras saboreaba el olor a limón de mi bebida, todo estaba realmente exquisito, habían escogido un excelente chef para el evento.

La cena había estado riquísima y pusieron música, Allison salió a bailar con un chico dejándome sola con mi postre de fresa, estaba comiendo cuando sentí un tirón que me hizo levantar de la silla bruscamente, Benjamín me tomo de la cintura y deposito un beso en mis labios, quede atónita por lo que había hecho, quería decirles sus cuantas cosas, pero me arrastro hasta el segundo piso, pasamos por unas puertas y no encerramos en lo que parecía un baño.

—¿Qué demonios sucede contigo, Benjamín? —cuestione muy enojada mientras lo miraba tajante.

—Lo lamento Kaylee, es que los fotógrafos quieren saber de quién estoy enamorado, ya que nunca me han visto una novia y piensan que soy gay —respondió el agitado por la maratón mientras ponía una mano en su saco de esmoquin.

—¿De qué demonios hablas Benjamín?, ¿qué tengo que ver yo con eso? —cuestione muy cabreada mientras enterraba mis uñas en las palmas de mis manos.

—Verás, estoy enamorado de mi secretaria y no sé cómo decirle a mi papá, tuve que correr contigo para no crean que soy gay —respondió él tomando su nuca, se podía observar su reloj caro y sus ojos azules me decían que estaba hablando con la verdad.

—Nunca vuelvas hacer eso, estaba comiendo mi postre de fresa y estoy embarazada, nunca te metas con la comida de una embarazada o te rompo tu mandarina en gajos —respondí furiosa mientras lo señalaba como niña pequeña acusándolo.

SIEMPRE TUYA ©Where stories live. Discover now