132. Está Mal |Aaron Carpenter|

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Tiré los papeles de adopción sobre la mesa y el rostro de mis "padres" empalideció.

Se miraron entre sí y luego levantaron la mirada hacia mí.

Corrí hacia atrás una de las sillas que estaba frente a ellos y me senté.

Puse mis manos sobre la mesa y ellos me miraron petrificados.

Nos quedamos en silencio unos minutos. Creo que fueron minutos. No lo sé, estuvimos en silencio.

—¿Por qué? —pregunté casi en un susurro.

Esto me superaba. Jamás fui de las que lloraban, ni de las que demostraban que algo les dolía; normalmente me descargaba llorando con películas o videos tristes.

—¿"Por qué" qué? –mi papá se decidió a hablar.

—¿Por qué jamás me lo dijeron? Ni siquiera tenían pensado decírmelo —me quejé frunciendo el ceño.

—Jamás quisimos que, si querias saber quienes eran tus padres biológicos, sufrieras descubriendo algo que no deseabas —resoplé.

—De eso se trata descubrir quiénes son tus padres biológicos cuando eres adoptado; sufrir cuando encuentras la verdad —dije con certeza.

Había visto demasiadas novelas y escuchado demasiados casos sobre esto.

—Queríamos que fueras feliz —los ojos de mi padre brillaron.

Una lágrima calló por su mejilla. Mi mamá ya estaba llorando hacía tiempo.

—¿Drew lo sabe? —tragué en seco.

Ellos negaron y me sentí aliviada; si mi hermano me había estado mintiendo todo este tiempo no creo que hubiera podido confiar otra vez en alguien.

—Drew... —mi mamá sollozó y cubrió su boca con su mano.—Drew tenía un año aproximadamente cuando te trajimos, y tu eras una recién nacida.

—¿De dónde me sacaron? —pregunté tratando de sonar relajada.

—No lo digas así —me reprochó mi madre.—Te adoptamos, no te "sacamos" de ningún basurero ni de un baño público cómo para que lo digas así.

—Al menos estaba en un lugar decente; tal vez mi madre biológica tenía un poco de piedad... O tal vez tenía mucha pereza de encontrar un basurero con espacio para una bebé —quise bromear, pero ellos me miraron mal.

Se dieron cuenta de que era más una verdad dicho de mala forma, que una mentira.

—No sabemos nada de tus padres biológicos, cuando te adoptamos nos dijeron que llegaste a ese lugar sin datos. No nos importó —papá dijo negando.

—¿Por qué me adoptaron? —les solté de la nada.

Ya parecía estar todo aclarado, pero mis dudas internas seguían ahí.

—Después de que Drew naciera quisimos tener una niña, tu madre se quedó embarazada...

—Pero perdí el bebé —terminó ella.—No queriamos esperar tanto tiempo; queríamos que nuestros hijos crecieran juntos. Y el doctor nos dijo que tendríamos que esperar mínimo un año y medio para poder volver a quedarme embarazada. Comenzamos a pensar en adopción y no le vimos nada de malo —se encogió de hombros.

Imaginas | Magcon BoysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora