Cap 21: Pequeña Familia

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- ¿Y tú qué diablos haces aquí? - preguntó la ojirubí con una expresión muy notable de odio en su rostro.

- Nada que te interese, mocosa maleducada. - Protestó el albino de ojos azules, empujándo a Chara a un costado y entrando sin ningún inconveniente- ¡Hey Tori, ya llegamos!

- ¡Oh, genial! Bueno, Sans. Antes de que te dejemos cuidar de estos traviesos, ¿no se te antoja una tacita de té? - preguntó amable y educadamente el Rey Asgore. Un señor de alta estatura y muy fortachón, cabellos rubios y piel pálida. Su personalidad es siempre muy amigable, pero por "su gente" es capáz de sacrificar otras vidas, por lo cual algunos lo conocen como el Salvador, mientras que otros lo ven como un asesino de almas inocentes. De todas formas es muy respetuoso y sin dudas, muy buen padre de sus tres hijos y esposo de Toriel, la antigua Reina del Subsuelo. Un tipo con el que da gusto charlar, mientras se toma una tacita de té.

- No, muchas gracias Rey Asgore. Quizás la próxima. - se veía un tanto nervioso y su rostro estaba enrojecido, todo el camino se la pasó sudando y no se dignó a responderme que había pasado.

- Ya no más "Rey", por favor.

Sans asintió y sonrió alegremente a nuestro padre, Asgore, quien con las llaves en mano, comenzó a vagar por la casa en busca de Toriel. Sans continuaba con aquel extraño comportamiento del cual él mismo se había arrepentido. Algo andaba mal.
Una vez se encontraron, Toriel y Asgore nos explicaron que debían irse por unos días, ya que debían resolver algunos asuntos con los humanos. No nos especificaron la razón, fue tan repentino que no hubo tiempo para preguntas. Aún así prometieron volver a casa lo más pronto posible.
Inmediatamente después de que ambos cerraran la puerta de entrada, la hermana mayor, llena de furia se dignó a mostrar ante el albino, unas palabras bañadas de rencor.

- Volviste con ella, ¿verdad? - al decir esto, la mirada alegre del ojiazul cambió totalmente a una más seria.

- ¿Y tú que sabes?

- Se te nota por la cara de estúpido. Todos los hombres son iguales. - El de la chamarra azul, quitó su mirada de la chica, sin embargo, en un simple pestañeo, sus ojos se volvieron completamente negros.

- Yo creo, niña, que si vamos a empezar con el pie izquierdo, vas a terminar teniendo a eso que me gusta llamar "Mal Rato".

- Si llegas a tocarme, mis padres van a desterrarte y serás enviado de nuevo al maldito subsuelo para que te pudras.

- ¿No se te hace que nosotros tendremos que cuidar de ellos? - pregunté en voz baja al antiguo príncipe del subsuelo, Asriel.

- La verdad que sí y no tengo muchas ganas de actuar como padre.

- Bueno gente, ¿quién tiene hambre? Muero por una botella de Ketchup ahora mismo. Tanta escuela da mucho canSANSio. - se escucharon unas risas por parte de Asriel mientras qué Chara rodó los ojos y cruzó sus brazos.

- Quiero que te largues de mi casa ahora mismo. - su mirada fría daba miedo. Sus rojizos ojos brillaban entre tanta oscuridad.

- ¿Qué me vaya, yo? No olvides que me dejaron el mando a mí. -dijo el de la chaqueta azul depeinando su cabello alborotado mientras llevaba su mano libre a la nuca.

- ¡Me rehuso a que nos cuides! ¡Me rehuso a ser cuidada por tí!

- Bueno... Ya sabes, en este mundo es Cuidar o ser Cuidado - mi hermano y yo explotamos en risas al recordar las mismas palabras conjugadas de un viejo amigo llamado Flowey. Una pequeña flor dorada carente de un alma, bastante malvada y con una gran historia relacionada con la familia Dreemurr.

- ¡Y también me rehuso a escuchar tus ridículas bromas!

Sans abrió la heladera en busca de condimentos. Al ver que estaba casi vacía, propuso ir a comprar más.

- ¡¡Ni piensen que voy a ir a comprar ketchup para este tarado!!

- Chara, cálmate por favor. No solo vamos a comprar ketchup. Podemos ir por algunos chocolates si quieres. - intentó tranquilizarla Asriel, apoyando su mano en el hombro tenso de su hermana.

- ¡Frisk, necesito hablar contigo! - Tomó mi brazo y subimos corriendo hacia mi cuarto, mientras que los dos hombres de la casa salían a comprar. - Hermana... Odio decirte esto, pero necesitas saber la verdad.

- Ya se de que se trata, Chara. Pero me dijiste que intente olvidar que me gusta.

- ¿Estás feliz de que él se quede?

- Sí, somos prácticamente hermanos los cuatro. Como una pequeña familia. No veo nada de malo en eso.

- ¿Acaso no te diste cuenta aún? Cuando llegamos él estaba nervioso, sudaba y su rostro estaba rojo, comportamiento típico de un chico que es correspondido por una chica. Raro, ¿no?

- ¿Insinúas que Jenny y Sans son novios de nuevo? Por que si es así no me extrañaría para nada.

- Cambio de planes... Tienes que hacerlo tuyo.

- ¡¿Qué!? - su comentario me hizo escupir parte de mi jugo de uva.

- Llegué a la conclusión de que estás indudablemente enamorada de ese estúpido comediante y como dije que te ayudaría, tenemos que recurrir a nuestro viejo amigo que tienes guardado en ese cajón. - dijo, señalando de forma controladora aquel rincón de la habitación, donde un polvoriento cajón ocultaba una realidad que había sido borrada de este mundo, un gran, rojizo y afilado cuchillo llamado "El Cuchillo Real"- Vamos Frisk, ellos también lastimaron a Sans. Tan solo tenemos que... devolverles el favor...

¿Deseas utilizar a tu viejo compañero?...

♡Sí ♡No

HUMANTALE "Mi Trabajo Es Protegerte" (FRANS) [COMPLETA]Where stories live. Discover now