Capítulo Treinta Y Cinco: Don't Let Me Go.

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-¿Te acabas de bañar?

-No cambies el tema.

-Cambiaré el tema si quiero cambiar el tema.-Ella intentó esquivarlo, para llegar a su cuarto, pero Nico se le cruzó.- ¿Qué?

-¿Te pusiste nerviosa, rubia?

-Deja.-Intentó quitarlo del camino, pero le fue imposible, debido a que Nico bloqueaba la puerta de su dormitorio.- ¿Qué quieres?

-¡Estas sonrojada! -La señaló, descaradamente.-¡Te sonroje y ni siquiera te he tocado!

-¡Nico!-Se quejó.

Él se burló de ella. Venus se quedó de pie frente a él, mirando cómo los músculos de sus brazos se flectaban al abrazar su propio torso, en un intento de contener la risa.

-Nico...-Habló mucho más calmada ahora, lo que llamó la atención del joven.

-¿Qué?

-De verdad necesito que te quites de enmedio.

-Bien.-Pareció avergonzarse unos segundos de su propia semi desnudez y se quitó del camino. Venus iba a cerrar la puerta de su dormitorio, cuando sus ojos encontraron a los de él.

-Venus...-Acercó su mano izquierda a la mejilla de ella y la acarició lentamente.- Te quiero.

-Yo también te quiero, Nico.

Esa fue su primera noche juntos. La primera de muchas, cabe recalcar.

La primera vez que se expresaron el amor que se tenían, aunque en ese minuto no hubiese madura del todo y fuese simplemente "Te quiero."

-

La joven de ojos multicolor se sentó en la cama de la habitación donde se estaba quedando.

Estaba en la casa de los Stone-López, la familia que había adoptado a April, la hija que había tenido con Percy.

Había ido a esconderse allí, la verdad. No se le ocurrió algún otro lugar con mayores posibilidades de que Nico no fuese a llegar, buscandola. La verdad, ni siquiera sabía si es que Nico la estaba buscando, pero supuso que lo haría.

Se había dado una ducha. Samantha le prestó un vestido color celeste, para que usara ese día. Era el cumpleaños de April, y las familias de sus padres adoptivos irían a verla.

April estaba feliz de que la tía Venus fuese a visitarlos por varios días justo cuando era su cumpleaños. 

Venus llegó allí directamente luego de haberse ido del campamento. Samantha al parecer había notado algo que ella no la última vez que estuvo allí, porque justo después de devolver a April aquella tarde que pasaron junto a Annabeth, la mujer le dijo que si necesitaba quedarse en algún lado un par de meses, siempre era bienvenida en su casa.

Quizá el hecho de que no hubiese ido con Nico le dijo algo a Samantha que a Venus no.

Se estaba vistiendo cuando escuchó unos golpes en la puerta.

-Venus,-Dijo Samantha.- ¿Puedes bajar a la cocina en unos minutos? Hay alguien que quiero que conozcas.

-Si. En seguida voy.

Termino de arreglarse rápidamente, bajó las escaleras y llegó a la cocina, donde una mujer morena y bastante mayor sostenía una taza de té, frente a otra de piel más clara y ojos celestes, pero igual de mayor.

-Ella es Venus.- La presentó Samantha.- Venus, ellas son Ruth Lopez, mi madre, y Nancy Stone, la madre de Damian.

-¡Que niña más bonita!-Dijo la mujer de ojos celestes, Nancy.- ¿Cuantos años tienes?

Ride. // Nico Di Angelo.Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu