Capítulo Treinta Y Cinco: Don't Let Me Go.

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Voy a mantener los ojos bien abiertos

Mantendré mis brazos abiertos 

Venus Smith cerró los ojos rápidamente. Apenas los había abierto y la luz del sol que entraba por la ventana la había cegado momentáneamente.

La joven de cabello rubio se animó a si misma a levantarse de la cama, recordando que debía pagar las cuentas ese día, porque era su turno, y solo podía pagar hasta las diez de la mañana, y debía entrar a trabajar a las nueve y entonces tenía que llegar temprano a pagar y...

El hilo de sus pensamientos se cortó cuando sintió un brazo pasar por su cintura. Era un brazo fuerte, la piel estaba caliente en contacto con su abdomen que quedaba al descubierto por la playera ligeramente corta que llevaba puesta.

-¿Nico? 

La otra persona no respondía. Iba a entrar en pánico, porque al parecer había dormido con alguien la noche anterior y ni siquiera recordaba quien era y realmente no quería que Nico supiera de eso, porque de verdad le gustaba Nico y le gustaba cuando la besaba y la tomaba por el trasero o la manoseaba y se reía de sus gemidos entre besos y...

-¿Qué pasa, Venus? Deja dormir a la gente, mujer.

¡Era Nico! ¡Gracias a los dioses!

Espera, no.

¿Qué hacía Nico en su cama?

-¿Nico? -No respondió, pero supuso que la estaba oyendo.- ¿Qué haces aquí?

-Cuando llegue a casa anoche estaba cansado y no había hecho mi cama y detesto dormir en una cama cuando no está hecha antes y tú estabas aquí, en tu cama doble perfectamente ordenada de un lado.

-¿No me manoseaste mientras estaba dormida?

-¿Por quien me tomas?- Abrió los ojos, Nico ya no la abrazaba, sino que la miraba feo. Ahora estaba sentado junto a ella.- Yo no me aprovecho de la gente a si.

-Ya,-Ella se incorporó en la cama.- Si sé...-Miró el reloj en su mesita de noche.- Tengo que irme.

-Pero no empiezas en el trabajo hasta las nueve...-Nico la abrazo, aplastando un poco.- Quedate.

-Tengo que ir a pagar las cuentas.-Dijo ella, intentando quitar de encima de ella.- Quédate durmiendo un rato más, si quieres.

-No.-Dijo él.- Voy a prepararte el desayuno, ve a ducharte.

-Estas extrañamente amable hoy...-Murmuró ella, mientras lo observaba a salir de su dormitorio.

Entró a la ducha, donde finalmente dejó que sus pensamientos corrieran en torno a la situación con Nico, sin tener que contenerse.

No habían tenido relaciones, por lo que no era algo sexual... Supuso, porque la verdad si se besaban y se manoseaban cada tanto. 

Él dormía bastante en su cama. La excusa de la cama deshecha era vieja y ambos sabían que mentía, porque Nico jamás dejaba su cama sin hacer. Ella también llegaba a su cama ciertas noches, con excusas igual de baratas.

Eran menos que pareja, pero más que amigos.

¿Qué eran ellos dos?

.

.

Llegó del trabajo temprano. Nico tenía libre ese día pero Venus realmente se sorprendió con lo que se encontró cuando llegó al departamento.

Nico estaba saliendo de su propio dormitorio, vestía apenas unos boxers negros y aún tenía el cabello húmedo.

-¿Qué miras?-Le preguntó él, al verla con los ojos fijos en sus boxers.

Ride. // Nico Di Angelo.Where stories live. Discover now