Capítulo 28 *Tienes razón*

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-¿Qué cosa? -le miré curiosa.

-Que hable yo con ella un rato y después vayas tú ha hablar con ella.

-¿Tú crees que es lo mejor? Justin ella no te quiere ver ni en pintura.

-Menos te quiere ver atí y te vio.

Mi corazón se encogió y un nudo de formó en mi garganta. Sentí como mis ojos se humedecian. El rostro de Justin cambió rapidamente al darse cuenta de lo que había dicho y del daño que me había echo. Sus brazos me rodearon estrechandome en su cuerpo. No hice nada para separarlo. Necesitaba tenerlo cerca.

-Perdóname nena, no quería decir eso.

-Pero tienes razón. Ella no me quiere ni ver. Y debería dejarla tranquila, Justin. Pero es que os envidio. Os envidio atí y a tú madre. Y cuando os veo tan tiernos juntos me acuerdo de cuando yo tenía esos momentos con la mía y buf, no puedo Justin. Quiero muchísimo a mi madre porque es la que siempre estuvo conmigo. Y aunque me obligara ha hacer algo que yo no queria, la sigo queriendo muchísimo.

-Te entiendo nena, te entiendo. -Susurró en mi oído dandome fuerzas.

-No, no me entiendes. Tú y tu madre os llevaís genial. Os quereís un montón y siempre estaís juntos. Ella te apoya, te ayuda y buf, tú haces todo por ella.

Justin agarró mis mejillas e hizo que lo mirara. Juntó nuestros labios en un beso fugaz. Nos separamos por aire, jadeando e intentando que nuestras respiraciones volvieran a ser lentas y pausadas.

-Te amo con todo mi corazón, ______. Odio verte mal y haré todo lo que éste a mi alcance para que tu madre vuelva a quererte y ha hablarte, ¿entendido? -susurró cerca de mis labios. Asentí lentamente y le abracé. -¿Quieres que vayamos a verla? -susurró rozando nuestras narices.

Negué lentamente haciendo que chocaran haciendonos sonreír. Me asomé al salón donde los niños jugaban a sus juguetes mientras que veían la tv. Estaban entretenidos como para no enterarse de lo que queria hacer. Me enganché en su cuello haciendo que se agachara y fundí mis labios en los suyos con un largo beso. Justin gimió en mis labios cuando tiré de su labio inferior hacia mi. Sus manos rápidamente se colocaron en mi cintura y me pegaron a él. Nuestros pechos estaban juntos y se movían a gran velocidad mientras que nuestras lenguas luchaban por el dominio del beso. De un salto me subí a su cintura haciendo que nuestras intimidades chocaran. Gemimos en la boca del otro. Cuando me di cuenta mi espalda chocó contra el blanco colchón de la cama. Sus besos recorrieron mi cuerpo mientras las prendas de ropa desaparecian de nuestro cuerpo. Entre besos y caricias entró dentro de mi, haciendome gemir. Su cuerpo aumentó la velocidad haciendo que entrara más dentro de mi. Me olvidé de toda preocupación que ocupaban espacio en mi cerebro. Me puse encima de él, tomando el control. Pero poco duró, ya que él cogió mi cintura y me movió con fervor. Después de unas cuantas embestidas, nuestros cuerpos se relajaron en el colchón después de llegar al climax. Pero ami me gustaba decir que me llevaban al cielo, porque cada vez que haciamos el amor o simplemente teniamos sexo, me hacia sentirme mejor. Y es que lo amaba. Lo amaba con toda mi alma.

Narra Justin:

Entré en la cárcel dejando a ______ fuera. Me había costado convencerla de que me esperara fuera unos 10 minutos y después entrara ella. Le avisé al guardia de lo que queria hacer y él, raramente, estuvo de acuerdo y fue a buscar a la madre de ______. Mi suegra. Sonaba raro llamar así a una mujer que solo había visto dos veces y ni siquiera habíamos tenido una conversación. Nisiquiera un hola ni un adiós.

Me senté en una de las sillas que había en la habitación y esperé. No podía negar que estaba nervioso, porque lo estaba y mucho. No sabía como aquella mujer iba a reaccionar al verme. La puerta se abiró dejando a la madre de ______ entrar esposada. El guardia la sentó en una silla y se fue.

-Hola -dije apoyando mis codos en la mesa.

-¿Qué haces aquí? -preguntó sin mirarme.

-¿Sabes quién soy?

-Claro que lo sé. Te he visto pocas veces, pero no soy tan tonta como para no recodarte. Eres el esposo de mi hija.

-Exactamente.

-¿Y qué es lo que quieres? ¿Ya fue mi hija lloriqueando y te contó lo que le dije?

-No vino llorando, su hija es muy fuerte. Ella está sufriendo mucho con todo esto. Aún no puede creer que no le hayas perdonado.

-Y es que no pienso hacerlo nunca.

Me quedé pensativo mirando a la mujer que tenía en frente mia. Había levantado la cabeza al decirme aquello, pero después de acabar y mirarme a los ojos con insertibumbre, la bajó de nuevo. Ya no sabía que decirle, pero algo tenía que pensar. Habían pasado simplemente 4 minutos desde que había entrado y es que le había puesto a _____ una alarma en el móvil para que entrara a los 10 minutos. Solo me quedaban 6 minutos para pensar rápido si quería hacer algo productivo. Pero, ¿el qué?

Perdóname [#2temporada Casados por ley] (TERMINADA)  (Justin Bieber) (EDITANDO)Where stories live. Discover now