SERENDIPIA PARTE II: DHASIA

Capítulo 35: Una noche de felicidad

A medianoche, el grupo se reunió en la guarida para celebrar que el plan había salido a la perfección y que el niñato que golpeó a Eric no asistiría a la ceremonia de grado. Estábamos sentados en los muebles, hablando y bebiendo cerveza. Jamie estaba haciendo un resumen de lo sucedido para Ethan quien escuchaba impasible.

-La mejor parte fue cuando terminaron de requisar -luchó para contener su risa-. Bonnie dijo algo así como: "oh, qué tonta soy, aquí está mi celular".

Dhasia y Eric se rieron.

-¿A todas estas, de dónde sacaron los porros? -preguntó como si eso fuese lo único que le interesara.

-Yo la conseguí -dije orgullosa.

Ethan alzó una ceja.

-Por fin Dash consiguió un distribuidor con vagina -soltó con sarcasmo. Mi novia pasó de él y me tomó de la mano. Guardé silencio ante sus provocaciones-. Fue un plan astuto, pero tarde o temprano tendrás que aprender a luchar tus batallas como un hombre. Tu harén de lesbianas no estará siempre para ti.

Quedamos boquiabiertos por su falta de compasión. Andrea, con su particular elocuencia, fue la primera en reaccionar.

-¡No todas somos lesbianas!

-Tres de cinco es mayoría.

-Cuéntalo como cuatro de cinco, porque preferiría ser lesbiana a estar con un cretino como tú -Bonnie se cruzó de brazos-. ¿Por qué seguimos juntándonos con este imbécil?

-Pregúntale a Dhasia -empinó su botella y bebió lo que quedaba de sopetón-. De todas formas, ya me voy. Tengo mejores cosas que hacer -se levantó y se fue.

-¡Qué idiota! -exclamó Andrea.

-Yo ni siquiera soy lesbiana -Jamie añadió.

-Por favor, no digas la palabra "pansexual" -Bonnie se frotó la frente como si tuviera jaqueca.

-Pan... sex...

-Chicas -Eric las interrumpió. Nos habíamos centrado tanto en el arrogante rubio que olvidamos la razón por la cual que habíamos hecho todo-. ¿Creen que Ethan tenga razón?

Se formó un silencio en la habitación.

-Por supuesto que no -Dhasia colocó su mano sobre el hombro de Eric, pero él agachó la cabeza y recogió sus brazos.

-¿Y por qué no me tuvieron en cuenta al armar el plan? ¿Acaso pensaron que iba a echarlo a perder?

Bonnie negó con la cabeza.

-Quería que Andrés y su pandilla te vieran durante el receso para que después no pudieran echarte la culpa.

-No lo sé -soltó un suspiro y le dio un sorbo a su intacta cerveza. Al sentir el amargo líquido pasando por su garganta, arrugó la cara.

-¡Ya basta de caras largas! -Dhasia lo despeinó con sus dedos-. No nos dejemos desanimar tan fácil. Esta es una fiesta, no un funeral. Pongamos algo de música.

-¡Apoyo la moción! -Jamie fue hasta el equipo de sonido.

Colocó I Gotta Feeling de The Black Eyed Peas, canción que para esa época estaban pasando todo el tiempo en las emisoras. Andrea se puso de pie enseguida y empezó a menear su cabeza de un lado a otro. Nos reímos de su entusiasmo, pero lo único que conseguimos fue que nos obligara a despegar nuestros traseros del sofá. Jamie se sumó y juntas bailaron sin control, como si estuviéramos en la mejor discoteca de la ciudad. No nos quedó de otras que unirnos.

Varias canciones y cervezas después, casi todos estaban ebrios. Eric, como de costumbre, se quedó dormido en el sillón tras finalizar su segunda botella. Por primera vez, Bonnie desistió de dibujarle penes en el rostro y, en su lugar, trazó una barba de mafioso italiano usando su delineador negro. Andrea y Jamie se encontraban acostadas en el piso, hablando sobre cosas que carecían de sentido y fingiendo que hacían ángeles de nieve. Dhasia y yo aprovechamos que sus amigos estaban distraídos para continuar bailando solas en un rinconcito.