Capítulo 37: Puntos suspensivos

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Antes de empezar:

Este capítulo es ligeramente más corto que lo acostumbrado (unas 1,000 palabras menos... ligeramente). No quería hacerlo más largo porque creo que ya de por sí puede resultar un tanto confuso. En fin, la idea aquí es expresar en crudo los sentimientos de la leona como si se tratase de una especie de monólogo hablando con Mheetu a lo largo de los días y a medida que Lian y Robert se apartan uno de otro. Dado que entre el Capitulo 36. Cómo confundir un corazón y el Capítulo 38. Dejar ir  transcurren varios días, fue la mejor forma que se me ocurrió de dar un "salto en el tiempo" sin perder noción de lo más importante. Pude haberlo narrado todo corrido simulando el paso de uno o dos días pero, siendo sinceros, una confusión como la que se supone está pasando Lian no se consume en dos días.

Escribí esto con la idea de que estuviese cargado con el suficiente sentimentalismo como para expresar toda la confusión de la leona y la forma en que ve el comportamiento de Robert en lo que ella intenta poner orden a sus sentimientos mientras se desahoga con, ahora, su único amigo.

Si gustan pueden ignorarlo y pasar directamente al Capítulo 38 puesto que no aporta nada demasiado relevante para la trama.

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Los días pasan mientras trato de convencerme del discurso que yo misma me he dictado. Tenerlo lejos debería ayudarme a despejar mi juicio, a pensar con la cabeza y no con mis estúpidos sentimientos que solo han sido buenos para traernos hasta donde estamos.

Pero, ¿cómo te desprendes de alguien sin sentir la necesidad de volver, Mheetu?

Me mantengo firme con la idea de hacerme entender. Me mantengo lejos para no dejar que su presencia interfiera en lo que quería conseguir. Me mantengo porque no soy una cobarde. Pero el ser cobarde o valiente no te salva del dolor, ¿verdad? Mierda, desearía no sentir nada. Desearía no estar lloriqueando como una pobre idiota. Desearía que todo esto fuera un mal sueño.

No sé cuánto tiempo vaya a tardar en conseguirlo. Solo espero que, cuando logre deshacerme de esto, no sea demasiado tarde. 

*     *     *     *     *  

Aun no entiendo como lo hace, Mheetu. 

Desearía poder acercarme y decirle de frente: dime, ¿es realmente necesario que actues así? ¿No te das cuenta que me estás haciendo daño? Pero todos sabemos que no lo haré.

Hoy lo vi salir de la guarida cuando llegué, justo cuando Danny hacía lo mismo. Sé que ellos son amigos desde hace mucho, y no me extrañó verlos bajar la colina mientras platicaban. Robert siguió su camino, y ella se acercó a mi. Él volvió a pasar al cabo de unos minutos. Lo vi. Esta vez no lo disimulé. Y sé que él me vio, estoy segura. Siguió caminando, pero me clavó la mirada. Y lo siguió haciendo mientras subía la colina. Y cuando entró a la guarida.

La discreción no es precisamente su fuerte, ¿sabes? E ignorar las cosas tampoco es el mío. Y es que es tan difícil solo dejarlo pasar.

¿Realmente no se da cuenta que me estás haciendo daño? Solo pasa frente a mi, me observa, y se va. El mismo cuento de todos los días. Después de nuestra primera discusión pensé que íbamos a dejarnos de todas estas tonterías. ¿Son realmente necesarias? Dime por favor si soy yo la que se equivoca.

Cuando estamos reunidos con el resto tampoco me dirige la palabra. Mucho menos cuando por casualidad nos dejan a solas. Sé que yo tampoco lo hago, y sé que está mal, pero yo tengo mis razones para ocultar mis sentimientos. ¿Cuáles son las suyas?

Y mientras él me ignora, y yo lo ignoro, mi corazón empieza a morir. Lenta y dolorosamente. Agobiado por el penetrante filo de los restos de esta fría relación.

Lian's StoryWhere stories live. Discover now