Destinada a amarte (SwanQueen)

Te encontraré

Capítulo 27

-Cual es tu tercer y ultimo deseo-. Pidió el genio, por quinta vez esa semana. Ya estaba aburrido, esa niña caprichosa lo tenía aburrido. Le repitió varias veces que la muerte del rey no podía remediarlo con magia. Que él le había advertido de que ésta tenía un precio y ella no quiso escucharlo. Entonces la niña se arrepintió de haber hecho lo que hizo con Emma y Regina y que quería que volviera. Pero nuevamente el genio le repitió la regla de los deseos. Ya no había vuelta atrás. Lo hecho, hecho está.

-Te lo regalo-. Dijo esta, aburrida de que siguiera ahí, dándole la lata con que pidiera su último deseo.

-Vale... adiós-. Dijo este, tratando de alejarse lo más rápido que pudo de esa insufrible niña. Cuando al girar una esquina se topó por primera vez con la reina, quedando atrapado por la belleza de la mujer.

-Quien es usted?-. Preguntó Regina al ver que el tipo quedaba en transe y ni siquiera se disculpaba por chocar con ella.

-Ahhh. Yo... Lo siento su majestad-. Dijo haciendo una reverencia. -Mi nombre es Sidney de Agrabah. Estoy aquí por los funerales del rey-. Mintiendo rápidamente. -Lamento su perdida.

-Gracias-. Dijo ella, alejándose rápidamente hacia su habitación, necesitaba encontrar una pista de donde podría estar Emma. No sabia nada de Richard ni de Jack. Le preguntó incluso a los guardias si sabían de ellos o los habían visto, pero estos no tenían idea. Que diablos había pasado?, donde estaba su esposa?, donde estaban sus amigos. Donde estaba Granny?. Frustrada lanzó los frascos de perfumes y lociones que tenia en su tocador, rompiéndose en mil pedasos en el frio suelo de piedra.

-Me gustaba el que olía a cerezos, querida...

-Que haces aquí!-. Le increpo al diablillo que se encontraba sentado en el sillón junto a la chimenea.

-Nada, una visita de cortesía nada más. Han encontrado ya al culpable de la muerte del rey?-. Preguntó con una sonrisa.

-No, pero seguro tú sabes de eso...

-Mmmm solo sé, que quien lo hizo, lo hizo por venganza... y que seguramente ahora esta viviendo muy feliz. Porque tan frustrada querida? Se te perdió algo?

-Tú... que sabes de Emma!, donde está?-. Dijo acercándose furiosa. El diablillo solo se rió desquiciadamente, aplaudiendo. -HABLA DE UNA VEZ, QUE LE HICISTE!

-Yo?-. Dijo señalándose así mismo -No querida, yo no hice nada. Pero sí sé donde está!

-Donde?-. Gruñó entre dientes. Rumple sonrió. Ésta era la Regina que el quería ver, ésta era la mujer que necesitaba. Llena de rencor y sedienta de venganza.

-Volvió a su mundo... a ese lugar sin magia del que vino.

-Que?, Como?

-Mmm un pajarito me contó que fue mediante un deseo... un deseo de la lámpara de un genio.

-Quien pidió ese deseo?!-. Exigió cada vez más furiosa.

-Quieres una pista?

-BASTA DE TUS JUEGOS!

-Cabello negro...

-Rumple!

-Piel tan blanca como la nieve...

-No...

-Oh si, fue esa misma niña quien provocó la muerte de tu amado, la que te separó de tu nuevo amor...

-Pero... por que...

-Al parecer las vio besándose, intuía que algo se cocía entre ustedes, parece que no era tan tonta como parecía... se encontró esa lámpara y le pidió un deseo al genio. Estaba celosa y enojada supongo. O tal vez solo es egoísta-. Dijo metiendo mas leña al fuego. Regina estaba lívida, ansiaba con tantas ganas romper el delicado cuello de la preciosa tontanieves.

-Esa pequeña bestia... la voy a matar-. Dijo llena de ira. Provocando una sonrisa de suficiencia en el diablillo. Si... fue bueno dejar esa lámpara ahí. Pensó. Mientras observaba el resurgir de su monstruo.

-Bien querida... quieres entonces seguir con tus clases de magia y vengarte de esa mocosa?

-Hagámoslo-. Respondió decidida. Mientras el brillo de sus ojos se extinguía.

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Tres años. Tres malditos años tratando de matar a la maldita peste, que era su hijastra. No pudo matarla en cuanto supo lo que había hecho. No podía, en el tiempo que estuvieron con Emma en casa de Granny se había encariñado con la chiquilla, y le tomó alrededor de tres años enterrar ese sentimiento protector. Descubrió quien era el maldito genio e intento matarlo, pero este deseó para si mismo quedarse con ella y quedó atrapado en el espejo, prometiéndole ayudarla en sus planes de venganza contra la niña egoísta que arruinó su vida. Luego contrató al cazador y éste de corazón blando cayó en la rápida manipulación de falsas lágrimas de Blancanieves fallándole a la reina. Y entonces le encontró otro beneficio convirtiéndolo en su juguete sexual a los ojos de todos los demás. Pero la realidad, es que no podía ni se sentía con ganas de engañar a Emma, aunque fuera puro sexo. Le era imposible fallar en sus votos matrimoniales.

Nunca supo porqué ni Granny ni Red, parecían reconocerla, como si nunca la hubieran visto jamás, supuso que ellas preferían evitarla a ver en lo que se había transformado. No es como si las culpara. Ni ella misma se gustaba, y estaba segura que a Emma tampoco. Pero tenia que volver a encontrarla. A como diera lugar. Aún si su alma se corrompía completamente al lanzar esta maldición, era lo único que la llevaría a la tierra sin magia donde estaba su amada.

Ahora parada frente a una angustiada Blancanieves, con su príncipe medio muerto entre sus brazos y con la maldición encima de ellos, no pudo evitar recordar algo que le dijo Emma en el pasado.

Flashback

Llevaban solo unos pocos días de novias. Ocultándose entre las sombras del castillo lograban ser felices por pocos momentos en el día.

-Me pones nerviosa cada vez que pones esa cara-. Dijo la morena, deteniéndose junto a su novia que se quedó mirando el paisaje desde una ventana. -Siento como si fueras a irte muy lejos. ¿De qué tienes miedo?¿Qué no me dices?

-Es solo...que me siento nerviosa siempre viviendo aquí-. Respondió sin mirarla a la cara aun concentrada en el paisaje -Cada paso que doy... siento que debo ser cautelosa, como si estuviera caminando sobre hielo fino. A veces, siento que no puedo respirar.

-¿Aunque me tengas a mi?¿Sigues sintiéndote así?-. Preguntó Regina asustada de lo que podría oír. La rubia se giró a verla con una sonrisa melancólica.

-Si nos hubiéramos encontrado en otro mundo y en otra época... pensaba en lo genial que hubiese sido-. Le acarició el rostro. -No tendría miedo a nada. Libremente... sinceramente, podría amarte todo lo que quisiera.

-También creo que seria genial.

Fin Flashback

-Si no somos del mismo mundo...te encontraré. Mi Emma-. Se prometió la reina dejándose envolver por la oscuridad y la bruma de la maldición. Deseando con todo su corazón, que pudiera encontrar a su amada esposa.

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Y ASÍ ES COMO EL DESTINO DE CONVERTIRSE EN LA REINA MALVADA SIGUIÓ SU CURSO.
ESPERO MUCHOS HERMOSOS COMENTARIOS.
SIEMPRE ME ANIMAN 😊.
NOS LEEMOS PRONTO!