Sólo un pequeño cambio

3.2K 251 74
                                    

Capítulo 22
.


EL incesante y molesto sonido de una trompeta lo despertó. Sobresaltándolo.

-Disculpa. ¿Estabas durmiendo?- Le pregunto el joven moreno de ojos azules. Sentado frente a el rey, con la trompeta en la mano.

-A… a.

-¿A…?¿A…?. ¿Agua?-. Preguntó apuntando una jarra que estaba a su lado. –Quieres algo de agua-. Cogió la jarra. –Desearía tener un poco para ti-. Dijo y cuando el rey lo miró, volteo la jarra derramando toda el agua en el suelo. Volvió a dejar la jarra en la mesa, y se levanto de su asiento y se encamino hacia el rey.

-Entonces juguemos un juego. ¿Cuál parte del cuerpo necesitas menos?.

-Por favor.

-Por favor no es ninguna parte del cuerpo.

-Te lo diré todo, por favor.

-Pero ya me lo dijiste todo. ¿Recuerdas? Violaste a todas esas chicas para vengarte de una mala mujer. Aunque una buena parte de esas chicas murieron… la mayoría de hecho. Muchas lograron sobrevivir y contar quien fue el que les hizo eso. Muchos de sus familiares tuvieron miedo de contar algo, y tú los silenciaste muy bien con dinero. Pero te diré algo-. Acercándose más al rey para decírselo cerca del oído –La mejor forma de silenciarlos… es matándolos-. Dijo con una sonrisa sádica –Ahora ¿Qué tal tu meñique? No los usas mucho… ¿solo para esos anillos verdad? Bien. Empecemos con ese-. Sentenció acercándose a su mano derecha para desatar las amarras y ajustarla a una altura mas baja.

-Ahhh-. Se quejo el rey por el brazo entumecido por estar tanto tiempo levantado.

-Te has estado preguntado por qué estas aquí, ¿no es así?. Donde estás. Quien soy. Por qué te estoy haciendo esto. Así que adivina. Si adivinas, te lo diré. Lo juro por dios. Ganas el juego si puedes adivinar quién soy y por qué estoy torturándote, y yo gano el juego si me ruegas que te corte el dedo.

-Si gano, ¿dejarás que me vaya?-. Pregunto esperanzado.

El joven entrecerró los ojos pensando, luego se encorvo para hablarle de cerca. – Si piensas que esto tendrá un final feliz, no has prestado mucha atención-. Dijo riendo.

-Por favor.

-Si vuelves a decir “por favor”, desearas no haberlo hecho-. Dijo sacando una navaja. –Tú primero. ¿Dónde estamos?

- En el oeste.

-Demasiado vago.

-Cerca del mercado.

El moreno se soltó a reír –Pésima conjetura-. Se acercó a la mano y le rajó el dedo, de lado a lado. Haciendo que rey se retorciera. –Ahora, ¿Dónde?.

-Cerca del puerto.

-¿Me veo como un maldito pirata para ti?-. Volvió a reír y procedió cortando el dedo.

-¿En mi castillo?!- el joven se detuvo y se coloco nuevamente frente a él.

-¿Tu castillo?-. Pregunto entrecerrando los ojos. –¿Cómo lo sabías?.

-¿Donde más habrían calabozos de tortura?.

-Muy bien, majestad. Reconoce sus dominios.

-¿Y quien soy yo?

-Cedric Giller.

-Está muerto. Azotado por tus guardias-. Dijo apretando la mandíbula, cosa que no paso desapercibido por el rey.

-Era tu hermano-. Al no recibir respuesta siguió – Tu padre es Joe Giller, el panadero-. El joven se dio la espalda y fue a sentarse.

-Juraste decirme si…

Destinada a amarte (SwanQueen)Where stories live. Discover now