Somos raros

1.6K 179 34
                                    

Ruggero estaba despidiendo a los últimos invitados mientras yo tomaba una manta y una almohada y me dirigía a la sala.

Lo vi cerrar la puerta, darse la vuelta y mirarme.

- ¿Qué haces con eso?

- Tú... - lo señalé y tiré las cosas al mueble. - vas a dormir hoy aquí. - soltó una risa.

- Vamos, ¿es en serio?

- No pienso dormir contigo hoy Pasquarelli.

- ¿Me has llamado Pasquarelli?

- Ah perdón, disculpa, Paulina Rubio. - me miró extraño.

- ¿Quién es Paulina Rubio?

- Es… es una actriz porno. - le mentí.

- ¿Por qué me dices Paulina Rubio? - me miró. - Espera, ¿como sabes que es una actriz porno? - se me acercó. - ¡Espera, espera, espera! ¡MIRAS PORNO! - dijo sorprendido frunciendo el ceño. Me reí.

- Tú no me complaces, así que me toca buscar métodos para hacerlo yo misma. - dije sonriendo. Él se me quedó mirando serio.

- Eso no decías ahorita.

- ¡Chingate! - le grité en español y comencé a caminar hacia la habitación.

- ¡No me hables en español!

- Yo te hablo como yo quiera. - le volví a decir en español. - Además, ya es hora de que aprendas el español, ¡por Dios! - me miró sin entender.

- En ingles, por favor, háblame en ingles. - dijo comenzando a frustrarse.

- ¡No! - le grité volteándome hacia él, viendo como sacó su celular.

- ¡Paulina rubio no es actriz porno! - dijo leyendo la búsqueda de ella en internet que había hecho.

- ¡Pendejo!

- No me digas pendejo y deja de molestarme con mi cabello.

- Tú sí me puedes molestar a mí y yo no a ti. - le dije cruzándome de brazos.

- Te ves tan linda enojada. - me dijo sonriendo. La sangre me hirvió más.

- ¿Ah si? Pues me verás hermosa, Pasquarelli, ¡te estoy hablando en serio!

- Yo también te hablo en serio al decirte que vas a dormir conmigo.

- No lo haré.

- ¡Claro que sí!

- ¡Claro que no!

- ¡Karol!

- ¡Ruggero!

- Sabes que me enoja que me prives de ti. - me dijo bufando.

- No me importa, eso te lo buscaste por dejarme a mitad de un orgasmo.

- Ah, por eso estás enojada. - me dijo riendo.

- Te voy a hacer lo misma y vamos a ver quien se enoja más.

- ¡Ni se te ocurra hacerlo! - me dijo serio.

- Ves que enoja que dejen a mitad de un orgasmo. - volvió a reír. - ¡No te rías!

- ¡Ok, perdón!

- Hoy no vale perdón ni nada, hoy duermes allá.

- No lo haré.

- En mi cama no vas a dormir.

- Es nuestra cama, te lo recuerdo.

- ¡No me importa, hoy nada más es mía! - le dije por último y entré a mi cuarto.

TUYA | segunda y tercera temporada Where stories live. Discover now