| Capítulo 16 |

2K 142 4
                                    

- ¡No! - me dijo fuerte y claro.

- Pero amor...

- No.

- Solo es una semana.

- No.

- Es solo un amigo.

- No.

- Pero si yo soy solo tuya.

- No.

- Ruggerito…

- No.

- ¡No seas así Ruggero!

- ¿Acaso no entiendes lo que es el no? ¡NO KAROL, NO! - me crucé de brazos haciendo un puchero. - ¡Aunque me hagas esa cara la respuesta sigue siendo NO!

- ¡¿Porque no confias en mí?!

- ¡No confío en él!

- Sí pero…

- ¡NO! ¡Aunque me digas que tú no vas a dejar que nada pase la respuesta sigue siendo NO! ¡Tú eres mía, solo mía, solo para mis ojos, nada más!

- Me harta que seas tan celoso a veces. - dije ya de mal humor.

- Y a mí me harta que tengas a tantos hombres atrás de ti. - lo miré frunciendo el ceño.

- ¿Cuáles tantos hombres? ¡Solo eres tú! ¡Nada más que tú! Entre Michael y yo no hay absolutamente nada.

- ¿Y qué hay de la foto que me mandaste cuando estabas enojada conmigo? - su voz seguía siendo fuerte y áspera.

- Tú mismo lo has dicho, estaba enojada contigo, por Dios Ruggero. - me levanté. - Solo fue por la rabia pero intencionalmente no fue.

- ¡Me importa!

- Que tal si te hubiese dicho que nos acos… - me quedé callada. ¡Maldición! ¡Yo y mi bocota!

- ¡Termina lo que ibas a decir! - me habló fuerte parándose delante de mí.

- Yo no iba a decir nada.

- ¿Nada? - me tomó fuerte de los brazos fuertemente estremeciéndome. - ¡Maldición, te acostaste con él!

- Rugge, yo… - y aquí es cuando me bloqueo, su agarre me dolía en mis brazos y mi corazón no paraba de latir como pidiendo auxilio, tenía una mirada que nunca en mi vida le había visto, por primera vez… tenía verdadero miedo de Ruggero.

- Escúchame bien, tú eres mía, solo mía, solo yo puedo verte desnuda, solo yo puedo besarte... - me estremeció entre sus manos. - ¡Solo yo, maldición solo YO! - me levantó la mano y mi corazón se detuvo por un milisegundo viendo como su mano se dirigía hacia mi rostro, hasta que se detuvo a cinco centímetros de mí y cerré los ojos con fuerza dejando salir unas cuantas lagrimas. - Yo… - abrí mis ojos al escucharlo más calmado, y ahí lo vi mirando su mano fijamente mientras ella temblaba, me miró a mí, me soltó y retrocedió.

- Me ibas a pegar Ruggero. - mi voz temblaba igual o peor que la mano de él.

- No… yo...

- Sí lo ibas a hacer. - retrocedí de él.

- Amor yo… - pasó sus manos por su rostro aún temblando, se dirigió a la puerta. - lo siento… -miraba para todos lados sin el mismo poder creerlo. - Yo… necesito estar solo. - abrió la puerta saliendo pero se regresó. - Te amo ¿ok? Lo siento. - dijo por último y se fue.

Pronto me encontré sola llorando en la disquera de Ruggero, no puedo creer lo que acaba de pasar, creo que tanto Ruggero como yo estamos en shock, ninguno de los dos sabíamos exactamente que pasó en realidad… Ruggero me iba a pegar, me levantó la mano, siempre supe que era celoso pero nunca hasta allá… esta vez no me pegó, pero… ¿Qué tal si otra vez si lo hace?

Manejé como pude hacia el apartamento de Agustín y apenas él me abrió me tiré en sus brazos buscando un refugio de todo.

TUYA | segunda y tercera temporada Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon