- Estoy harto, amor. - me dijo mientras lo veía ponerse el vestuario del concierto.
- Harto ¿por qué?
- Quiero gritarle al mundo que dentro de una semana nace mi hijo. - me miró. - Quiero gritarle al mundo que me casé, que tengo a la esposa más maravillosa del planeta, quiero gritarle al mundo que estoy muy feliz por eso. - lo miré mientras veía con que anhelo hablada.
- Sabes que tu carrera puede estar en riesgo.
- Lo sé, pero por eso no voy a dejar que mi familia esté oculta, siento como si te estuviese negando cada vez que me preguntan si salgo con alguien o algo referente a eso. - me le acerqué.
- Amor, yo te entiendo, yo sé que es tu trabajo.
- Lo sé y en serio te agradezco por apoyarme en todo pero... - tocó mi barriguita de ocho meses y tres semanas. - No quiero que mi hijo nazca y tenga que ocultarlo de todo, no quiero que eso pase.
- Es tu decisión amor, tú más que nadie sabe todo lo que vas a arriesgar con eso.
Me miró y juntó nuestros labios en un dulce beso, sé que todo esto para él es algo incomodo y triste, tener que ocultar una parte de su vida solo por el hecho de que su carrera puede estar en riesgo... él sabe que si dice la verdad algunas fans lo dejarán y otras Ruggeristas se quedarán... pero a fin de cuenta, él está vendiendo su música, no su vida.
- ¡Ruggero! - gritó Gastón entrando al camerino interrumpiendo nuestro beso. - Oh, disculpen.
- Tranquilo. - sonrió Ruggero sin ganas. - ¿Qué pasó?
- El concierto ya empieza, debes estar en el escenario.
- Está bien, ya voy. - Gastón se fue y él me volvió a mirar.
- Te amo. - le dije sonriendo. - Te amo y siempre estaré aquí pase lo que pase.
- Te amo. - me dio otro corto beso. - Gracias por apoyarme y estar ahí siempre.
Le sonreí y tomé su mano guiándolo hasta el escenario escuchando los miles de gritos, sentí como su mano se apretó sobre la mía y vi esa sonrisa en su rostro, esa sonrisa que solo aparecia cuando iba a cantar e iba a hacer algo que ama.
- ¡Suerte!
- ¡Te amo!
Gritó antes de subir al escenario y yo me quedé tras de él, junto a todos los del team que hacian que el concierto de Ruggero fuera posible, además están Antonella, Bruno y Leonardo, la música empezó a sonar, vi como suspiró y volteó a verme, le sonreí pero lo noté algo inquieto, sé que el tema lo tenía algo nervioso, además de que este concierto lo iban a ver todas sus Ruggeristas del mundo por satélite.
- ¡Esperen! - gritó de repente en el escenario, todo se iluminó y se detuvo la música, de repente hubo un silencio, todos estaban al expectativa para ver que pasaba. - Ahora mismo estoy rodeado de todas las personas que amo, porque ustedes... - señaló la cámara del satélite. - ustedes... - señaló al publico. - y toda mi familia y amigos que están atrás del escenario son todas las personas que amo, por eso voy a decir algo muy importante que ustedes no saben.
- ¿Qué está pasando? - escuché decir a Gastón a unos cuantos pasos de mí.
- No sé. - le respondió Antonella.
- Karol ¿tú sabes qué pasa? - me preguntó Bruno.
- Creo que sí... - dije algo nerviosa.
- ¿Qué? - me dijo Gastón.
- En el camerino, hace unos minutos, Rugge me dijo que estaba harto de ocultarle al mundo que estaba casado y que iba a tener un hijo.
- ¡Qué! - gritó Gastón. - ¡Va a dañar su carrera, joder! - se puso las manos en su cabeza.
- Yo creo que debe hacerlo. - dijo Antonella, todos la miramos. - Vamos, mi hijo está sufriendo con esto, todas sus Ruggeristas van a seguir ahí, créame, así va a ser.
- Karol. - se escuchó de repente a Ruggero llamándome en el escenario, todos me miraron.
- Anda cariño, todo va a estar bien. - me dijo Antonella animándome.
Bruno me tomó de la mano y me acompañó hasta al lado de Ruggero.
- Gracias papá. - Bruno le sonrió y bajó del escenario dejándome al lado de Ruggero, quien me tomó la mano. - ¡Supongo que todas saben quien es ella! - preguntó al publico.
- ¡Era tu asistente! - gritaron todas al mismo tiempo.
- Era, muy bien dicho. - sonrió. - Karol tiene meses que ya no es mi asistente, de hecho la despedí, no trabajaba bien. - dijo jugando, lo miré mal y muchas se rieron. - El asunto es que hace unos años, esta señorita que ven aquí era mi novia. - lo miré a él, porque sé que si miraba al publico me desmayaba ahí mismo, nunca entendí como él es capáz de pararse delante de millones de personas y no desmayarse. - Digo era porque ahora es mi esposa. - el púbico seguía en silencio y mi corazón a mil. - Y este bebé que está esperando es mío, es un niño. - dijo emocionado y también algo nervioso, suspiró. - Les juro que quería decirles a ustedes, a mis Ruggeristas porque ustedes son una gran parte de mi vida, las amo, sin ustedes prácticamente no sería nada, no creo que ni siquiera la hubiese conocido a ella. - me miró. - Ni tampoco ahora estaría a punto de ser padre. - volvió a mirar al publico. - Así que les quiero agradecer a todas las Ruggeristas presentes y las que me ven desde sus casas, todas las cosas que me han dado, y sé que algunas ahora se sentirán decepcionas o me dejarán, pero en serio, quiero que no lo hagan, las amo y a pesar de todo siempre estaré para ustedes así como espero que ustedes siempre estén para mí...
Se escuchó el silencio más largo que había presenciado o quizás eran los nervios que me hacía verlo así, sentí la mano de Ruggero apretarse fuerte agarrando la mía, sé que él más que nadie estaba nervioso por todo.
Aplausos comenzaron a escucharse, miré al publico y todas me miraban con una sonrisa aplaudiendo y de repente se escucho la voz de todas unidas cantando y mis ojos comenzaron a aguarse.
¡Definitivamente Antonella tenía razón y Ruggero tiene las mejores fans del mundo!
- Gracias. - suspiró Ruggero sonriendo. - ¡Ahora sin más, que comience el concierto!
Me dio un último beso y All Around The World volvió a sonar, me bajé del escenario todavía con los nervios de punta viendo como Ruggero comenzaba a cantar y hacer su presentación, mientras él cantaba las notificaciones de twitter se volvieron locas en mi celular, miré y eran miles de mensajes de Ruggeristas hacia mí y Ruggero, todas apoyándonos, una que otra fan insultándonos pero 98% se habían quedado y habían apoyado a Ruggero y eso valía mucho más.
Al acabarse el concierto Ruggero se despidió y entró al camerino donde estaba yo, se me quedó mirando sonriendo, por fin lo veía totalmente en paz y feliz.
- ¿Por qué lo hiciste?
- Porque al salir al escenario, las vi a todas contentas, sonriéndome, apoyándome, y ahí comprendí que ellas nunca me abandonarían y que podía confiar en ellas plenamente, ahora... - me abrazó como pudo ya que la barriguita ya no lo dejaba acercarse tanto a mí, sonreí. - estoy plenamente feliz.
- Me alegra... - y aquí venía el dolor, apreté mis manos en sus brazos.
- ¿Qué pasa?
Miré para abajo y vi mis pantalones llenos de agua con sangre... creo, Ruggero me miró extraño y bajó la mirada también y su rostro fue entre alegría, miedo, nervios... un poco de todo.
- ¡VOY A SER PADRE! - fue lo último que le escuché decir cuando otro dolor fuerte me dio y vi todo negro de repente.
