Celos

1.8K 165 18
                                    

- Te tengo una pregunta amor. - le dije mientras lo veía conducir.

- ¿Qué pasó?

- ¿Por qué hagas lo que te hagas te ves hermoso? - sus mejillas tomaron un ligero color rosado, sonriendo, tratando de no mirarme. - ¡Te has sonrojado!

- ¡No me hagas esos comentarios!

- ¡Que lindo, amor!

- No, no me gusta sonrojarme. - dijo mientras se reía y con su mano derecha tapaba su rostro.

- ¡Te ves hermoso!

- Basta. - dijo riendo.

- Te amo.

- Yo también te amo pero no me hagas sonrojar. - dijo mirándome, para luego volver a ver la carretera.

- No fue mi intención, pero me gustó hacerte sonrojar. - lo miré. Llevaba un gorrito, desde que se pintó el cabello siempre anda en gorra o gorritos. Amor...

- ¿Uhmm?

- ¿Por qué usas gorritos?

- Por nada.

- ¿No te gusta como quedaste, verdad?

- Todo el mundo se burla de mí, tenías razón. ¡Mucho bullying he recibido! ¡Hasta de mis Ruggeristas y tú!

- Amor, pero es de cariño, es como cuando entre tú y Agus se hacen maldades en los conciertos... así.

- Lo sé, pero…

- Sabes que no lo hacemos por verte mal, tú sabes que las Ruggeristas te ven como su amigo, novio, compañero, ya eres parte de ellas.

- ¿Novio? - me miró sonriendo. - ¿No te pones celosa?

- Solo con ellas acepto eso, ¿okey? - lo miré seria señalandolo, mientras su sonrisa adornaba su rostro.

- Okey. - miré el reloj, faltaban tres horas para que volviéramos a casa y le hiciéramos la sorpresa a Ruggero.

- Amor, no vamos a casa ¿verdad?

- No.

- ¿A donde vamos?

- Te voy a mostrar una casa.

- ¿Una casa? - asintió. - ¿Para qué?

- Para qué será...

- ¿Qué tiene de malo la nuestra?

- Nada, solo que esta es mas grande. Tiene mas espacio donde pueda jugar Santi. Es mas bonita. No sé, es mejor.

- Por lo que veo está mas lejos de todos.

- Un punto a su favor también.

- ¿Por qué quieres alejarte de todo? - me acomodé de lado para verlo bien.

- Porque últimamente siempre que llego hay alguien en la casa y pues... te quiero para mí solo.

- ¿Planeas secuestrarme? - me miró sonriendo.

- Algo así.

- Después de que me satisfagas en todo lo que te pido, con mucho gusto. - le sonreí y él me sonrió igual.

- Siempre lo hago preciosa, siempre lo hago. - me guiñó el ojo y se orilló en una casa. No, una casa no, una mansión. ¡Dios! - Hemos llegado.

- Lo he notado. - se bajó del auto y me abrió la puerta.

- ¿Te gusta? - dijo mientras caminábamos hacia adentro.

- Es una mansión Rugge.

- ¿No te gusta?

TUYA | segunda y tercera temporada Место, где живут истории. Откройте их для себя