| Capítulo 23 |

2.5K 193 8
                                    

No pude hablar, ni mirarlo más... otra vez me quedé sin palabras.

Al aterrizar en el suelo justo en los pétalos de rosa, Ruggero me quitó el paracaídas que me fijaba a él y caminó hasta ponerse al frente mío buscándo mis ojos pero mis mejillas seguramente estaban rojas y mi mirada seguía en el suelo, me tomó delicadamente del mentón y me alzó el rostro encontrándome con esa hermosa sonrisa y esos lindos ojos cafés... y de repente comenzó a reírse.

- ¿Por qué te ríes? - le dije seria.

- Tenías ratos sin hacer esto.

- ¿Qué cosa? - lo miré sin entender.

- Esto, de que te digo algo y te quedas en shock, extrañaba eso. - pasó su mano por mi mejilla sobándola delicadamente. - ¿Te acuerdas que te dije que cuando te pidiera matrimonio te ibas a quedar en shock de nuevo?

-Sí. - le sonreí. - Me dijiste que no querías que me quedara así porque las personas iban a pensar que no quiero casarme contigo. - él rio un poco.

- Es justo lo que estarán pensando ahora.

Se movió un poco dejándome ver a todos los que estaban atrás de él...

¡Dios! Su familia, mi familia, nuestros amigos nos miraban con expectación esperando mi respuesta.

- Has traído a mi familia. - dije volviéndolo a mirar a los ojos.

- Amor, si tenía que hacer esto, tenía que hacerlo bien. - una lagrima cayó por mi mejilla. - Espero que sean de felicidad. - asentí algo conmocionada, pasó su mano por mi mejilla secando mi lagrima. - ¿Amor?

- Dime.

- Estamos esperando tu respuesta. - me dijo sonriendo algo impaciente. - Bueno, en realidad estoy desesperado por tu respuesta.

- ¿Qué pasa si te digo que no? - se me quedó mirando serio a los ojos como tratando de entender la pregunta que le estaba formulando.

- Yo... pues... no sé... yo pensé... - su voz comenzaba a temblar.

- No puedes ser más tierno porque es imposible. - tomé su rostro uniendo nuestros labios. - Te amo demasiado Rugge. - me miraba algo confundido. - Y por eso, si acepto ser tu esposa. - le sonreí. - Oficialmente.

Y justo esa sonrisa que se transformó en su rostro al decirle eso, justo esta sonrisa me hizo entender que de ahora en adelante todo iba a estar bien.

Me alzó dándome vueltas en el aire, me bajó y me besó delicadamente, dejándome sentir lo feliz que estaba por todo esto. Se separó de mí sonriéndome y se volteó hacia nuestros familiares y amigos.

- ¡HA DICHO QUE SÍ!

Gritó emocionado y todos corrieron hacia nosotros a felicitarnos, y para mi sorpresa a lo lejos vi a Michael, lo miré pero no sabía si ir hasta donde él ya que tenía a Ruggero al lado, no quería que este momento se dañara por nada del mundo.

- Eres mía, sé que me amas solo a mí. - escuché cerca de mi oído. ¿Acaso me lee la mente? - Ves saluda a tu mejor amigo. - me voltee y lo vi con esa sonrisa todavía.

-¿Estás seguro?

- Completamente, todos estos días me han hecho comprender que no importa cuantos hombres te miren, seguiré estando celoso pero sé que tú me amas solo a mí y que puedo descansar y estar seguro de esto ¿tengo razón?

- Demasiada, señor Pasquarelli.

- Que bueno, señora Pasquarelli.

Nos sonreímos y unimos nuestros labios en un beso fugaz para luego alejarme de él y caminar hacia Michael.

TUYA | segunda y tercera temporada Where stories live. Discover now