Capítulo 13

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Feliz por haberse alejado de aquella presencia inquietante, Naruto soltó el aire que había estado conteniendo. Sasuke se había comportado con bastante tranquilidad en aquella ocasión, pero seguía siendo un Uchiha, cosa que no debía olvidarse. En cuanto al otro, todavía podía notar la sensación de los dedos de Hidan sobre su carne. Se estremeció al pensar en lo que hubiera sucedido de no haber aparecido Suigetsu. Recordó sus palabras: "El doncel pertenece a Sasuke ". Entonces se le ocurrió que no había aparecido por casualidad. El Uchiha protegía lo que era suyo. Y Naruto no dudaba que sería capaz de luchar y matar por conservarlo. Temblando, se apresuró a entrar en el santuario de sus dependencias, que compartía con las mujeres y los donceles, y cerró la puerta, ansiando mantenerse lejos de la presencia del vikingo al menos durante un rato.
Unos minutos más tarde apareció Tsunade y Naruto le explicó lo que le había dicho Shibi. La mujer le escuchó con creciente preocupación.
—Tenemos que ayudarlos como sea. Ya ha habido suficientes muertes por aquí—.Eso era exactamente lo que pensaba Naruto.
—¿Pero cómo vamos a salir? Los guardias del Uchiha están vigilando.
Los hombres habían sido colocados en la entrada de las dependencias, en la entrada a Konoha y a lo largo de la empalizada, con una ligera distancia unos de otros. Nadie podía entrar ni salir sin ser descubierto.
—Sinceramente, no lo sé.
—Debe de haber una forma.
Naruto no dejaba de darle vueltas. Tenían que tener un buen plan. No quería de ningún modo conducir a los hombres de Sasuke hasta los fugitivos ni que le cogieran y le arrastraran ante él para enfrentarse a otro interrogatorio.
Tsunade interrumpió sus pensamientos.
—Un simple disfraz podría servir.
—¿Un disfraz? ¿Cómo? Seguro que los guardias no se dejan engañar.
—Puede que sí, si se hace bien. La gente por lo general ve lo que desea ver y me parece que los guardias no son diferentes en eso.
—¿Qué se te ha ocurrido?
Tsunade se lo explicó. Naruto escuchó y sonrió. Era una idea simple, pero precisamente por eso era posible que diera resultado.
—Hablaré con Kiba —continuó Tsunade—. Necesitaremos su ayuda. Mientras tanto esperemos que Sasuke no decida visitar las dependencias. Sería de lo más inoportuno. Es un hombre con el que es mejor no cruzarse.
—Lo que el Uchiha  no sepa no le perjudicará.
—Cierto. —Tsunade se cubrió con su vieja capa gris y se puso la capucha—. Por suerte este tiempo nos viene bien para nuestro objetivo.
La primavera estaba siendo fría y lluviosa, y llovía de manera intermitente todo el día. Era la excusa perfecta para llevar una capucha que cubriera bien la cara, como ahora. Naruto la vio irse y luego empezó a recoger las cosas que era más probable que necesitaran.

Desafiando a mi vikingoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora