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Odio, un sentimiento oscuro que puede destruir hasta al más puro ser. Todos llegan a odiar a alguien pero algunos desean destruir a ese alguien creyendo así poder obtener la felicidad.

Chelsea cerró sus puños con fuerza mirándose en el espejo de cuerpo completo de su habitación, le habían informado que su amado HoSeok se había ido a la ciudad y ella tenía un leve presentimiento del porque

-Esa maldita, se supone que debía haber muerto ese día! -la ira crecía en el interior de la omega que sentía las enormes ganas de destrozarle el cuello a la pequeña humana que había logrado encantar a su alfa, una sonrisa apareció en el rostro de la mujer que suspiro mirándose una última vez en el espejo para luego estrechar su puño contra el espejo agrietándolo -Yo misma tendré que hacerlo -susurró mirando a la mujer encadenada a sus pies, sonrió con orgullo

-¿P-Por qué haces esto..? ¡Ni si quiera sabemos quien eres! -dijo la mujer desesperada tratando de soltar las cadenas que la apresaban mientras Chelsea caminaba libremente a su alrededor

-Oh tranquila, sólo vengo a vengarme por lo que tu hija ha hecho y eso es arruinar mi vida -dijo Chelsea tomando del cuello a la mujer -Esa maldita mocosa debió haber muerto en aquel incendio pero no, ustedes sus padres la salvaron arruinando así mi vida pero tranquilos, yo me encargaré de arruinar la suya -Chelsea rió levemente mientras hacía aparecer sus garras para luego atravesar en el cuello de la mujer que cayó al suelo muerta manchando el piso con su sangre

La sangre cubría tanto el suelo como las paredes mientras varios cuerpos se podían ver en la habitación de Emily. Chelsea se encontraba mirando los cuadros que colgaban por los pasillos de la casa, frunció el ceño viendo la foto de la humana frente al hospital

"Prometo acabar con tu vida para siempre..."

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-¡CORRAAAAAN! -gritaba Rebe corriendo por los pasillos del Instituto siendo seguida por Emily, Abby y Emma quienes se veían envueltas en el lío que causó la castaña sólo por aburrimiento

Los alumnos que iban por los pasillos volteaban a ver a las 4 chicas bastantes extrañados por verlas correr como si el mismísimo diablo las persiguiera, para suerte de las chicas el receso seguía aún por lo que tenían aún oportunidad de escapar

-Rebe juro que te mato! -dijo Abby mirando con el ceño fruncido a su amiga que simplemente rió inocente

-¡¿Dónde rayos nos esconderemos?! ¡Le has echado agua fría a YoonGi y a los otros encima y repentinamente te pusiste a correr jalándonos a nosotras contigo! -dijo Emily. Las chicas entraron al gimnasio del Instituto aprovechando que este estaba vacío y rápidamente pusieron todo lo que pudieron por la puerta para que los chicos no la pudiesen abrir

Abby se dejó caer en el suelo alado de Emma, ambas jadeando del casancio por estar corriendo por todo el lugar tratando de escapar de unos furiosos hombres lobos todo por culpa de la torpeza de la castaña.

Emily se encontraba sentada en las graderías revisando su celular extrañándose por no haber recibido ningún mensaje de sus padres, un extraño mal presentimiento creció en su pecho al ver la última conexión de su madre, se levantó de las gradas sosteniendo el celular entre sus manos frunciendo el ceño

-Necesito su ayuda, algo extraño está ocurriendo en casa y necesito su ayuda para escapar y ir a ver -dijo Emily mirando de forma seria a las 4 chicas que voltearon a verla intrigadas por su repentino cambio

-No jodas, escapar será difícil! -dijo Abby sentándose en el suelo mirando a Emily

-Tal vez no, las ventanas de aquí están abiertas así que podemos salir fácilmente y el receso ya ha acabado -dijo Rebe sonriendo de forma traviesa mientras revisaba su celular para luego guardarlo en el bolsillo de su blusa del uniforme.

-En ese caso iremos contigo Emily, las amigas siempre están para cuidarse la espalda! -dijo Emma levantándose del suelo tan rápido que casi pierde el equilibrio pero con ayuda de Abby logró estabilizarse

-Bien! Vamos chicas! -dijo Emily pero seguido de eso se escucha algo chocar contra la puerta del gimnasio obviamente tratando de abrirla -Mierda...

Mi Pequeña HumanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora