VEINTE.

355 38 2
                                    

— Oh.. Tu hablas de eso! — Exclama falso de impresión.

Frunzo el ceño. ¿Ahora cual es el secreto?.— ¿No me lo puedes decir?.

El me Mira serio y con sus labios ligeramente fruncidos mientras que un suspiro sale de su boca.

—Si te lo digo. Tendré que matarte — Responde.

¿Matarme?.
Trago duro un nudo de miedo y sorpresa.

El empieza a mirarme extraño y después explota en carcajadas.
¿Ahora qué? ¿De qué se ríe?.
—¡Vieras visto tu cara! — Grita divertido mientras que yo estoy muriendo de irá. — Con mi vida no se juega—. Suelto enojada.

Me levantó furiosa y en camino hacia la puerta de salida.
Pero unas fuertes manos muy decididas a no dejarme ir aparecen.
— Estoy bromeando. Puede que mi humor sea muy negro. Pero jamás te haría daño— olisquea mi cuello y me da un beso en el.
Me siento como gelatina con solo ese movimiento.

— Ahora regresemos a donde estabamos— Me carga de vuelta al living pero ahora cambia de parecer. ¿Por qué? Por qué me ha sentado en sus piernas abrazando me por la cintura para que sea incapaz de volver a levantarme.

— Así me aseguro que no vuelvas a tocar la puerta de salida. Jamás sin mí — Me abraza a él y una calidez de nuevo me invade.

— Quiero saber— El me toma del mentón y hace que lo mire.

— Te lo diré. —

—Esta vez no muestres nada— Respondo rápidamente.

—¿Crees que te mostraría algo como eso? Primero muerto a enseñarte lo que es sufrir de verdad. Es algo que te quema— Me mira serio — Y no por nada se le dice el infierno. Aunque  tu mundo también es un infierno.

Se acomoda mejor y aclara su garganta.

— Mi nombre es Belcebú — Suspira— Soy llamado como el "señor de las moscas".
—¿Señor de las moscas? — Interrumpo.

— Si. — me mira—¿Por qué? Bueno fue por que se burlaban de mi templo principalmente por que mis "adoradores" dejaban los sacrificios pudrirse y generaban eso. — suelta una carcajada —También soy el príncipe de los demonios. Como conoces a "Satanas" que por supuesto es el rey. Lucifer es el segundo al mando y yo que soy el tercero pero no entiendo aun por que. — su mirada se pierde en algún lugar de la habitación.

—¿Te molesta? — preguntó.

Me mira sin entender.
—¿Te molesta no ser el segundo al mando? —

Frunce los labios. —Si— Responde con los dientes apretados.

— ¿Pero no perteneces a sólo los pecados capitales? — preguntó dudosa.

Si he sabido lo que es cuando me ha dicho su nombre pero...

— Tu no sabes nada. No has vivido años. No has convivido. Todas las historias esta mal comentadas e incluso informadas. Pura basura y escoria que escriben según tus escritores. Ni siquiera saben lo que verdaderamente sucede. — Responde con frialdad apretando fuertemente el Living con su mano. Hasta que se da cuenta de mis brazos en su cuello.
Suaviza su cuerpo tenso.
— ¿Qué es lo que sucede? — preguntó contra su cabello.
El sólo suspira.

—Pronto conocerás toda la historia y verás que no todo es como te lo dicen. —

BELCEBÚ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora