DIECISIETE

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—"No tenias algo que hacer" — suelta con los dientes apretados y una sonrisa un tanto sarcástica.

El chico lo mira— No— Lo piensa y regresa su mirada a él —No no tengo nada que hacer. Sacude su cabeza con una expresión de confusión.

Mi besucon lo fulmina con la. Mirada y el chico salta en su lugar.
Me mira a mi y después a él que sigue fulminadolo. —ahh.. S-si ya me acorde JeJe— responde nervioso, hace una reverencia y me muestra una sonrisa que correspondo tímidamente.

Se desvanece en el aire y un suspiro de alivio sale de mi besucon.

De nuevo solos.

—¿Quieres saber toda la historia? — pregunta.

Lo miró y ya se ha que se refiere.
Todo este lio y enredo de mis padres me esta volviendo como un golpe.

—Si — respondo tajeante. Es la primera vez que he dicho algo sin tartamudear.

Su mirada busca un signo de nerviosismo en mi sistema pero se da cuenta que siempre estoy nerviosa. Hasta a mi me avergüenza saber que por todo lo que dice él, sus gestos y posturas me pone nerviosa y recordar el beso que me dio me hace aún más.

Me siento en el Living y el a mí lado. — Puede que tu no lo sepas. Puesto a que tu madre te mintió al suceso de muerte de tu padre.
El no murió en un coche automovilístico. Tu madre lo mató. — suspira —¿Realmente quieres saberlo? — pregunta por primera vez mirándome indeciso.

Aunque me duela la verdad tengo que superarla y para eso tengo que saberla.
—Si. P-Porfavor quiero saberlo todo— suplico murmurando.

Me mira y otro suspiro invade el silencio.
—No te lo voy a decir. — me mira serio. —Te lo voy a mostrar.

—¿Cómo? — preguntó pero demasiado tarde.
Sus labios se encuentran aplastando los míos y me hundo en un pozo como cayendo en la oscuridad.

Agitada abro los ojos y me encuentro en un lugar diferente.
Veo a mi madre salir de una casa elegante con puertas de metal y encrustaciones de flores que parecen oro.
Su mirada muy altanera vestida de un color amarillo y tacos altos.
Mi padre va saliendo conmigo agarrandome de la mano jugando entre las flores. Me entrega una y murmura— Eres como una flor. Por que siempre eres brillante y nadie te quitara ese brillo— Lo miró sonriente.
—Papa de grande me voy a casar contigo ¿Verdad? — gritó divertida abrazandolo. — Uy si. Me olvidaras por un chico. Yo lo sé — Sonríe — Y espero te haga feliz. —Lo miro con el ceño fruncido y el me carga en sus brazos para llevarnos a la dirección en la que se encontraba mi madre en una silla con un cigarrillo en mano.
Una persona le susurra algo y ella nos mira expectante y sonríe  escalofriante.
— Es una imperativa— dice mi padre mientras me hace cosquillas y mi madre nos mira con un gesto de repugnancia.
—Si. Como digas. — responde secamente. Mi padre frunce el ceño —¿Qué es lo que te pasa? Estás muy rara estos días. — Mi madre suelta una carcajada —así? No me digas.— De un momento a otro mi padre está siendo asfixiado elevándose en el aire mientras que mi madre sonríe escalofriante. Un grito sale de mi garganta demasiado desgarrador para romperme a llorar en este recuerdo. Mi Madre fija la vista en la pequeña que grito y la lanza a un lado mientras que unas palabras salen de su boca— De esto no recordarás nada— Todo se vuelve oscuro y el grito desgarrador invade mis oídos.
Vuelvo a la realidad y Era yo que estaba empapada de lágrimas y sollozando.

BELCEBÚ ©Where stories live. Discover now