DIECISÉIS.

394 35 1
                                    

—Me estabas ahogando— Tengo la voz entre cortada aún recuperando el aliento que me estaba robando pero en serio en realidad el me estaba ahogando. No podía respirar y me siento mareada.
Una sonrisa aparece en la comisura de sus labios.
—Eres hermosa — murmura acariciando mi mejilla, observando mi labio inferior.
Mi respiración es agitada y nerviosa posiblemente este más roja que un tomate.
Me recuperó de mi trance y me fijo en sus dos cosas enormes y negras que tiene atrás de la espalda.

No puedo creer lo pero aún así trató lo más posible de tener mi mente abierta para no volverme loca. Comprender que es él. Es muy difícil para mí.

—¿Las quieres tocar? Por mi no hay problema. — susurra con su voz ronca y suave.

Lo pienso pero ya que más da estoy metida en esto desde que me salvó hasta que me besó ya no importa lo único que quiero hacer es saber lo que es.
¿Un ángel?

—Si— murmuró.

Me acercó a paso lento y cuidadoso el aun sigue dándome un poco de terror pero no creo que eso sea un problema ya para mí.

Mi tacto lo hace tensar su cuerpo.
Acaricio la ala y se siente tan suave como un montón de algodón. Me tranquiliza sentirlas.
— No soy un Angel y no deseo serlo por si es lo que piensas — suelta rápidamente con una voz neutral.

Mis ojos y los de él se conectan.

— Entonces eso significa que tu eres lo contrario — pausa, —¿Un demonio? —.

Su rostro no tiene expresión pero eso no significa que este enojado. Creo que así siempre es. Es muy atractivo no puedo creer que de verdad sea un demonio.
¿Es un demonio?.

—Si. Eso soy— Responde mientras que sus alas van desapareciendo y volviendo a la normalidad junto con sus extraños ojos de colores.

Los tatuajes que tiene en el cuerpo empiezan a brillar.

— Hu ver halh— Un cuervo aparece en su mano derecha con un envoltorio de papel.

¿Qué es eso?
Atenta miro al cuervo y a él.

—¿Conseguiste lo que te pedí? — Le pregunta al ave.

—Conviértete en humano. No puedo entenderte de esa forma. Idiota. — responde divertido.

El cuervo se acomoda en el suelo y una neblina azul empieza a salir del pequeño cuerpo haciendo que todo de él se cubra. La neblina va creciendo y no me deja ver quien es.
La neblina se hace alta pero no tanto como el demonio besucón.

Un chico de apariencia joven y demasiado tierno se presenta mientras me mira atento.

—¿Quién es ella? — pregunta curioso.

Mi demonio besucon me mira con una sonrisa ladeada.

—Ella es mi mujer— Responde con sus voz ronca y sus ojos dilatados hacia a mí.

Me atraganto con mi propia saliva haciendo que el demonio besucón sonría burlón.

— Vaya ¿encerio?— asombrado con sus ojos muy abiertos me mira y después al demonio besucon. A mí y después a él y así por cuatro veces.
Su rostro es más que gracioso.

—S-Señor. No puedo creer lo. ¿Pero ella es humana? No usted dijo que odiaba a los hum... — Una mano cubre la boca del chico. Para no dejarlo seguir con lo que estaba a punto de decir.

— Callate y no me ayudes— murmura con los dientes apretados.

El chico lo mira asustado y asiente repetidas veces su cabeza.


Vaya vaya...

BELCEBÚ ©Where stories live. Discover now