[V] → Shin Tsukinami ←

355 36 7
                                    

Pretendamos que Shin puede transformar su cuerpo parcialmente al de un animal, solo pretendamos; déjenme soñar lol. (Y si no es sueño y es cierto, que alguien me diga porque mis conocimientos no llegan a tanto ahre).
Btw, esta cosa que pretende ser fanfic, ha regresado lol. Holi~.


Tras un largo sorbo al jugo de arándanos y un pequeño descanso de unos minutos, te mentalizaste en continuar con el juego, incluso aunque eso te terminara ocasionando más daño físico del que los vampiros anteriores ya te habían hecho.

Con delicadeza, metiste la mano dentro de la bolsa y decidiste tomar algo del fondo de la misma, para variar. Tras rebuscar un poco con algo de esfuerzo, tu dedo enganchó una especie de cadena, curiosa, jalaste de ella hasta que tuviste en tus manos una especie de colgante de oro, con un una gema roja en forma de ataúd.

Te rascaste la nuca; lo de vampiros estaba bien, pero ya encima reafirmarlo con el ataúd te parecía demasiado.

— ¿A quién pertenece...? —Intentaste preguntar, cuando un grito te interrumpió por completo.

— ¿Qué? ¡Ese es mi collar! ¿Cómo ha llegado ahí? ¿Cuándo me lo ha quitado?

Todo el escándalo lo estaba armando uno de los chicos más llamativos allí: su cabello era color salmón, pero no era eso precisamente lo que llamaba tu atención, sino el hecho de que sus ojos parecieran dorados, aunque bueno, solo se viera uno de ellos debido a que llevaba un parche sobre el otro. Además, para sumar a la excentricidad, igualmente usaba gafas de montura azul, pero por debajo del parche.

No hubiese sido tu elección de accesorios, pero bueno, no importaba. Era igual de guapo que los otros, sin embargo parecía bastante hiperactivo, o mejor dicho impulsivo porque hasta ese momento no había hecho casi ningún ruido.

—Dámelo. —Ordenó con cierta actitud algo infantil y con la voz elevada, mientras que te quitaba el collar y se lo volvía a colocar.

«Qué carácter», pensaste.

—Nena, este es Shin Tsukinami, hermano de la primer persona que entró contigo al armario. —Explicó brevemente Tougo—. Shin, ¿quieres por favor portarte amable con nuestra invitada?

El muchacho se detuvo a verte levemente y luego pareció darse cuenta de que había actuado como un niño momentos atrás, porque sonrió con tranquilidad y bajó su cabeza en un gesto sumamente educado, aunque de cierta manera falso para pedir disculpas.

—Discúlpame, me he salido un poco de mis cabales. El collar es muy preciado para mí.

Meneaste la cabeza para quitarle importancia y te pusiste de pie tras haber dado otro sorbo al jugo de arándanos. Tougo también se puso de pie y les indicó a Shin y a ti el camino hacia el armario, aunque para esas alturas ya te lo sabías de memoria.

Una vez dentro, la puerta fue trancada y el hombre mayor recordó otra vez el tiempo que tenían disponible.

—Mira, mira. Que lugar tan polvoriento. —Observó casualmente el vampiro—. ¿Y dices que con esta van cinco veces que entras aquí?

Asentiste con la cabeza, observándole atentamente para ver si podías confiar en él o si, a cambio, debías tener muchísimo cuidado. Por alguna razón, no te inspiraba ni un poco de confianza. Fue cuando se puso a observar las cosas que guardaban allí que te dio la espalda y así fue como pudiste notar algo peludito colgando a sus espaldas. 

Era... ¿Una cola?

—Eh... Shin. —Intentaste llamar su atención—. Eso que tienes colgando detrás de ti es una...

Siete minutos en el paraíso.  → Diabolik Lovers ←Where stories live. Discover now