Cuando las luces se apagan

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(Gumball)

Después del mensaje, me es imposible relajar mis nervios, Andreé está en el cuarto de Bubblegum buscando no sé qué para relajarme. Tengo mis manos temblorosas rodeando la taza color blanco con adornos rojos, es el quinto té que me tomo.
—¡A-Andreé! —le grito, mi voz se
—¡En las escaleras!
—¡Apresura tu paso! No quiero seguir solo —digo lo último en un susurro.
—¡Encontré las velas! —dice él.
—¿Para qué? —digo confundido, pues no había caso de tener velas en la habitación, aún había luz.
—¿Ya viste cómo está lloviendo? —señala a la ventana—no tardará en irse la luz —pone dos cirios rojos y uno rosa en la isla de la cocina, los rojos huelen a canela y el rosa a fresas, saca uno morado que tiene esencia de lavanda.
—¿Velas con aroma?
—Al menos calmarán tus nervios.
Pongo los ojos en blanco y le doy un sorbo al té.
—¿Cómo te sientes ya?
—Aún sigo alterado, creo que necesito cafeína —tomo la taza y tiro el líquido que contiene en el fregadero, pongo la tetera con agua a hervir y saco el café de la alacena.
—¡No! —dice él asustado, me quita el café de las manos y lo pone en su lugar —ni creas que te dejaré tomar café.
—¿Por qué no?
—Porque con eso se te van a alterar los nervios.
—Entonces algo dulce, ¿se puede?
—No lo sé...
—¡Vamos! Solo un pequeño caramelo.
—Arranca un pedazo de tu pelo, parece algodón de azúcar —lo miro como diciendo "no chingues, ¿neta?".
Aprieto ambas manos, siento algo apretando un dedo, miro extrañado el objeto y me encuentro con el anillo de matrimonio, inconscientemente sonrío y acaricio mi mano, y como por arte de magia, todas mis penas desaparecen... cómo quisiera que Marshall estuviera aquí, así todo sería más sencillo... pienso con mucha tristeza. Trato de convencer a Andreé para que me deje comer aunque sea un caramelo.
—Entiende que no.
—Por favor Andreé, necesito relajarme.
—Toma otro té.
—Ya no quedan sobres de té —digo y él se encamina a la alacena y saca el pequeño bol donde que guardo mis bolsas de té.
—Frutos rojos, manzana con canela, fresa con flor de naranja, chai, manzanilla, jamaica, ¿quieres que siga? —me ve con una ceja arriba. Pongo los ojos en blanco y maldigo mi variedad de té. Salgo de la cocina y voy al estéreo, enciendo el iPod y pongo una canción al azar, por suerte es de Lana del Rey y me relaja.
—¿Te gusta la Aburrida del Rey?
—Es Lana, y sí, me encanta —le digo con seriedad..
—Ya. El caso es que debes relajar esos nervios.
—Ya estoy relajado —le dije sereno.
—¿Entonces por qué mueves tu pierna frenéticamente? —miro hacia abajo y me doy cuenta de que así es, no lo noté hasta que él me dijo. Me paro y camino hacia la sala y me siento frente a la televisión.
—Eso fue algo involuntario.
—Ajá...mira, vamos a seguir viendo películas un rato más, son las ocho y media de la noche —se paró y caminó hacia la cocina y abrió el refrigerador —¿helado de vainilla o nieve de cereza con limón? te toca escoger.
—¡Cereza! —le digo alargando la "a" más de lo normal.
Andreé entra a la sala y se tumba a mi lado con un bota de dos litros de nieve de cereza con limón, se la arrebato y él me tiende una cuchara, abro el gran bote y hundo la cuchara en la nieve y como un gran bocado, siento frío el paladar.
—Sabe delicioso —digo echando la cabeza hacia atrás.
—A ver dame —dice Andreé y retiro el helado de su lado.

—♦—

Son las tres de la madrugada, estamos tumbados en el sillón comiendo más helado, esta vez es de vainilla, también estamos viendo Así En La Tierra Como En El Infierno y Andreé no deja de saltar, es la sexta vez que la veo yo, en cambio él es su primera vez.
—¡En la madre! —grita nuevamente.
—Ya deja de gritar, vas a reventar mis tomamos.
—¡Tu puta película me hace gritar!
—Eres una niña, que es diferente.
Tomo en control del dvd y saco el disco, me paro y lo guardo.
—¿Qué quieres ver?
—Algo que no sea de miedo.
—Espera, son las tres de la madrugada, ¿por qué no tenemos sueño? —digo.
—Hemos comido mucha azúcar, es más que obvio, tenemos mucha energía.
—De acuerdo, entonces veamos otra cosa.
—¿Vemos Cincuenta Sombras de Grey?
—Me encantaría —busco la película y la pongo.
Estoy con un tarro de helado de chocolate viendo la película cuando me llega un mensaje de texto, de...¡DE MARSHALL!

"Hola mi amor, ¿cómo estás? me preocupa no recibir tu respuesta, espero que esté todo bien, ya quiero tenerte en mis brazos y besarte, además de otras cosas 7u7, no sabes lo mucho que te amo y extraño mi bebé.
Te amo xoxo
—M."

Sonrío al ver su mensaje, pero después llega otro, igualmente de él:

"Gumball, cierra todo, alguien está fuera de tu hogar, por favor, cierra todo, voy de camino a París, por favor, ten mucho cuidado."

¿Alguien afuera del departamento? Me encamino a la puerta y la abro, miro el pasillo y solo veo a Chuck, el vecino, me sonríe y alza el brazo en modo de saludo, le respondo, toma el ascensor y se va. Cierro la puerta.
—¿Pasa algo? —dice Andreé.
—Sí, Marshall me envió esto —le digo y le muestro el mensaje —¿alguien espía el departamento?
—No lo sé, me acabo de asomar y solo vi al vecino.
—Que raro, ¿llamamos a la policía?
—No, dejemos que pase más tiempo y vemos qué significa ese mensaje de Marshall.
—Muy bien, entonces nos quedaremos aquí sentados mientras alguien nos acecha.
—Así es, además Marshall ya viene para acá.
Se escucha un gran trueno y las luces se apagan, seguido de un gran rayo que alumbró toda la sala.
—¡Te dije que necesitaríamos las velas!
Tuerzo los ojos.
—Está bien, puedes ir por ellas.
—De acuerdo, pero no...—se oyó un golpe y Andreé cayó al suelo desmayado.
—¡Andreé! —grito fuertemente, me agacho a revisar su pulso, es lento pero estable, levanto la vista y veo a aquella figura que vi en la escuela...me levanto y camino hacia atrás, la figura se mueve lentamente hacia mí, mi respiración es agitada, mete la mano dentro de la sudadera negra y saca algo...es plateado, grande y brillante... es... ¿un cuchillo? Abro muy grandes los ojos y me pongo a correr, subo las escaleras y miro hacia atrás, él no me sigue...camino lentamente por el pasillo...un rayo alumbra el pasillo, camino aún más lentamente, escucho unos sonidos toscos atrás de mí, cuando me doy la vuelta, la sombra se avienta en mí, pataleo y lucho para que me suelte, me arrastro por la alfombra, me quita el pantalón y él se queda viendo, me levanto rápidamente y él me jala de la camisa rompiendo todos los botones y mostrando mi camiseta interior, le suelto una patada y se le cae la capucha y me quedo esperando ver su rostro, pero lleva una máscara. Me ve, sus ojos se posan en los míos, lo puedo sentir, sigue caminando hacia mí, tropiezo con una pequeña mesa y él se avienta en mí, trata de apuñalarme en la panza pero solo consigue hacerme un rasguño, comienzo a sangrar, me tocó y un sollozo sale de mi boca, él lanza una carcajada y lanza otra puñalada, pero esta vez en mi pecho, logra hacer que la punta del cuchillo penetre en mi hombro y no en el corazón. Suelto un gran grito. En eso, escucho que abren la puerta, el enmascarado se da la vuelta, tomo una lámpara de lava que estaba tirada en el suelo y se la reviento en la cabeza. Él cae y suelta un grito.
—¡Gumball! —escucho gritar a Marshall.

N/A
Creo que no hay nada qué decir, espero que les agrade este capítulo :3

Freedom Is Not Real [Yaoi/Gay] [Gumshall]Where stories live. Discover now