Emociones incontenibles

318 27 7
                                    

(Bubblegum)

Enseguida que Marshall salió, fui directo al bar donde solía ver a Spencer, pues necesitaba aclarar varias dudas sobre Marshall.
-Hola, ¿se encuentra Spencer? -le dije a un chico que estaba en la barra.
-Sí, enseguida viene, ¿gustas algo de tomar?
-Un pantera rosa, por favor.
-Enseguida.
Sonrío y volteo a todos lados buscando a la hermana del susodicho.
-¡Bubb! -gritó muy contenta y se acercó hacia mí, lleva una blusa rosa con unos jeans negros y tacones del color de su blusa.
-Spencer, ¡hola! -me paré para abrazarla.
-¿Cómo estás? Hace mucho que no te veía por aquí.
-Lo sé, el trabajo me tiene como loca y... pues... aún no puedo superar lo de... -se me corta la voz al pensar en mi pequeño.
-Ay querida, ya hace mucho de eso, y estoy segura de que a Gumball no le gustaría verte triste -me dedica una sonrisa muy dulce y después me abraza.
-Lo sé, pero te juro que es difícil. Él es como mi hermano.
-Sí, lo sé, pero imagina lo triste que se va a sentir cuando se entere que no seguiste adelante, él es muy positivo, y sabemos que te cuida mucho.
-Pues sí, en eso tienes razón.
-Muy bien -esbozó una sonrisa-¿qué te trajo por aquí?
-Marshall vino a verme -le dije mientras el chico del bar se acercaba con mi bebida.
-Su pantera rosa, señorita. ¿Usted quiere algo, señorita Spencer?
-Sí, uno igual, Jeff... y, ¿para qué fue Marshall?
-Para decirme que irá a Francia con él.
-¡Mierda! Yo quería darte la buena noticia.
-Tranquila, me dijo que me compró un boleto.
-¿Lo hizo? -abrió los ojos como platos.
-Sí, dijo que con sus ahorros lo hizo.
-Vaya, eso me alegra mucho, así me siento más tranquila.
Iba a decir algo, pero una voz aguda me interrumpió:
-¡Spence! -y entonces la vi, llevaba unos jeans azules ajustados, blusa negra y zapatos rojos, pelo negro largo hasta la mitad de la espalda, piel pálida como la nieve, muy guapa. Sentí una punzada en mi estomago al verla, su sonrisa, tenía unos colmillos muy grandes, al igual que Marshall. Hacía apenas dos semanas que había cortado con Steven, mi novio, pues me sentía extraña estando con él, y en el momento en que vi a esa chica, sentí una sensación muy agradable.
-¡Marcy! -gritó Spencer de lo más feliz y emocionada. Ambas se dieron un abrazo y caminaron hacia donde yo estaba.
-Hola -dije moviendo mi mano muy contenta.
-Hola -dijo ella muy contenta y sonriendo, haciendo que mi cara se pusiera roja.
-Bubblegum, ella es mi prima Marcy. Marcy, ella es Bubblegum.
-Gusto en conocerte -dije estrechando su mano, estaba muy suave, en ese momento, sentí una ligera corriente eléctrica recorrer todo mi cuerpo.
-Gracias, es igual un gusto.
-¿Qué te trae por aquí Marcy? -dice Spencer muy feliz de ver a su prima.
-Pues... -no acabó la frase, pues un tipo con un delantal se acercó a decirle algo en la oreja.
-Bien, dile a Clark que ahora voy -le sonrió al chico -chicas, surgió una crisis, debo ver qué sucede, ahora vengo.
Se paró caminando, tan elegante como siempre.
-Y, ¿de dónde se conocen Spencer y tú?
-Marshall es ex pareja de mi primo.
-Ahh... tú eres prima del pequeño Gumball, ¿eh? Marshall me habló de él.
-Sí, y pues, tanto Marshall como yo lo extrañamos.
-Espera, ¿qué no vive contigo?
-No, se mudó a Francia hace cuatro años.
-Vaya...
-Sí, pero no hablemos de eso, mejor cuéntame, ¿de dónde eres?

---- ∞ ----

Resulta que Marceline, venía de Corea, pues se había ganado una beca para estudiar, y venía con una chica coreana, me dijo su nombre, era muy extraño, pero su apodo era Arcoiris, pues le gustaban mucho los unicornios y siempre vivía en un arcoiris. Estuvimos bebiendo por mucho tiempo, hasta que dieron las tres de la madrugada.
-Dios, es muy tarde, tengo que irme.
-Vamos Bubblegum, es viernes.
-Bonnibel, mi segundo nombre es Bonnibel, y sí, pero yo tengo cosas qué hacer.
-Venga, estás muy tomada, yo te llevaré a casa.
-Gracias, pero no gracias, traigo mi auto.
-Con más razón, yo conduzco, estoy menos hebria que tú.
-De acuerdo.
Mientras me llevaba hacia al estacionamiento, me percaté de que estaba lloviendo, y yo traía mis tacones, y entonces, un dolor me distrajo de mis pensamientos, pues me había torcido el talón por culpa de esos tacones tan altos, y cuando Marceline trató de levantarme, volví a caer, haciendo que Marceline callera encima de mí.
Tenía su cara a pocos centímetros de la mía, y ella la acercó levemente, juntando nuestros labios en un tierno beso.

Notas:
Primero que nada, quiero pedirles una disculpa por tardar tanto en subir este capítulo, pero han pasado ciertas cosas y no he podido publicar nada. :'(
Espero que les guste ♡

Freedom Is Not Real [Yaoi/Gay] [Gumshall]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz