Capítulo 17: "Party in my house, bitches!"

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Al día siguiente.

09.00 am.

   Luego de la real odiosa conversación que tuve con Junior anoche limpié completamente mi baño, me deshice de todos esos vidrios, y luego me fui a dormir, aunque antes de eso revisé mis redes sociales, especialmente la que más me importa en este momento.

   En el video que subió a Facebook este tipo, Dave Portman, hay muchos más comentarios y ninguno de ellos es bueno. Todas las personas están en mi contra, por lo que obviamente están del lado de la extravagante pelirroja.

   Lo único bueno que puedo rescatar de ayer es que mi papá no se me acercó, excepto por ese encuentro que tuve con él en el living junto con Mason, pero, ajeno a eso, no pasó nada y lo agradezco demasiado, ya que si me hubiese visto de nuevo él lo más probable es que hubiera estado borracho y, conociéndolo, me habría golpeado hasta cansarse.

   En este momento me encuentro en la cafetería —ya que no quiero entrar a cálculo y toparme con Mason—, sentada en la mesa más cercana a la ventana. Y al frente mío tengo una bandeja con un vaso mediano de café y una donut con relleno de mermelada de frambuesa.

   Soy la única en este lugar, ya que es horario de clases, y, por esto mismo, la señora que atiende aquí en la cafetería, no quería venderme nada, pues no es su horario de trabajo. Bueno, finalmente la convencí.

   Ambas cosas que están frente a mi están intactas. Las compré hace ya un rato pero ni las he tocado. No puedo hacerlo. 

   Me concentro en como el vapor que emana de mi vaso de café se eleva y evapora mientras pienso en cuántas calorías puede tener, cuántas calorías pueden entrar en mi cuerpo si tomo un solo sorbo.

   Hace mucho que no como algo así de sólido, por lo que últimamente me he sentido débil y cada cosa que hago hace que me maree fácilmente, pero siento que ya no puedo meter nada en mi boca. Me da náuseas el sólo ver la comida, pero tengo que hacer un intento porque no quiero desmayarme en cualquier sitio.

Come esto, después vomitalo y yahabla mi subconsciente.

    Vomitar.

    Solo una vez lo hice. Fue cuando comencé a sentirme mal conmigo, uno de los primeros días en los que los insultos aparecieron. En realidad,  hacerlo de nuevo sería buena idea, ya que no levantaría sospechas sobre mi poca alimentacion.

    Decidida levanto la donnut de la bandeja y me la llevo a la boca. Y así comienzo a tomar mi desayuno lentamente.

    Las nauseas se hacen presentes cuando termino todo, pero me aguanto, de todas formas tengo al menos una hora para que se digiera todo en mi cuerpo. Tengo tiempo.

   Mientras respiro profundamente, intentando controlar mis ganas de vomitar, miro por la ventana. Me concentro en las hojas de los árboles, en el cielo nublado, en todo y finalmente comienzo a sentir un poco de paz. Esto es algo que no siento desde hace un tiempo.

   Cierro mis ojos y me enfoco en mi propia respiración. Pero todo se va a la mierda cuando escucho que alguien abre la puerta de la cafetería. Luego escucho un taconeo a mis espaldas.

    No puedo ver quien es y me niego a voltear para ver a la persona, por lo que vuelvo a cerrar mis ojos.

    Siento que el taconeo se detiene, pero luego de unos segundos los siento otra vez, pero esta vez en mi dirección. Nuevamente el sonido cesa.
Abro mis ojos delicadamente para luego encontrarme con la directora de esta inmunda institución con un vaso de café entre sus manos.

Bullied (Trigger Warning)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora