Capítulo 15: "Can u please forgive me?" 1/2

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   Pero no, esperen ¿irá a ver a Peyton? Por la mierda, no. No puede ir a verla cuando acabo de decirle que ella me golpeó hoy. O la mata a ella o me mata a mi después. La primera opción no es tan viable, pero con Junior actuando de esta forma tan extraña ya nada se sabe. Además, si llegase a decirle algo a ella, Peyton se desquitaría conmigo mañana. ¡Siempre salgo perdiendo yo!

— No molestas, si es eso lo que piensas —le digo—. Quedate, de todas formas mañana verás a tu novia.

  No recuerdo la última vez que le hablé a mi hermano tan calmada, menos recuerdo la última vez que le dije quédate. Toda mi dignidad ya está bajo tierra.

— Tengo que hablar con ella ahora —dice—, pero volveré rápido.

— Bro, tu hermana tiene razón, puedes verla mañana —comenta Mason.

  Al parecer él tampoco quiere quedarse solo conmigo.

— Lo siento, tengo que hablar con ella ahora —dice, levantadose de hombros—. Nos vemos al rato.

  Pasa entre Mason y yo, dirijiéndose a la puerta principal. Inconscientemente lo sigo, en silencio. Él abre la puerta, sale y la cierra, sin saber que yo estaba detrás de él.

  Mi cara queda cerca de la puerta, casi rozandola.

  Ya, se fue, estoy sola con Mason ahora en mi propia casa.

  Moriré.

— Ahora que se fue Junior, ¿puedo saber qué mierda te ha pasado en la cara? —pregunta a mis espaldas.

  Podría apostar lo que fuese a que está con su ceño fruncido. Es fácil saberlo gracias al tono de voz que ha usado en aquella frase. Típico de él.

  Respiro profundo, aún mirando la puerta. No quiero recordar esa maldita escena y no es tanto por lo que me hayan hecho, sino por cómo Crawford quedó. Lo golpearon por mi culpa. Mi maldita culpa.

— Nada, está así hace tiempo —le contesto, girándome en mis talones, encontrándome con su mirada penetrante—, ¿o acaso olvidas como estaba cuando estaba en el hospital? —le pregunto, sonando muy convincente a mi parecer.

— Uhm, no, no recuerdo haberte visto así de mal.

— Bueno, ese ya es tu problema —respondo haciendo un chasquido con mi lengua y encogiéndome de hombros, relajada.

  ¿Cómo es que olvidé ponerme un poco de maquillaje? Qué torpe.

— ¿Comenzamos? —le pregunto, cambiando completamente el tema.

— Sí... claro, trae tus cosas —responde, acercándose al sofá para luego acomodarse en él.

  Su espalda descansa en el respado del sofá, sus brazos pasan por el borde superior de este y su tobillo lo apoya en su rodilla contraria. Se sienta como si fuese el puto rey de esta casa.

  Ruedo los ojos mientras cojo mi mochila —que estaba cerca de él— de un solo tirón para luego sentarme en el sillón individual.

  En silencio comienzo a sacar un cuaderno cualquiera y el único lápiz que uso siempre.

  Noto que dentro de mi mochila está el libro que Crawford me ha regalado. Sonrío al verlo.

  Quizás para muchas personas sea estúpido el hecho de que le sonría a un libro, pero es que el que Crawford me lo haya dado es un gesto muy lindo y no todos lo entienden, pero aunque sea un gesto pequeño es muy importante para mi.

  Dejo mi mochila en el suelo, mientras que Mason observa cada movimiento que hago. Me acomodo un poco más en el sillón, ignorando su penetrante mirada y abro mi cuaderno.

Bullied (Trigger Warning)Where stories live. Discover now