The wrong one. {larry stylinson}

¿Cobarde? Depende.

Aún con una sonrisa orgullosa y grosera entré al departamento pasando por al lado de Louis.

-¿Que hay, Li?- saludé a Liam tratando de parecer despreocupado, aunque por dentro me imaginaba mil historias de todo lo que podían haber hecho ellos mientras estaban en casa solos. Digo, somos jóvenes y las hormonas no perdonan.

-H-hola Harry.- escuché la puerta cerrarse justo en el momento en el que Liam desaparecía de la sala.

-¿Ese es tu nuevo noviecito?  Digo nuevo porque este se llama Will y el anterior era Niall.- volteo para darle la cara. Él está cruzado de brazos y mierda, se ve tan sensual con esa camisa verde y esos jeans apretados.

Trato de concentrarme y contesto-Pero que buena memoria tienes eh.

-No evadas mi pregunta.

-¿Porqué te interesa tanto? No creo que Will sea el tipo de Liam así que calmate que no se va a fijar en él.- avanzo para caminar hacia la cocina pero él sostiene mi brazo.

-Muy gracioso. ¿Es tu nuevo novio o no?- habló fuerte tratando de intimidarme con su mirada, más que otra cosa lograba enamorarme más de él, jodido idiota.

-¿Qué pasa si te digo que sí?- pregunto acercándome peligrosamente a él. Es más que obvio que está celoso y si está celoso es porque está confundido respecto a mi así que voy a disfrutar un poco de esto.

-No juegues conmigo.- susurró.

Acerqué mis labios a los de él, alejándolos tan solo por unos centímetros. No sé de donde saco fuerzas para aún mantenerme en pie.

-Pero si eso es exactamente lo que haz estado haciendo tú conmigo ¿o no?- sonreí triunfante.

-Mierda, quiero besarte hasta hincharte los labios y no parar hasta que se borren los asquerosos besos que te dio ese imbécil.- jaló mi chaqueta logrando que nuestros cuerpos se junten. Oh rayos, podía sentir su miembro en mis piernas.

-¿Qué te impide hacerlo?- contesto mirando sus labios. Mi voz sonó ronca, más de lo usual, estaba deseoso por probar sus hermosos delgados labios.

-Dime que quieres que lo haga. Dime que te mueres por un roce mio. Dime que siempre soñaste con esto. Dime que me deseas a mi y no a él.- apretó más mi chaqueta y hablaba con posesividad. Eso me ponía más caliente aún.

-Bésame, demonios. - acerqué mis labios a los suyos pero él retrocedió tan solo un poco.

-Antes dilo.- sonrío, lo estaba logrando, estaba tomando territorio y yo dejaba que me tome sin impedirlo.

-Solo quiero que me beses tú, solo tú Lou.- al diablo todo. Podría volver a la misma depresión, podría llorar por ilusionarme tontamente, podría rogar a Dios para que sea Liam por un día,  podría sufrir luego si él me da un beso ahora y luego se va con él. Estoy dispuesto por que lo necesito y quiero sus labios para mi al menos por unos segundos.

Absorto en mis pensamientos masoquistas sentí que sus labios ya estaban posados en los míos y que los movía con brusquedad. Antes de cerrar los ojos y seguir con ese beso, lo miré. Sus ojos estaban cerrados con fuerza y sus labios ladeaban de un lado para otro. Sus cejas contraídas tal vez porque yo no seguía el beso. Pero allí estaba, Louis, probablemente el amor que más me ha hecho sufrir, besándome. Me regañé por desperdiciar la sensación y cerré mis ojos, contrariamente abrí mis labios para darle pase a su lengua dejándole entender que puede saborearme sin ningún problema.

Sus labios coordinan con los míos de una manera asombrosa que pareciese haber muchísimos besos previos antes de este. Su desesperación y rudeza al besarme me volvía loco. Lo cogi por la cintura y di pasos apresurados hasta arrinconarlo contra la puerta.