Tal vez, en otra vida

Dieciocho

Siento como su aliento roza mis labios y no creo poder aguantar más. Mis ojos se cierran por instinto y dejo que nuestras narices choquen.

Por favor, bésame.

Siento su sonrisa para luego sentir sus labios uniéndose junto a los mios. ¿Esto es besar a Jared Wesley? Demonios, siento que beso a un ángel.

Mis manos recorren su cuello y me sostengo un poco, siento que voy a caer. Jared sonríe en medio del beso y siento que moriré.

Toma mi cintura y creo poder sentir como mi corazón se detuvo en cámara lenta.

—Ross, yo te...— alguien interrumpe la voz de Jared, la cual se hace lejana.

—Vamos, Ross, ¿aceptas?— mis ojos se abren rápidamente y afirmo con mi cabeza sin comprender. Jared se incorpora sobre sus codos y me observa dubitativo.— ¿estabas dormida, Rossie?

Mi sonrojo no puede ser más al darme cuenta de que estaba teniendo un fragante sueño con mi mejor amigo cuando él me estaba platicando de algo que no logro recordar por estar pensando en sus labios.

—Eh, perdón, estaba... pensando en la coreografía nueva, ¿me repites lo que dijiste?— tartamudeo esquivando su mirada y él suelta una carcajada estruendosa.— ¿Qué?

—¿En la coreografía?— vuelve a reír y no sé si me molesta que todo haya sido un sueño o que se ría de mi. Jared se lanza al césped de nuevo, juega nuevamente con mi cabello que está sobre sus piernas, calmando su risa.— Ross, ¿qué soñaste?