Cinco

253 18 2
                                    

Me encuentro tirada en mi cama observando las paredes de mi habitación. Bufo.

¿Quién besa a su amigo para darle celos a su mejor amigo? Sí, damas y caballeros, Rossie Fosters.

Escucho la melodiosa voz de Ed amortiguada por la almohada, ruedo quedando boca arriba y tomo mi móvil.

—¿Uh?

¡Ross, pensé que habías muerto, mujer!— exclama Liz como si estuviera corriendo.

—Estoy... enferma. Tengo resfriado— susurro mordiendo mi labio inferior. Ella jadea.— ¿Estás bien?

Sí, sólo hago mi rutina de ejercicios matutinos.

Escucho su risa y me uno a ella. Suspira y escucho como el agua pasa por su garganta.— Ross, que no estás enferma.

¿También te enteraste? Que vergüenza— cubro mi rostro y ella se queda en silencio.— ¿Cómo está Matt?

—No quiere hablar con nadie... creo que le afectó mucho— cierro mis ojos y trago el nudo en mi garganta.

—Es mi culpa, ¿qué se supone que deba hacer?

Amiga, hablar con Matt es la solución.

¿Cómo hago para mirarlo a la cara? Tal vez ni quiera verme...

Se crea un silencio incómodo y luego de unos segundos, Liz suspira.— Sólo... trata de arreglarlo. Nos vemos, Rossie.

Tal vez, en otra vidaWhere stories live. Discover now