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Karen cubre mi cuerpo con una toalla. Inmediatamente después, el chico que me ha rescatado me coje en brazos. En un primer momento me hace sentir algo incómoda. En realidad estoy en  brazos de alguien a quién no conozco, y voy vestida con un escueto traje de baño...  Podría reposar mí cabeza sobre su hombro pero, a pesar de que estoy exhausta, la mantengo erguida. Sin embargo, él trata de tranquilizarme repitiendo una y otra vez: " todo saldrá bien".

Al llegar a mí casa, y ya tendida sobre mí cama, Karen me cubre con una manta. He comenzado a temblar. Parece que soy incapaz de regular la temperatura de mí cuerpo por mi misma. El chico permanece de pie junto a mí cama, con la ropa tan empapada, que esta empezando a mojar la moqueta. A pesar de ello no se aparta de mi lado.

- Debemos mantenerla bajo observación. Tras haberla sometido a maniobras de reanimación, y después de haber sufrido una leve hipoxia, puede presentar complicaciones hasta varios días después del incidente- asegura el chico.

-¿En serio? ¡No dejes que le pase nada a mí pobre niña!- le suplica Karen.

-Tan sólo hay que vigilar que no sufra disnea, cianosis o taquipnea,  tales cosas podrían provocar su muerte- añade.

El chico, con sus comentarios, consigue que Karen se asuste bastante y, finalmente, se echa a llorar desconsoladamente.

-¿Acaso eres médico?- le cuestiono a modo de protesta por haber provocado que Karen se disguste de esa manera.

-Cursé la carrera de medicina, aunque al terminar decidí que no era a lo que me quería dedicar- asegura el chico.

-¿Y además de título tienes nombre?- le pregunto indignada.

-Me llamo Levi, Levi Barnes- me responde.

-Pues estoy bien, Levi Barnes, así que deja de utilizar todas esas palabrejas médicas. Con ellas  sólo consigues que Karen se preocupe más de la cuenta- protesto de nuevo.

La verdad es que ahora mismo ya me encuentro mucho mejor. Y aunque no recuerdo el momento exacto en el que perdí el conocimiento, Levi me asegura que apenas he pasado unos instantes sumergida bajo el agua. Afortunadamente, él y mí padre acababan de salir al jardín cuando sucedió todo.

Cuando ya he recuperado un color saludable, y Karen me ha traído ropa seca, Levi rebela sus intenciones.

-Voy a bajar para cambiarme de ropa. Estaré de vuelta en unos minutos- me indica.

-¿Que vas a bajar a cambiarte? ¿A dónde?- le cuestiono sorprendida.

-A mí habitación- me responde cómo si tal cosa.

-¿Tú habitación?- repito sobresaltada.

-Vaya... por tu reacción deduzco que tú padre no te ha advertido de mí llegada. Me presentaré. Soy Levi Barnes. Soy tu nuevo guardaespaldas y soy gay- añade.

Yo, cómo es comprensible, casi me atraganto con mi propia saliva. ¿Mí padre ha contratado a un nuevo guardaespaldas para mí? ¿ Y cuando se ha presentado me ha revelado que es homosexual? Por un instante, y sin que sirva de precedente, me ha dejado sin palabras.

-Pues debe de haber habido un error... ¡Porque yo no necesito ningún guardaespaldas! ¡Sé cuidarme sola!- aseguro para instantes después añadir- ¿Sueles decir tu condición sexual cuando te presentas?

-No, no suelo hacerlo...- me responde con una sonrisa- ...pero en esta ocasión he hecho una excepción. Tú padre me ha obligado a hacerlo. Estaba entre las cláusulas del contrato que he firmado.

EL GUARDAESPALDAS  (segunda parte)Where stories live. Discover now