Capítulo 10

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La despertó un tremendo alboroto que venía del gran salón, se desperezó y se estiró para que todos los huesos de su cuerpo se recolocaran después de pasar unas horas durmiendo en una incómoda silla, se acercó a la ventana y vió que la luna aún estaba en su apogeo, debía ser un poco más tarde de la medianoche.
Se acercó a la puerta y la abrió para ver que sucedía. Horag dormía tranquilo en su cama, le había dado la tisana hacía un rato, y parecía estar fresco y tranquilo.
Se oían fuertes voces de hombre que hablaban con un acento extranjero. Sintió mucha curiosidad y se colocó a borde de las escaleras para poder ver sin ser vista.
Tres hombres enormes estaban parados en medio de la sala frente al laird y a Malcom. Levaban capas de piel de animal, y un escudo de madera a la espalda, no podía verles la cara, pero dos eran rubios, muy rubios de hecho ( que envidia -suspiró Laura- que injusto que tengan esas melenas), y el otro era pelirrojo. No podía oír lo que hablaban, pero la tensión podía notarse en las posturas de cada uno. El laird estaba con gesto adusto y los brazos cruzados, Malcom miraba fíjamente al guerrero pelirrojo, mientras este hablaba.
Sentía curiosidad, ¿seguirían hablando si bajaba y les saludaba?, suponía que no, a las mujeres no se les tenía muy en cuenta en esta época. Bueno...- pensó Laura- yo no soy de esta época, y es mi sueño además, pues voy a hacer lo que quiero, y lo que quiero es bajar,...pues allá voy, se estiró el vestido, y plantó una enorme sonrisa en su cara mientras bajaba tranquilamente las escaleras.
-Buenas noches señores - dijo al llegar abajo.
Los tres guerreros se giraron a mirarla, - ¡por dios! ¡Que hombres más guapos!, la miraban con curiosidad.
-Laura, dijo Malcom, vuelvete arriba, no había ninguna sonrisa en su rostro, de hecho parecía algo nervioso.
-Dejala Malcom dijo el laird, nos vendría bien otro punto de vista diferente, y cual más diferente que el de una mujer. Ven, mujer....estos son Viktor, Tokeller y Federal, han venido de visita...hummm...más o menos. Vamos a sentarnos y veremos que se puede hacer.

Todos se sentaron alrededor de una enorme mesa, los tres guerreros a un lado y ellos tres al otro. El laird comenzó a relatar los hechos con el permiso de Federal, el guerrero pelirrojo, que parecía estar al mando. Federal era el más corpulento de los tres, tenía una poblada barba pelirroja como su pelo, y un par de ojos azules más fríos que el hielo. Tenía el ceño fruncido, y acababa de cruzar sus enormes brazos sobre el pecho. Viktor es el que más amigable parecía, la miraba con una sonrisa, estaba relajado. Tokeller era el más atractivo, tenía el pelo rubio ceniza y los ojos negros más impresionantes que había visto nunca, aunque no sabía porqué, es el que más miedo le producía. No le gustaba ese guerrero, la miraba fíjamente y la ponía nerviosa.
Dejó de mirarles para prestar atención a lo que decía el laird.
Estos tres caballeros han llegado tras un largo viaje, partiendo de las islas Feroe, lugar de origen de nuestro querido Malcom. Y miró al enorme guerrero guiñándole un ojo. Desde que se conocieran tres años atrás se habían convertido en grandes amigos.
El laird continuó su explicación, -resulta mujer....que nuestro querido Malcom es hijo de Okiner el Grande, último rey  de las Islas Feroe, estos guerreros han venido a buscar a Malcom para que se case con Íngrid, la hija del actual rey Houbrik, causante del fallecimiento de toda la familia de Malcom, así como de algunos de sus súbditos. Mientras narraba la historia, miraba fíjamente y muy serio a los guerreros.
Laura miró a Malcom, que tenía los ojos inyectados en sangre mientras miraba a los guerreros, parecía dispuesto a saltar sobre ellos y matarlos en cualquier momento.
- El problema- continuó el laird - es que se está llevando a cabo una sangrienta lucha entre el pueblo y el auto nombrado rey Houbrik, y un matrimonio entre Malcom y su hija aplacaría al pueblo y les llevaría a la paz.
-¡No pienso casarme con nadie!, y menos con esa mujer, ¡no!- Malcom gritó y se puso de pié dando un fuerte golpe en la mesa.
Viktor  intentó convencerle - si te casas con ella el pueblo bajará las armas y podrá vivir en paz, si no, Houbrik arrasará con todos y no habrá nadie que te recuerde a ti o a tu familia.
- Yo ya no tengo familia, ¡vosotros acabasteis con ella!, solo habéis venido por mi apellido. ¡No! - gritó.
- Ves querida, llevamos dos horas y ninguno cede, así que tenemos un problema - le susurró el laird a Laura en la oreja. Ella también le susurró ¿está seguro Malcom de que no quiere casarse y volver a casa?
-Estoy seguro mujer, Malcom vió morir a toda su familia, a sus criados y amigos, ya no le queda nadie, este es su hogar ahora.
- Bueno...entonces le ayudaré, espero que me lo agradezca...

Laura se levantó de la mesa, la rodeó y fue a colocarse al lado de Malcom se se encontraba sentado discutiendo con los tres guerreros y no se había dado cuenta de su charla susurrada con el laird.
- Malcom querido, dijo poniéndole la mano sobre el hombro, deja de gritar a tus invitados por favor. - y le dió un fuerte apretón para que le hiciera caso. Malcom se calló y miró fíjamente a Laura. -¿querido?, ¿le había llamado querido?.
Apoyó su costado izquierdo sobre Malcom y le rodeó los hombros con su brazo.
- Mi amor - le dijo con voz melosa mirándolo a los ojos. Lo primero que debiste decirle a tus amigos es que me tenías a mí.
- A ti....balbuceó él. ¿Mi amor? Esta mujer ha bebido o esta loca pensaba Malcom que no podía dejar de mirar fíjamente el precioso escote que Laura había colocado a la altura de sus ojos.
- ¡Claro! Tenías que haberles dicho que nos casamos hace tres meses, ¡y muy felices que estamos!....¡oh que pena! Pobre Íngrid, tendrá que buscarse otro marido porque tu eres el mío, mi amado. Y se apretó contra él besándole en los labios.

En Mis Sueños (Historia Completa)Where stories live. Discover now