Chris me dedico una sonrisa.

— ¿Quieres salir unos minutos? — preguntó Chris, mientras acariciaba mi rostro.

Alzó una ceja.

¿Qué le sucede a Chris? El clima no estaba para salir en estos momentos dado que la nieve había obstruido varias calles de la ciudad, además no quería congelarme afuera con el frio me hacía recordar a la película de Titanic al verla la escena del barco hundiéndose me daba frio porque se veía a las personas temblando de frio por ese simple hecho no quería salir de la casa de Chris. Aunque sería buena idea salir unos minutos para platicar sobre Wesker y lo sucedido con la rubia en Europa aunado a que Chris no me dio detalles de su visita con Jill.

—Por supuesto— respondí.

Me levantó del sofá. Fui en búsqueda de mi ropa de invierno afuera estaba a menos -0 centígrados y no quería sufrir una hipotermia o una enfermedad respiratoria, lo único que me faltaría con Chris, aunque pensando bien todo esto lo peor sería morir a manos de Chris Redfield como suelen pasar con los soldados que nos acompañan en las misiones sería horrible morir por culpa del capitán no puedo imaginarme ese momento sería la mayor desgracia de mi vida, aunque si era por un bien no tendría problema con eso, solo que no quería que mi muerte fuera en vano debía de valer algo para los demás.

-*-

Una vez con la ropa de invierno puesta. Salimos de la casa para dar un pequeño paseo cercas, me preocupaba mucho dejar a James solo en casa y sabiendo que es un bebe necesitaba tener a una persona a su lado por ese mismo hecho Chris se trajo el monitor que había comprado para escuchar si James lloraba o le sucedía algo eso me hacía calmarme un poco, no deseaba que le sucediera algo a la pequeña bestia sé que cuando fui el niñero de James me quejé por cuidarlo, sin embargo aquí era diferente estaba Chris con la finalidad de ayudar o mas bien cuidar al bebe.

Vale, dejaré de pensar en el pequeño y me enfocaré con mis verdaderas intenciones que vine a hacer con esta salida sacaré todas mis dudas y teorías mentales que tenía acerca de Chris Redfield así podría decirles a mis amigos que Chris no era ningún mentiroso.

— ¿Cómo se encuentra, Jill? — pregunté curiosamente.

Chris se quedó pensando unos segundos.

—Jill, se encuentra bien — contestó Chris—. Ella sigue yendo a terapia intensiva y se encuentra resguardada por una unidad asignada. Todo fue porque tienen miedo de que Jill sea utilizada como un arma biológica y si es posible que eso suceda porque en su cuerpo hay restos del virus- t—. Te voy a hacer sincero, Piers. Yo también tengo miedo a que Jill se convierta en un monstruo que después tenga que matar y me dolería mucho hacerlo porque es la madre de mi hijo.

Observe que Chris derramo unas cuantas lágrimas con decirme eso por lo que, le di un pequeño abrazo de apoyo nunca me había tocado ver al capitán sollozar rara vez lo hacía me asombraba verlo llorar sinceramente sus lágrimas para mí significaban sinceridad porque nadie puede fingirlas al menos de que seas un experto para eso y con eso me demostraba la verdad.

—Ahora entiendo porque odiaba mucho a Wesker y su deseo de venganza ­— repliqué.

Quería cambiar el tema de la conversación diciéndole aquella frase a Chris, además podría obtener información de dos de mis curiosidades. De lo que me ha dicho Redfield podía descartar que él siguiera teniendo sentimientos hacia la rubia ¿Por qué? Sé que pasar por un divorcio era difícil y entendía perfectamente lo que le sucedía cada día debía de ganarme cada día mas el amor de Chris para que olvidará a la rubia.

Chris abrió los ojos como dos platos.

Sé un poco sobre Wesker porque en mi año sabático que cogí estuve haciendo muchas investigación de diferentes casos de criminales y especialmente quería tener conocimientos sobre el bioterrorismo por eso sé sobre Wesker a pesar de eso mis compañeros me han dado mas datos de ese asunto.

Memorias De Un SoldadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora