Mírame y no grites

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Dulce

Camine hasta el cuarto donde estaba Marina en cada paso que daba esperaba que Christopher reaccionará y abriera esa puerta diciéndome que había cambiado de parecer pero nunca pasó, así que me recosté al lado de mi amiga que estaba en calidad de tronco, me puse una almohada sobre la cara y grite de frustración, yo quería pasar la noche con él, acurrucados pero tenía que recordarle constantemente a mi mente que para él solo era sexo, quite la almohada dándome la vuelta viendo a la pared, sentí como lágrimas empezaban a caer por mis mejillas, cerré fuertemente mis ojos tratando de ahuyentarlas pero no funcionó, así que dejé que corrieran mientras recordaba la manera en que Christopher me hacía suya hace unos momentos.  No sé en que momento me quede dormida solo se que mis párpados me pesaban y de un momento a otro había perdido la conciencia mientras me reprendía por no saber aceptar lo que Christopher me había propuesto. 

Christopher

Después de que dulce saliera del cuarto, me arrepentí de haberle dicho que se fuera pero no podía retractarme, no podíamos arriesgarnos a que Marina nos encontrará juntos por la mañana. Sentí unas ganas inmensas de tenerla entre mis brazos después de habernos acostado, acariciar su cabello y mientes la veo dormir pero no, tenía que aguantar un par de días más, no faltaba mucho para estar los dos solos. Me dio una ducha rápida y me recosté en la cama deseando tener a dulce entre mis brazos pero ahora solo tenía las sabanas impregnadas con  su dulce olor, mientras la anhelaba me quede profundamente dormido.

Dulce

El movimiento de Marina me despertó, me sentía agotada física y mentalmente, sentía que no había dormido prácticamente nada, Marina se movía quejándose, me levante de la cama. Mi amiga se levanto de golpe corriendo, abrió la puerta mientras escuchaba como devolvía en el baño, su cruda debería de ser grande después de todo lo que había tomado. Suspiro era hora de irse, no quería que Christopher la viera, no quería cruzárselo, se sentía extraña, no sabía cómo explicarlo, sentía como siempre un vacío, como siempre ella sabía que la felicidad solo duraba unos instantes y debía aceptarlo, era eso lo que siempre sucedida. No podía hacerme tonta, Christopher me lo había dejado claro, solo tendríamos sexo, al menos la felicidad iba a durar unos instantes y cuando estábamos solo nosotros dos duraba un poquito más unos días, me debía de sentir satisfecha con eso ¿no?. Me mire en el espejo del cuarto arreglando mi cabello para irme sin que nadie lo notara, le mandaría un mensaje a Marina, así saldría librada de tener otro disgusto, me acomodé la falda que traía, la blusa estaba bastante arrugada pero no podía hacer nada, tome los zapatos del suelo para después tomar mi bolso y salir de ahí. Camine de puntillas para no despertar a Christopher, mi amiga estaba entretenida volviendo su estómago en el baño, pase por el cuarto de él, estaba cerrado así que seguía dormido, una vez pasando su cuarto camine de manera normal pero aún descalza,  lo que había tirado el día anterior Marina alguien ya lo había levantado, no le di importancia y continúe mi camino, pase por la sala sin mirar mucho lo restante del departamento, estaba por cruzar para ir a la puerta cuando una la voz que lograba que mi piel se estremeciera me detuvo

Christopher.- ¿estás huyendo de algo?- dijo en tono de burla-
Dulce.- me giré lentamente- ¿por qué debería de hacerlo?
Christopher.- pareciera que lo haces- dijo levantándose de la mesa dejando la taza sobre ella- ayer no parecías querer hacerlo y  yo tampoco quería que lo hicieras 

Acaso ese hombre era ¿bipolar?, ayer literalmente me había corrido de su cuarto y parecía que me quería decir otra cosa, no sabía que responder, él caminaba hasta donde yo estaba, automáticamente retrocedí

Christopher.- ¿estas huyendo de mi?- dijo dando un paso más y tomándome por la cintura-
Dulce.- no- dije tratando de ser fuerte-

Tenía que controlarme, sentía que estaba vulnerable con Christopher y no tenía que ser así, cerré mis ojos mientras él acariciaba mi rostro mientras pasaba un cabello detrás de mi oreja. Me repetía una y otra vez "solo es sexo" mientras controlaba mis nervios "dulce, solo es sexo y tú tienes que ser la dominante de siempre". Después de terapearme, abrí mis ojos, Christopher me veía sonriendo mientras yo había tomado mi decisión, actuaría igual que siempre, le sonreí tan cínicamente como siempre lo hacía y pase mis manos por su pecho

El sabor de tu piel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora