Niña Chrisse

5.2K 281 281
                                    

Chad (Mortal)

Todas la mañanas solía trotar alrededor de el parque cerca de mi casa. Pero como ahora estaba de vacaciones, me había levantado más tarde para realizar mi rutina.

Iba revisando los mensajes que me habían llegado al celular. El primero era de mi madre, que insistía en que le presentara a mi novia y para cuando llegaba su futuro nieto; rode los ojos. Yo no tenía ninguna novia, le había mentido para que no insistiera en el tema. Pero ahora no sabía como decirle que todo era mentira. Ignore su mensaje y seguí trotando.

Llevaba cerca de 5 vueltas cuando decidí sentarme en una de las bancas, a descansar un rato. Estaba allí hasta que vi a una chica que venian por uno de los senderos acompañada de una niña de unos 5 años, de pelo castaño, que traía unos pantalones y polera naranja, tenía cara de enojada. La chica era realmente guapa, rubia, pelo ondulado que lo llevaba en una coleta, muy buena figura y eso que estaba vestida sólo con unos vaqueros y una polera naranja al igual que la niña.

- No puedas pegar a cualquiera sólo por que se te ocurra, Silena. - le decía, tomando la mano de la niña para que la mire pero la pequeña no le hacía caso.

- ¡Pero me quito mi galleta!

- Pero si tu le quitaste primero, era que obvio que lo quería de vuelta.

- No me importa, yo quería esa galleta.

La chica rodó los ojos. - Te compré la misma.

- No es lo mismo. - se volvió a quejar la niña. Cruzando sus brazos y haciendo un puchero hacía ella. La chica también le sostuvo la mirada. Parecían que hacían una guerra a miradas, al final se rindió la rubia.

- Agh, ¡Esta bien! Te compró un caramelo después.

La niña sonrió - ¡Te quiero! - y se abrazo a sus piernas.

- Sólo quieres a los que te consienten, mentirosa.

Se soltó de sus piernas la niña y le miró con una mirada tan inocente, que hasta yo me lo creí.  - Eso no es cierto - le dijo con una voz muy tierna.

La rubia sólo rió. - Definitivamente eres una combinación perfecta de Ares y Hermes. Pero a mi no me engañas pequeña.

Frunci el ceño, supuse que era fan mitología griega o algo.

La pequeña sonrió y se acercó corriendo a la banca donde yo estaba sentado.

- ¡Hey, espera! - le advirtió la rubia, pero ya había llegado hasta mi lugar.

Se paró de golpe cuando me vio. Luego me miró con sus ojitos cafes con una voz suave me preguntó - ¿Podemos sentarnos aquí? - aunque algo en sus ojos te parecía decir que cuides todos tus bolsillos, no le preste atención. No iba perder una oportunidad de hablar con la chica guapa ¿No?

- Claro que puedes sentarte pequeña. -

'Para conquistar a una mujer que trae una niña con ella, primero hay que conquistar a la niña' recordé lo que me dijo un amigo una vez, aunque claro no sirvio de nada, por la mujer estaba casada y le dieron una buena paliza. Pero ella no parecía ser su madre, así que hize el intento.

- Soy Chad, pequeña. ¿Y tu como te llamas?

- Soy Silena. - y me tendió su mano.

La tomé, y le brinde una sonrisa a lo que ella correspondió.

- No te fíes de ella, sólo está ganando tu confianza para robarte la billetera después - oí la voz de la rubia acercándose a nosotros, con un... ¿Lapicero? en la mano. Me miro detenidamente, me analizo de arriba a abajo con esos ojos grises que tenía, como si fuera un monstruo.

Cuando Conocen A Nuestras Parejas FavoritasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora