Capítulo Catorce. Lo Hago Por Amor.

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// Como estoy subiendo diario, me gusta hacerla de emoción un poquito   (◡‿◡✿) //

- ¡Sí! – Grité al teléfono. - ¡Es una niña!

Mamá estaba en las nubes, sabía que Tom a mi lado esperaba su turno para llamar a su madre con las nuevas noticias; aunque en ese momento lo único que podía pensar era en los incontables trajecitos de color pastel que llenarían los cajones de aquel mueble que habíamos apartado tan solo unos días antes.

- ¿Y ya han pensado en nombres?

Desvié la mirada hacia Tom, sentado al volante con la atención puesta en el camino. Sin ánimo de distraerlo mencioné su nombre y lo vi echarme un vistazo.

- Tom ha pensado en algunos, - le conté, intentando dejar la emoción de lado por un instante.

- Somos una familia repleta de chicas... - escuché a mamá reír. - ¿Ya empezaron con la habitación?

Me reí, tal vez no teníamos muchas cosas...pero se podría decir que ya habíamos empezado.

- Sí. – Sonreí, - aunque nos falta mucho todavía, y hay tiempo.

- Ay... ¿te acuerdas de la cunita de Sarah? – Puse mi mano sobre la pierna de Tom al acordarme.

Tom no se movió hasta la siguiente luz roja, cuando puso su mano sobre la mía.

Recordaba aquella cuna a la perfección. Fue cuando las cosas empezaban a ir bien. Papá tenía su propio empleo y no se preocupaba demasiado por el dinero, Rachel y yo compartíamos una habitación y la que estaba libre sería la del bebé que mamá llevaba en el vientre. Hubo discusiones sobre la cuna en un principio, Rachel tenía que sacarme de ella frecuentemente. Era una cuna grande donde yo cabía cómodamente si me hacía un ovillo; para la bebé eso era un espacio genial, además tenía un bonito adorno de tela que rodeaba la cuna.

Era mi lugar favorito para jugar antes de que mamá regresara Sarah en brazos. Rachel y yo a veces nos asomábamos a la cuna a verla dormir. La bebé que mamá y papá llevaron a casa lucía como una cosita extraña con pestañas largas y oscuras. Rachel se aburría primero, posiblemente no le causaba la misma curiosidad que a mí. ¿Un bebé? ¿Cómo los muñecos?

- La cuna blanca. – Dije.

- ¡Sí! – La escuche en la bocina. – Se veía pequeñita, pequeñita en esa cuna... ¡y a ti también te gustaba! ¿Crees que no me acuerdo?

Reí bajito y bajé la mirada.

- Hubiéramos deseado darle lo mismo a las tres.

- Mami, nos dieron todo lo que importa. – Puse los ojos en el techo del auto de Tom, deseando no empezar a llorar en ese momento. – Y ahora podrás empezar a darle todo lo que quieras a tu nieta.

Mamá se rio.

- ¡La vamos a consentir, no tengan duda!

Hablé con mi madre por unos minutos más y cuando quedaban solo un par de minutos para llegar a casa le pregunté a Tom si quería esperar para llamar a sus padres desde nuestro sofá o si preferiría que los llamara de una vez.

- Puede esperar unos minutos. – Dijo en tono burlón, haciendo referencia a mi dificultad para guardarme las noticias aunque fuera solo por 20 minutos hasta que llegáramos a casa.

Hice un puchero y subí el volumen de la radio. El resto del caminó se pasó volando y apenas entramos por la puerta, Tom dejó las llaves en la mesa de la sala.

- Ven acá.

Me di la vuelta con el bolso colgando sobre mi pie, Tom abrió los brazos y cuando fui hacia él, abrí los brazos y envolví su cintura mientras él hacía algo similar conmigo.

Dream Machine (KOS Temporada 2. Tom Kaulitz Fanfiction)Where stories live. Discover now