Dream Machine (KOS Temporada 2. Tom Kaulitz Fanfiction)

Capítulo Diez. Podemos Empezar Otra Vez.

¡HE VUELTO! Pero tengo exámenes
:(

Y pues la noticia de hoy es que: llegamos a la página 100 en word! (wuuuu!)

Espero que les guste, y erm... pues va a haber más de Sarah pero me van a odiar por lo de Zoey.

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Me reí con un pequeño grupo de bailarines; durante la semana siguiente al regreso de los chicos, Sarah estaba de mucho mejor humor, todos notamos que pasaba cada minuto libre trabajando en más dibujos. El escritorio de la recepción era como un lugar sagrado en el cual uno no podía bajo ninguna circunstancia poner alguna bebida que no tuviera tapa.

Nuestro pequeño estudio estaba progresando y las oportunidades no dejaban de llegar.

- ¿Estás lista para tu fin de semana? - Pregunté una vez que salí de mi primer case de esa mañana.

Sarah asintió lentamente para no distraerse demasiado de lo que tenía sobre el escritorio.

- ¿Qué haces? – Giré la cabeza para poder darle un vistazo a lo que fuera que estaba haciendo.

Quería distraerme un poco, toda la mañana había tenido dificultad dirigiendo la clase y controlando a como diera lugar los desagradables mareos; a cierto punto simplemente me senté en el fondo mientras veía a los chicos seguir los pasos que les había enseñado cuando todavía podía estar de pie.

Le incliné a su lado y puse mi mano sobre el respaldo de su silla al asomarme a ver que era exactamente lo que dibujaba.

En la hoja que tenía sobre el escritorio Sarah había dibujado a lápiz todas las figuras dentro de recuadros grades, comprendí un momento más tarde, al encontrar ese cuadro a medio colorear, que se trataba de una página de comic.

- Solo dibujo... - comentó al terminar de colorear el cabello de uno de los personajes.

Asentí al hacerme a un lado.

- ¿No tienes hambre?

Sarah se echó hacia atrás en su silla y dejó el plumón sobre la mesa al levantar la vista hacía mí. Pugh, hice cara de pocos amigos, la respuesta clara en mi expresión. No tenía ganas de hacer otra cosa que tumbarme en el sofá con Bu en el regazo y tal vez ver alguna película. No quería ni siquiera volver al salón para la siguiente clase, ese día tenía el estómago vuelto loco gracias a las hormonas.

- ¿Tú sí?

Sarah estiró el brazo sobre el escritorio hacia su propio teléfono y le dio la vuelta para ver la pantalla, desbloqueándolo al asentir.

- ¿Estas con los mareos? – Me preguntó al acomodarse en la silla, pero no me vio responderle, - a mí me da aún más hambre cuando vomito.

Encogió los hombros y escribió un mensaje mientras me explicaba.

- Pues yo ni siquiera lo he hecho y no tengo nada de hambre. – Le conté y vi el reloj en la pared. – Además que no tengo tiempo ahora.

- ¿No quieres nada? – Preguntó mi hermana, al fin bajó el teléfono y alcanzó su mochila en el suelo, sacando una bolsa de papel.

Mi hermana sacó un panecillo y me ofreció la bolsa.

- No, gracias. – Me llevé las manos a la cadera.

Reconocí la envoltura, era de una panadería que a los gemelos les gustaba visitar. Sonreí al imaginar a Sarah y Bill juntos comprando ahí; posiblemente Bill le diera rienda suelta a mi hermana y viceversa, ¡cuánto pan y galletas habrían llevado a casa!