Capítulo Uno. Hermoso Niño.

528 35 14
                                    

Con cariño, locura y amor, para ustedes: 

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Los días sin los chicos parecían ir y venir demasiado rápido, lo único que podía esperar era que el fin de semana llegará lo suficientemente rápido para poder verlos.

En los últimos días había empezado a sentir más y más cansancio; apenas podía notar el bulto en mi vientre, pero Sarah se alegraba al señalarlo todas las mañanas. No le había contado a nadie más todavía, pensaba contarlo una vez que Tom lo supiera y superáramos los primeros tres meses, cuando todo estuviera más seguro.

Ella no me decía más sobre su situación. Todo lo que sabía era que le había dicho que le gustaba, por su reacción al contármelo, suponía que él, quién fuera que él fuera, no lo había tomado bien; no lo mencionaba ni de broma y la mera mención del tema parecía ponerla de mal humor.

Entré con la bolsa en el hombro, el estudio estaba abierto y como de costumbre llegué unos diez minutos antes a mi clase de ese día. Sarah ya estaba ahí, la vi sentada detrás del escritorio de la recepción. Estaba revisando algo en la pantalla del ordenador y no se dio cuenta de que acababa de entrar hasta que la llamé de camino al salón al fondo del pasillo.

- ¡Eh, buenos días! – La saludé.

Un segundo más tarde la escuché llamarme de vuelta.

Mi trabajo era divertido, hacía algo que me gustaba y a la vez era bueno para mí. Supuse que en algún punto dentro de los próximos meses tendría que dejar mí puesto como maestra y probablemente iba a ser renegada a un sitio en la recepción. Aquello no me resultaba molesto, solo un poco desalentador...

Esa mañana fui directamente al fondo del salón a buscar la bocina y conectar el reproductor. Busqué en mi lista de canciones hasta que encontré la canción que usaría esa mañana para iniciar mi clase.

- ¿Zo? – Me llamó la conocida voz de mi hermana.

Levanté la mirada y la encontré apoyada en el marco de la puerta para mantenerla abierta. Alcé la barbilla sin preguntar explícitamente qué sucedía.

Mi hermana suspiró y se enderezó, alejándose de la puerta al entrar al gran salón de baile. En el espejo vi su figura envuelta por una camiseta de color negro y los jeans rasgados que más le gustaban.

- Anoche hablé con Bill. – Me contó mientras caminaba, ignorando los espejos a sus espaldas. –...Y quiero saber si te molestaría que vaya contigo a Nueva York.

Aparté la mirada y alcé las cejas al escucharla, me llevé las manos a los bolsillos de mis pantalones y eché la cadera hacia un lado al apoyar mi peso sobre el pie izquierdo.

- No me molestaría, ¿qué te ha dicho Bill?

Sarah dejó escapar una pequeña sonrisa.

- Me dijo que estaba cansado. – Pusimos los ojos en el techo al mismo tiempo, - que Nueva York es una ciudad genial... no lo sé, me picó la curiosidad. – Encogió los hombros.

Le sonreí a mi hermana y miré hacia arriba al considerarlo.

Su situación era especialmente delicada y yo no podía negar mi preocupación. Le prometí que no diría nada, pero estaba segura de que mi hermana estaba tomando medicamentos y eso no podía ser bueno. Sabía que no le había contado a nadie más y eso implicaba sin lugar a dudas que nuestros padres no sabían aún del asunto; peor aún, me hacía pensar en el otro responsable de todo esto... él seguramente tampoco estaba consciente de lo que pasaba con mi hermana.

Dream Machine (KOS Temporada 2. Tom Kaulitz Fanfiction)Where stories live. Discover now