Dream Machine (KOS Temporada 2. Tom Kaulitz Fanfiction)

Capítulo Nueve. Intento Hablarte Y Sigues Bailando.

So... lo volví a intentar, espero que comenten, no sé que les parezca la narrativa de Sarah, tal vez lo vuelva a usar, pero primero quiero saber qué limites tienen ustedes con ella (es decir, no me dejen en "visto", denme su opinión plis). 

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Di la vuelta en la cama, estirando los pies en puntas al acomodarme de nuevo sobre el costado. Había ruido a mis espaldas, lo ignoré y suspiré con cansancio. Una buena noche de sueño hacía maravillas.

Escondí el brazo bajo la almohada y abracé las mantas que quedaban abultadas cerca de mi barbilla. Una brisa sopló en mi mejilla y un instante más tarde me di cuenta de que se trataba de una caricia a la que estaba muy poco acostumbrada; su mano llevó unos cabellos hacia atrás y luego se fue, pero su cuerpo se alzó sobre mí al estirarse. El perfume era fuerte, obviamente de hombre; olía igual que las mantas y la cama.

- ¿Bueno? – Lo escuché hablar con voz ronca. – Ella está dormida, ¿cómo estás?

Continué con los ojos cerrados y un momento después comprendí que lo que estaba sonando era mi teléfono.

- Sí...

Abrí los ojos lentamente y me limpié los ojos con las manos. Bill estaba apoyado sobre una de sus manos a mis espaldas y sobre las rodillas para no poner su peso encima de mí. Vi los tatuajes en su costado y en su brazo y volví a tumbarme de espaldas para hacerlo ver que estaba despierta.

- Pueden venir aquí y vemos a dónde ir. – Sugirió y mi corazón dio un salto al pensar que podría ser Fred del otro lado de la línea. – Sí, yo le diré a tu hermana.

Aparté la vista y me quedé observando una figurita femenina con alas que descansaba con gracia en el brazo de Bill.

Estiré mi mano para tocar aquellas curiosas alas y sentí su mirada sobre mí, alcé la vista y le sonreí con cansancio; solo entonces razonando lo mal que debía de verme en ese instante. Cabello despeinado, ojos hinchados, probablemente manchada con restos de mascara.

Bill podía lucir cansado todavía, pero se veía tan bien como siempre.

- Eh...perdón, - parpadeó, dirigiendo la vista hacia abajo por un instante, - ¿qué?

Tracé las líneas con las yemas de los dedos, tal vez pudiera dibujarlo así, tal vez si no miraba directamente al frente podría entender cómo se formaban sus ojos.

- Sí, nos vemos en la noche. – Dijo antes de colgar, - adiós.

Hubo silencio, acerqué mi mano a su hombro y Bill dejó mi teléfono de nuevo sobre la mesa de noche. Cuando puso apoyar ambas manos en la cama, las puso a ambos lados de mi cuerpo, observándome.

- ¿Cómo dormiste? – Preguntó.

Vi su expresión cansada y sonreí, yo podía dormir muy mal...pero a él tan solo le bastaba poner la cabeza sobre una almohada y podría dormir todo el día.

- Bien. – Murmuré.

No era un crimen quererlo, ¿o sí?

Llevé mis dedos sobre su pecho, ya no llevaba la perforación ahí, solo toqué el área tatuada y sentí el movimiento de su respiración bajo la palma de mi mano. Había tenido una duda en todo ese tiempo, cualquier otra cosa tendría que esperar, porque en ese instante necesitaba saber...

- Bill... - hablé bajito, suavemente.

Él arqueó una ceja y se apoyó con cuidado en una mano al echarse el cabello hacia atrás.