Epílogo

360 40 8
                                    

—Adiós Dani, llámame por cualquier cosa que necesites ¿vale?

—Sí, adiós Lise, cuídate.

—Cuídate tú también pequeña.

Cerré la puerta y subí a mi habitación, estaba cansada.

El tour había terminado hacía una semana, pero mi cuerpo seguía pesado, y mi mente seguía allí. En las habitaciones de los hoteles, donde podía estar con Lauren, sin nadie que nos lo prohibiera, sin nadie entre medio de nosotras.

La puerta sonó tres veces sacándome de mis pensamientos. No respondí, quería estar sola.

—Se que estás ahí Dan... Te oí entrar.

Mierda.

—Pasa —Lauren entró con una bolsa de papel en sus manos.

—Hey, mira lo que te he traído —sacó un álbum de fotos— son del tour... Espero que te guste.

"Todo lo que venga de ti me me gusta" pensé.

Abrí el álbum y sonreí al ver la primera foto: yo haciendo tonterías y Lauren mirándome con desaprobación en el aeropuerto. En las siguientes dos fotos aparecíamos sonriendo, en las calles de España. Fotos donde estábamos en la habitación del hotel, fotos cuando fuimos a comer solas, fotos del show donde aparecíamos mirándonos, fotos tonteando, fotos con filtros de snapchat, fotos en Italia, Suiza, Francia.

Fotos de momentos en los que éramos felices sin importar el resto, donde nos queríamos sin límites, fotos de cuando todavía estábamos juntas.

Lauren secó la lágrima que recorría mi mejilla.

—Lauren... —dije con la voz quebrada.

—Dani... No hace falta que lo digas. Te extraño también.

La miré a los ojos por un momento y me permití sentir todo lo que llevaba oprimiendo desde que Christina nos obligó a separarnos.

Me permití sentir amor, que era algo que ya estaba olvidando qué era.

—Lauren, esto me está matando... No puedo ¿sabes? Siento que no puedo más, ¿qué se supone que debo hacer con mis sentimientos? ¿Los ignoro? Pero es que no puedo, joder, son un maldito cuchillo que me apuñala cada vez que respiro. Te necesito Lauren.

—También te necesito Dani...

Se acercó peligrosamente a mí, y no aguanté más. La besé sin importar nada. La besé por todos los días en los cuales moría por hacerlo, en los días que me ahogaba en mi llanto al saber que ya no podía estar con ella. La besé y sentí cada segundo, cada minuto.

Llevé mis manos a su nuca y la atraje más hacia mí, la necesitaba, demasiado.

—Lauren... Te amo —susurré en sus labios.

Lauren se recostó a mí lado, con su cabeza en el hueco de mi cuello y mi mano acariciando su espalda.

—También te amo Dani.

Sentía cómo lloraba, y ella me sentía llorar a mí. Sabíamos que ese había sido nuestro último beso.

Dear Lauren: I love you... Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ