Capítulo 6

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Habían pasado unas semanas y yo ya me había curado de la gripe.

Hoy todos iríamos a pasar el fin de semana a una reserva, donde no había internet, ¿aburrido, cierto?

Estaba terminando de arreglar mi bolso cuando Kath entró al cuarto.

-Ya casi termino. -Dije guardando el último par de jeans que había elegido.

-Bien, los chicos ya están listos,cuando termines baja, oh y mamá y papá no quieren llegar tarde así que dile a Lisa que no demore.

Kath se fue y tomé el móvil junto con los audífonos, los cuales eran imprescindibles para el largo viaje que tendríamos. 

Guardé el cargador del teléfono, bajé mis bolsos y me dirigí al baño para decirle a mi hermana que se apurara.

Toqué la puerta del baño tres rápidas veces.

-Lisa, apúrate, mamá y papá no quieren llegar tarde y estamos por salir.

No contestó.

-¿Lisa? -Volví a golpear la puerta.

Nada.

Intenté abrir la puerta pero estaba trancada. Pegué mi oído a la puerta para tratar de escuchar algo, y luego de un par de segundos oí sollozos.

Pero no era Lisa, era Lauren.

Volví a golpear la puerta.

-¿Lauren? soy yo déjame pasar...

Pero Lauren parecía no escucharme.

-Lolo, por favor...

La escuché llorar.

-Lauren, déjame entrar... Sólo soy yo, lo prometo...

Escuché como destrancaba la puerta para luego dejarme entrar.

Estaba sentada en el piso con la cabeza apoyada en sus rodillas y sus brazos rodeándola.

Por ese instante sentí como se rompía mi corazón. Me dolía verla así,  aunque no sabía cuál era la causa.

-Laur... -Me senté a su lado y la rodee con los brazos. -Tranquila,  respira.

Pasaron un par de minutos hasta que sus sollozos se calmaron al igual que su respiración.

-Lauren mírame -Pedí.

No lo hizo.

Sabía que no le gustaba que la vieran llorar, ni siquiera a ninguna de nuestras hermanas.

-Por favor, Lauren.

Nada.

Acaricie un par de veces su cabello hasta que se incorporó.

Se secó las lágrimas y la abracé tan fuerte como pude.

Quería que supiera que estaba ahí para ella, no me iba a ir sin haberla visto sonreír. Quería que supiera que podía contar conmigo.

-Lolo, no está mal llorar.

-Lo sé,  pero de todas formas sabes que no me gusta que me vean así.

-Bien, ¿quieres decirme qué sucede?

Asintió un par de veces y suspiró.

-Bien, estab...

La puerta sonó.

-¿Danielle estás ahí? -Era Christina.

-Sí, ya salgo, es sólo que me siento un poco mal y pues vine a...

-Ya, detente, no quiero tanta información, cuando salgas ve por Lauren, mamá ya salió y papá las está esperando, así que trata de apurarte.

-Bien...

Miré a Lauren.

-Será mejor que salgamos o papá se irá sin nosotras... -Dijo.

¡Genial!, eso era lo que necesitábamos.

-Espera... ¡No es una mala idea! Nos quedaríamos solas todo el fin de semana... Tu estás mal y no te dejaré sola, a demás no quiero ir si no hay internet, sería aburrido y frustrarte convivir con Chris y Nick molestando todo el tiempo...  Así que quédate aquí.

-Dani, no creo que...

Pero no escuché nada más, salí de la casa fingiendo sentirme mal, para poder quedarme con Lauren, sería perfecto... Siempre y cuando no me hablara de Stuart.

Papá me vio y me preguntó si me sucedía algo. Le dije que sí, que no me sentía bien y que Lauren se había ofrecido a quedarse conmigo.

No me gustaba mentirle a papá, pero no debía desaprovechar esa situación.

-Adiós papá -Dije luego de que me diera los típicos consejos: "cierra con llave","no quemes la casa", "no fiestas", "no chicos." 

Me reí para mis adentros cuando dijo eso, ¿para qué quería un chico si tenía a Lauren?

En fin, prometió llamarme cuando llegasen, nos volvimos a despedir y se fue junto con los pequeños, Amy y Christina.

Entré a casa para volver con Lauren, pero no estaba en al baño. Me dirigí a nuestra habitación y ahí estaba, tumbada en la cama de Lisa.

-Así que... tenemos la casa para nosotras solas durante dos días -Le sonreí.

Me devolvió la sonrisa, aunque no era del todo sincera.

Me acosté a su lado y nos mantuvimos en silencio, hasta que Lauren se inclinó hacia mi, apoyándose en su hombro derecho.

-No puedo creer que ibas a decirle a Christina que fuiste al baño para...

-Shh, ¡no lo digas!

Rió, y esta vez era de verdad.

Dear Lauren: I love you... Where stories live. Discover now