Eunhyuk 🐻 EH

Monstruo

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- Te vas a pudrir en el infierno, Lee Hyukjae.

El pelinegro miro las uñas de sus manos con tranquilidad mientras que con la otra sostenía el arma que apuntaba en el pecho del hombre en el suelo.

- Dime algo que no sepa.

- Van a encontrarte, van atraparte - escupió el hombre, gimió de dolor y grito cuando Hyukjae se hinco para tomarlo de los cabellos con brusquedad.

- Y es una lastima que no lograras vivir para verlo - se burlo el otro con una sonora sonrisa - Eres un jodido viejo podrido, te iras primero al infierno, procura ganarme un lugar allá abajo, ¿si? Suele llenarse rápido, ya sabes.

- ¡Eres un monstruo! El encontrará al niño y estarás muerto.

El hombre al instante grito de dolor cuando una patada de incrustó en su estómago, haciéndole escupir más sangre.

- Nadie va a quitármelo.

- ¡Pudre -

Hyukjae chasqueo la lengua cuando disparo, este último había sido bastante ruidoso. Lanzo el arma a cualquier lugar de la habitación y limpio sus manos con la pequeña toalla que tomo de uno de los muebles, camino fuera para dirigirse a su habitación. Donghae se encontraba tal y como lo dejo.

Con la pijama de oso panda y unos auriculares sobre su cabeza escuchando a todo volumen los capítulos de Bob Esponja.

- Hay niño pinkypinky, hyung esta aquí.

Donghae sintió el toque en su hombro y se giró quitándose los audífonos.  - Hyung, ¿has terminado?

- Si, ¿quieres comer algo?

- Mm...

- ¿Que sucede?

Donghae lo miro tímidamente - Es que, no me gusta cuando los tenemos que traer a casa - contesto.

Hyukjae lo miro asintiendo - Esta bien, será la última vez que trabaje en casa, mañana ya no habrá nada en la habitación de alado, pero por ahora. ¿Quieres comer algo? ¿Por que no vamos por una de esas paletas que te gustan y un tazón de ramen?

Donghae al instante pareció olvidar lo demás porque de pronto lo miro emocionado y alegre - ¡Si! ¡Si! ¡Si!

- Ponte tus zapatos entonces, iremos ya.

- ¡Gracias hyung! Eres el mejor - sonrió Donghae lanzándose encima para plantarle un beso en la mejilla.

- Aish mocoso, no te pongas empalagoso, ¿quieres?

- Hyung, ¿quitaste la alfombra antes de ponerte a trabajar?

- Mierda, no.

- ¡Hyung! ¿Sabes lo difícil que es quitar la sangre? ¡Además era de las princesas encantadas! ¿Como pudiste?

- Oh cállate, te comprare una nueva.

- Todavía me debes una sudadera marca Pinky.

- Lo que tu digas, ¿no íbamos a cenar?

- ¡Oh! Es cierto, ¡PinkyPinky, ven aquí!

- ¡No llevaremos el gato a cenar, Hae!

- ¡Pero hyuuung!